Nancy Drew

Nancy Drew: Demasiado actual

· Nancy Drew: Con elementos terroríficos y «sobrenatu­ra­les», versión actualizada y un tanto descafeinada de esta niña detective, un icono de la cultura norteamericana.

La inmensa mayoría del público solo le so­nará ese nombre por Stranger Things 3, cuando a la po­bre Nancy, que quiere publicar en el periódico una his­toria original, unos periodistas -obtusos y muy machistas- la llaman «Nancy Drew». Nancy Drew es un icono de la cultura norteamericana, una niña detective cuya pri­mera aventura, The Secret of the Old Clock, fue publicada en 1930, y desde entonces no han dejado de tener éxi­to gracias a un notable recurso editorial: el autor, Ed­ward Stratemeyer, y la editorial aceptaron una serie de «negros» (ghostwriters en inglés) que escribirían las aven­turas de Drew, siempre firmadas con el pseu­dónimo Carolyn Keene. Nancy Drew ha evoluciona­do con el tiempo, pasado por diferentes medios -cine, te­levisión, cómic, videojuegos- y manteniendo esencialmente el mismo carácter, hasta hoy.

Esta serie está concebida como Las escalofriantes aven­turas de Sabrina; toda la temporada gira en torno a un misterio, pero cada capítulo es -relativamente- completo. También he citado ese modelo porque la nue­va Nancy Drew se parece poco a la(s) original(es): los nuevos autores han guardado poco de la primera, la han querido hacer tan estereotipadamente moderna que pierde gran parte del atractivo que tenía: es so­litaria, está siempre enfrentada con su padre; ha hecho falta rodearla de un equipo de amigos que compartan el protagonismo.

Por último, siguiendo con la comparación de Sabrina, es­ta aventura tiene elementos terroríficos y «sobrenatu­ra­les», y una ambientación, que se parecen más a la de Ri­verdale que a nada que haya hecho nunca la pobre Nan­cy. ¿Es un fiasco? No del todo, está claro que tiene po­sibilidades y un cierto atractivo, el público ha respondido mejor que la crítica, pero los guionistas tendrían que centrar la historia -tienen todos los elementos y un buen equipo-, tendrían que dejarse de tonterías y hacer Nan­cy Drew.