Olive Kitteridge: «Amamos de modo imperfecto, eso nos hace humanos»
No hay ser más fascinante y misterioso sobre el que escribir y filmar que el humano ni guión más extraordinario que su vida, aunque sea la vulgar existencia de una profesora de matemáticas en una población rural costera de Nueva Inglaterra. Pero para hacer una obra memorable se necesita -aunque suene cursi- una mirada de amor capaz de llegar al corazón del personaje y buena mano para encender la historia. Y Olive Kitteridge lo es.
Frances McDormand se enamoró del personaje de la novela de Elisabeth Strout: una mujer brillante, compleja, concienzuda y demoledoramente cínica, capaz de amargarle la existencia a su entorno familiar y social pero sensible a su manera, y se empeñó en meterse en su pellejo. Solicitó los derechos a la autora, buscó una guionista que adaptara el texto laureado con el Pulitzer al cine –Jane Anderson, ganadora de un Emmy por el guion de ¿Matamos a la animadora?– una directora que le diera vida, Lisa Cholodenko –Los chicos están bien, Hung, A dos metros bajo tierra– y una cadena lo suficientemente libre y osada para comprar y emitir una serie a contracorriente: HBO.
Solo un cuarteto de mujeres podría rastrear de modo tan sincero y eficaz la psicología femenina de este personaje de armas tomar. En especial McDormand, la actriz protagonista, ganadora del Oscar por Fargo y mujer de Joel Coen, que siempre ha reivindicado los personajes femeninos complejos en la pantalla.
Olive Kitteridge, la miniserie, es Olive Kitteridge y sus circunstancias. Un universo impulsado por un personaje insatisfecho y amargado, con corazón pero incapaz de mostrar su amor y de dejarse amar, que ve cómo se le pasa la vida en un entorno mediocre y es consciente de que -como señala Anderson– “la infelicidad será el sentimiento que acabe por definir su existencia” -hasta físicamente le acompaña un apetito voraz e insaciable. Nos enfrenta a lo que cada uno de nosotros somos, con nuestro pasado a cuestas, nuestras motivaciones y frustraciones, nuestras heridas psicológicas; las decisiones que tomamos y la repercusión que éstas tienen en los demás; nuestra capacidad de destruir pero también de construir y rehacernos.
Detrás de un gran personaje tiene que haber unos secundarios tridimensionales con tramas propias que crezcan y aporten su caudal de vida a la principal. Y Olive Kitteridge -la propia actriz-productora los escogió- se rodea de un sufriente equipo encabezado por Richard Jenkins en el papel de marido de Olive, farmacéutico amoroso y entregado hasta el umbral de la sumisión pero dignísimo, que hace un papelón y acaba por convertirse en catalizador de una nueva Olive; y John Gallagher Jr., como hijo del matrimonio que representa la parte más débil, la herradura donde van a parar los golpes de su tóxica madre y quien en su momento le cantará las verdades. Además de un retrato de psicología de personajes, la miniserie es un cuidado estudio sobre las disfunciones del matrimonio y la familia. “Amamos de modo imperfecto -dice al final de su novela Elisabeth Strout-, eso nos hace humanos”.
Junto al núcleo, otros personajes con los que éstos se miden: Peter Mullan, representación de lo idílico, de lo que pudo haber sido; Zoe Kazan (nieta del gran Elia Kazan, actriz en Ruby Sparks, Happythankyoumoreplease, What If), el ratoncillo al que proteger; y Bill Murray, que se reserva un papel inolvidable en el desenlace.
En el capítulo técnico, la serie tampoco se queda corta. Cuenta con los mejores colaboradores de Joel Coen: el músico Carter Burwell -útil el recurso al personaje de la cantante del lugar para medir los saltos de tiempo- y el fotógrafo Frederick Elms, que acompañan con su realismo cotidiano la acción, y un diseño de vestuario sencillo a tono con el entorno doméstico rural. Cabe destacar también la cuidada cabecera.
El guión juega con líneas temporales a lo largo de 25 años, está repleto de diálogos inteligentes con ráfagas de humor -sarcasmo tantas veces- que suaviza el dramatismo y humaniza a Olive. Su primer capítulo es de situación y no aporta desde el punto de vista argumental, aunque es esencial para definir al personaje; el segundo es una joya y con la cita del poeta Berryman, “Líbranos de las armas y de los padres suicidas”, resume las heridas y motivaciones del personaje.
Si algo se les puede reprochar es la escasez de metraje -el desarrollo de la historia pedía más de cuatro episodios- y el arranque de la serie a mitad de tercer acto, anticipando el futuro con los preparativos del suicidio para retrotraerse después al comienzo de la vida conyugal. Es un recurso innecesario. En su defensa está la necesidad, que demanda la historia, de un punto de expectación que mantenga en vilo dos preguntas: por qué Olive es así y qué pasará al final del cuarto capítulo. Se lo perdonamos porque pesan mucho más los aciertos. A fecha de hoy cuenta con tres nominaciones a los Globos de Oro, incluyendo mejor miniserie o telefilme.
Ficha Técnica
- Creador: Frances McDormand,
- Guion: Jane Anderson,
- Intérpretes: Frances McDormand, Bill Murray, Jesse Plemons, Peter Mullan, John Gallagher Jr., Cory Michael Smith, Ann Dowd, Richard Jenkins, Brady Corbet, Rosemarie DeWitt, Zoe Kazan, Audrey Marie Anderson, Donna Mitchell, Martha Wainwright,
- País: EE.UU., 2014
- Dirección: Lisa Cholodenko
- Producción: Play Tone / As Is / HBO Miniseries
- Duración: Miniserie de 4 episodios (60 minutos cada uno)
- Emisión en EE.UU.: HBO (2.11.2014)
- Emisión en España: Canal Plus (3.11.2014)
- Público adecuado: +16 años