Lights out: Encajando golpes
Una serie FX de buen nivel, solvente, intensa, emotiva, agridulce, con un final brillantemente demoledor.
La última producción de la cadena americana FX (creadora de series como Sons of anarchy o Justified) ha perdido por KO contra los datos de audiencia decidiéndose, a mitad de la serie, que no habría una segunda temporada.
Creada por Justin Zackham (guionista de Ahora o nunca) y Warren Leight (responsable del guión de series como En terapia y Ley y orden), Lights out narra la historia de Patrick Lights (un soberbio Holt McCallany, al que vimos hace años en El club de la lucha), antiguo campeón de los pesos pesados, casado y padre de tres niñas, al que la crisis económica le está obligando a plantearse la vuelta al ring pese a la total oposición de su mujer Theresa (interpretada por Catherine McCormack, la inolvidable mujer de Mel Gibson–William Wallace en Braveheart). Premisas narrativas que nos recuerdan a la notable Cinderella Man (2005) dirigida por Ron Howard e interpretada por Russell Crowe.
La baja audiencia de Lights out (un promedio de 900.000 espectadores por capítulo) no se debe a su escasa calidad o a un mal guión, pues, de hecho, ha sido alabada por la crítica.
La cuestión es que nos encontramos ante un producto cuyo interior es muy diferente de lo que anuncia el envoltorio. La intro anuncia sudor, sangre y boxeo, y hace que la serie sea poco apetecible para mujeres o para aquellos espectadores que no aguantan la violencia o les resulta incómoda. Siguiendo este razonamiento (el mensaje que transmite la intro) la serie puede interesar a los amantes de los deportes de contacto o a los que gustan las series donde hay acción y peleas.
El problema -bueno según como se mire, no es un pasivo sino un activo- es que Lights out no es ninguna de las dos cosas que hemos descrito. El espectador se encuentra con algo distinto y original.
Quienes esperaban capítulos con intensos y frecuentes combates se verán decepcionados, pues en Lights out el boxeo no es lo más importante: a excepción del último capítulo, el intercambio de golpes que se nos muestra es más dialéctico que físico.
McCallany es creíble como boxeador (se nota que ha practicado artes marciales), sin embargo más son los ganchos que Lights recibe de la vida que los que propina a sus adversarios en el ring.
Lights out es un drama familiar, que pone el foco en la manera en que una familia de origen irlandés (abuelos, padres, hijos, tíos) hace frente a las dificultades financieras, sentimentales y de salud. El mundo del boxeo está presente en cada capítulo, pero más en su dimensión de negocio que en su aspecto deportivo. La serie comienza cinco años después de que el protagonista perdiese el título mundial en un combate muy accidentado.
Se da un papel muy relevante a la organización de los combates y a los bajos fondos del negocio del boxeo, donde Reg E. Cathey (The wire) hace una magnífica interpretación del despiadado magnate del boxeo Barry K. Word.
Lights out ahonda en los conflictos entre marido y mujer, entre padre e hijos e incluso toca la relación entre hermanos. Con naturalidad se muestra la fe católica del matrimonio protagonista (es algo infrecuente y por eso digno de mención: no sólo van a misa los domingos, sino que además hay una confesión en un momento clave).
Las dificultades familiares manejadas en la serie son narradas con verosimilitud por unos personajes muy conseguidos y un cuidado casting que no incluye a ninguna estrella de Hollywood. No se echan de menos.
La aceptación de los problemas económicos en una familia que lo tenía todo y la dura asimilación de la vuelta al ring son muy creíbles. También lo es el descenso a los infiernos de su protagonista en aras de proteger a su familia o la relación entre Patrick y su padre-entrenador (Stacey Keach, conocido por su papel de alcaide en Prison break).
Desde el punto de vista técnico, la serie tiene momentos brillantes, destacando el flashback del primer episodio, que, tras jugar con el espectador, nos muestra el lado más humano de un padre de familia que, aunque lejos de ser ejemplar, ama a los suyos por encima de todo.
En cuanto al guión se nota, y mucho, que se decidió que no habría una segunda temporada de forma sorpresiva. La trama deportiva que subyace no es fluida, y la presencia del nuevo entrenador así como su salida están metidas con calzador.
También en la trama familiar hay sobresaltos, y el capítulo en el que la madre de Patrick aparece en escena es un episodio que, simplemente, sobra. Otro efecto de su cancelación anticipada es que se dejan sin resolver muchas tramas secundarias como la investigación del FBI o el oscuro pasado familiar de Theresa.
Pese a los problemas indicados y a unos salpicones de sexo que no venían mucho a cuento y que parecen proceder de un complejo de querer imitar la crudeza de la HBO, Lights out es una serie de buen nivel, solvente, intensa, emotiva, agridulce, con un final brillantemente demoledor.
José Luis Terrón
Ficha Técnica
- Creador: Justin Zackham,
- Guion: Stu Zicherman, Justin Zackham, Warren Leight, Bryan Goluboff, Carter Harris, Robin Veith,
- Intérpretes: Reg E. Cathey, Catherine McCormack, Holt McCallany, Stacey Keach, Pablo Shreiber,
- País: EE.UU.
- Dirección: Norberto Barba, Jean de Segonzac
- Fotografía: Richard Rutkowski
- Música: Anthony Roman
- Duración: 13 capítulos de 60 minutos
- Productora: FX, Fox
- Estreno en EE.UU.: 11.1.2011-5.4.2011 en canal de cable FX
- Emisión en España: En otoño de 2011
- Calificación: +18 años (VS)