Moscow Noir

La historia es interesante y la atmósfera de inseguridad y corrupción -claves de esta serie y novela- llegan al espectador

Moscow Noir (2018)

Moscow Noir: Demasiada frialdad

Mikael Hafström adapta el primer tomo de la Trilogía negra de Moscú, de Camilla Grebe y Paul Leander Engström, dentro del género llamado thriller nórdico que se puso de moda a partir de Los hombres que no amaban a las mujeres. El caso presente se aleja de lo nórdico para hablar del funcionamiento de las mafias rusas en occidente, aunque el punto de vista es sueco: el protagonista es Tom Blixen, un joven e inteligente banquero de inversiones sueco destinado en Moscú. Una amiga le solicita ayuda, le pide que examine qué puede sacar de sus valores, ya que su familia está en la ruina. Tom descubre que un paquete de acciones de una empresa desconocida podría resultar una buena solución, pero cuando empieza a estudiar esa empresa y las posibilidades de compra y/o venta, empieza a morir gente.

Mikael Hafström tiene una dilatada carrera fuera de Suecia (1408, Bloodline) y lleva las riendas de este proyecto -dirige y escribe cuatro de los ocho capítulos- con solvencia. El resto sigue su impulso. Moscow Noir es una historia tremenda que combina la pulcritud con los sucesos más atroces que se puedan narrar. Estamos en los años de mayor inseguridad en Rusia, ha caído la Unión Soviética y los menos escrupulosos se están haciendo con el control del país, empezando por sus finanzas. Un acuerdo internacional puede suponer cientos de millones y para conseguirlo hay quienes no dudan en sobornar o eliminar cualquier obstáculo. Al mismo tiempo se procurar guardar las apariencias.

La historia es interesante y la atmósfera de inseguridad y corrupción -claves de esta serie y novela- llegan al espectador. Pero sorprenden la excesiva frialdad (no es un juego de palabras) de la realización -ordenada y repetitiva-, y de los protagonistas suecos, en especial Tom Blixen y Olga Ukolova, al igual que el resto de su equipo, indiferentes a las muertes que se producen a su alrededor mientras consiguen firmar contratos. Por otra parte, Adam Pålsson (Blixen), que interpretara al joven Wallander, parece demasiado «joven» para el papel que le han dado. A lo largo de sus múltiples aventuras y maneras de jugarse la vida, no transmite ninguna emoción. Lo cierto es que el personaje más interesante resulta ser el fiscal Skurov, un magnífico Georg Nikoloff, empeñado en descubrir la verdad y, en el fondo, un funcionario honrado.


En definitiva, serie interesante, solvente y muy fría.

Ficha Técnica

  • País: Suecia (Dirigenten), 2018
  • Fotografía: Johan Phillips
  • Música: Jacob Hellner
  • Duración: 1 temporada (8 capítulos de 45-50 minutos)
  • Emisión en España: Filmin
  • Público adecuado: +16 años (VS-)
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