John Adams, de Kirk Ellis: La antorcha de Estados Unidos

El director inglés Tom Hooper es conocido por la dirección de dos grandes películas: The Damned United y El discurso del rey, ganadora de 4 Oscar, entre ellos el de me­jor director. Sin embargo, su carrera comen­zó en la televisión con series históricas co­producidas por la HBO que en aquel momento disfrutaba del éxito de otros productos como Roma o Hermanos de sangre.

Después de dirigir la miniserie Elizabeth I, protagonizada por Jeremy Irons y Helen Mi­rren, Hooper contó con el patrocinio de Tom Hanks y un presupuesto más generoso para contar la vida de John Adams. El guión es de Kirk Ellis, que adapta un libro de David McCullough, ganador del Pu­lit­zer. Es la miniserie más pre­miada de la histo­ria de la TV, con 13 Emmys.

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Como es habitual en el cine de Hooper, la historia se centra más en la psicología de los personajes que en la acción. Así, resulta fundamental el papel de confidente que jue­ga en esta historia la mujer de John Adams (una magnífica y siempre creíble Lau­ra Linney), apoyo y sabia consejera que le ayuda en la consecución de su meta. Tam­bién es muy sugerente la presentación de los personajes de George Washington y Tho­mas Jefferson, que son un contrapunto ne­cesario al colérico personaje de Adams. To­do esto se desarrolla con naturalidad (inclu­so con cierto naturalismo) gracias al guión de Kirk Ellis, un hombre acostumbra­do a escribir para la TV donde fue uno de los guionistas de la miniserie Into the west (2005), aunque también firmó la adap­tación al cine de El arpa de hierba, la de­liciosa novela de Truman Capote.

John Adams, de Kirk Ellis
John Adams, de Kirk Ellis

El comienzo de la miniserie dice mucho del tono general. Un abogado, John Adams, lle­ga a lomos de su cansado caballo en una no­che de invierno. El ambiente de la ciudad anun­cia rebeliones: los soldados británicos han irrumpido a fogonazos en una aparente­mente pacífica manifestación. Ya en su ca­sa, descansando del largo viaje, alguien lla­ma a la puerta: quieren que Adams, aboga­do de reconocida honradez, medie en el jui­cio a los soldados británicos, defendiéndo­los frente a la población civil. Polémica ser­vida: un ciudadano estadounidense de Bain­trée (Massachusets) del lado de los opre­sores ingleses. Éste es el comienzo de la historia de la independencia de los Es­ta­dos Unidos, pero también es el arranque de la carrera política de Adams que le llevará a ser uno de los “padres fundadores” del país.

John Adams sigue el habitual esquema na­rrativo del viaje del héroe: un personaje nor­mal que vive tranquilamente en su mun­do ordinario y que es llamado a la aven­tura. Tras superar dificultades y sobrepo­nerse a los contratiempos logrará conseguir la meta y convertirse en un héroe en su sociedad. Pero esta miniserie no cae en el defecto de hacer de Adams un ser inacce­sible y perfecto. Nos muestra también sus de­bilidades propias de la condición humana, resaltando aspectos negativos de su per­sonalidad como la rigidez y el autoritaris­mo puritano que muestra frente a sus hijos, o la mella que provocan en su familia las prolongadas ausencias por motivos profe­sionales.

Tak Fujimoto muestra una vez más que es un director de fotografía con un estilo muy marcado. Sus excelentes trabajos con Shya­malan (El sexto sentido, Señales, El inci­dente), Ridley Scott (Gladiator) o Jo­na­than Demme (El silencio de los corderos) le ava­lan. En este caso, la fotografía tiene un ca­rácter muy pictórico y parece influida por la obra de los paisajistas holandeses. La pues­ta en escena, en muchos momentos espar­tana, quizá demasiado, se pone al servicio del aliento dramático de la historia, que quie­re evitar en todo momento el discurso mí­tico.

En la planificación hay una decidida opción por el primer plano y la cámara en ma­no, con angulaciones oblicuas que quieren de­sestabilizar al espectador, para que sienta que las grandes lecciones de la historia las escribieron personas, gente limitada, con virtudes y con defectos, con días buenos y malos.

Una mención especial merece el buen tra­bajo de la montadora Melanie Oliver, que acaba de hacer un verdadero capolavoro en Jane Eyre.

Esta serie tiene el sabor de las grandes his­torias épicas, y esta sensación se transmi­te desde los títulos de crédito, donde la mú­sica y el grafismo introducen al espectador en una “americanada”, nunca mejor dicho, que -incluso si no se conoce la historia de la independencia de los Estados Uni­dos- resulta muy atractiva, al estilo de las gran­des producciones hollywoodienses.

El gran tema de John Adams -por si alguien lo dudaba- es la libertad, a la que se con­ceden largos discursos muy bien construi­dos. El peso de la historia recae en un so­berbio Paul Giamatti (La joven del agua, En­tre copas, El ilusionista, Cinderella man), ga­nador del Globo de Oro y del Emmy por es­te papel. Junto a él, Laura Linney, Sa­rah Polley, Tom Wilkinson y David Morse com­ponen un elenco magistral.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU., 2008
  • Duración: 7 capítulos de 70 minutos
  • Producción: HBO
  • Emisión en EE.UU.: Del 16.3.2008 al 20.4.2008
  • Emisión en España: Canal + (agosto-septiembre 2008)
  • Distribución DVD en España: Warner (32,99 €)
  • Calificación: +16 años (S)
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Reseña
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Doctora en Comunicación Audiovisual. Combina su trabajo en el ámbito de la comunicación corporativa con la docencia universitaria