Manhunt: Detectives a la antigua usanza
Manhunt cuenta la investigación del asesinato de Amélie Delagrange, en Londres en 2004. El caso tuvo gran trascendencia mediática: podía estar relacionado con otro crimen todavía no resuelto, lo que supondría la existencia de un «serial killer» y la posibilidad de desatar una ola de pánico en las calles. El caso fue adjudicado a Colin Sutton, veterano detective de la MET, siendo este el primer caso importante que dirigía en solitario.
Si no fuera porque es un caso real, basado en el libro de memorias que escribió el propio detective Sutton, casi podríamos asegurar que estábamos viendo una historia de P. D. James. El detective Sutton es un perfecto hombre gris, de mediana edad. La MET, así la nombran las pocas veces que a ella se refieren en esta serie, es lo que aquí llamamos Scotland Yard. El crimen es una auténtica patata caliente: no hay testigos, indicios, pistas, ni nada que facilite su solución. El caso se resuelve a base de trabajo de equipo metódico, rutinario, tedioso, ajeno a la moderna tecnología. Vemos también algunas pinceladas de la vida doméstica del detective que, a todas luces, es un hombre con defectos.
Manhunt es una obra notable: en primer lugar rebosa autenticidad por todos los poros, los protagonistas, las situaciones, manera de trabajar…; la narración está siempre en tiempo presente, el espectador sigue con interés, como un protagonista más, lo que sucede ante sus ojos. No hay un narrador omnisciente, solo investigadores que se esfuerzan por descubrir la verdad. El ritmo es ágil; los escasos momentos de respiro son domésticos. Finalmente, se trata de una obra remarcable por su absoluta carencia de brillo: no hay genios ni cerebritos, ni flamantes equipos de alta tecnología, ni sorpresas informáticas, ni proezas automovilísticas, ni nada parecido; solo agentes que se dejan las pestañas examinando montones de papeles. Y esta historia, además, no termina con la detención del sospechoso.
El guionista Ed Whitmore (Rillington Place) contó con la colaboración de Sutton; juntos dieron vida a esta pequeña joya, modelo de buen hacer, canto a la vieja escuela y deliciosamente británica (en el buen sentido de esa palabra). Ha tenido un gran éxito local -diez millones de espectadores en Gran Bretaña- y está conquistando las audiencias extranjeras. El actor Martin Clunes (Colin Sutton) es muy conocido en su tierra y tenía fama de ser un excelente cómico; ha respondido al desafío de un papel dramático con gran solvencia. Le respalda un equipo muy sólido, veteranos de la pequeña pantalla en su mayoría. La división en tres capítulos es también acertada, cada uno de ellos tiene un pequeño clímax que no impide verlos seguidos como si se tratara de un largometraje de casi tres horas de duración.
Ficha Técnica
- Creador: Andrew Sodroski,
- Guion: Ed Whitmore,
- Intérpretes: Nicholas Burns, Claudie Blakley, Martin Clunes, Katie Lyons, Stephen Wight, Steve Furst, Jay Taylor, Steffan Rhodri, James Puddephatt, Peter Forbes, Philip McGinley, Cornelius Booth,
- País: Reino Unido, 2020
- Dirección: Marc Evans
- Fotografía: Baz Irvine
- Música: Harry Gregson-Williams, Stephanie Economou
- Duración: 1 temporada (3 capítulos de 45 minutos)
- Emisión en España: Filmin
- Público adecuado: +16 años