Querer

Querer: Heridas profundas

Casada y con dos hijos, Miren está a punto de tomar una decisión sorprendente: denunciar a su marido después de 30 años de matrimonio por abusos continuados dentro del matrimonio. A partir de este momento, tanto su familia como los amigos cercanos se adelantarán al juicio oral cuestionando la verdad de esta acusación que podría llevar a la cárcel a Íñigo Gorosmendi, miembro de una familia de la alta sociedad vasca.

Una de las decisiones más acertadas del guion de esta serie es su capacidad para sembrar dudas en el espectador y hacer que juzgue por sí mismo. Con la selección de un caso de abusos tan peculiar y las primeras reacciones que vemos en los personajes más cercanos a Miren, Alauda Ruiz de Azúa (que dirige todos los capítulos y coescribe el guion con Eduard Sola y Júlia de Paz) adopta un tono inicialmente distante y contenido. Así comienza un desarrollo que se define en el título de cada uno de los capítulos según avanza la serie: “Querer”. “Mentir”. “Juzgar”. “Perder”.

Con un argumento tan controvertido y actual que ha derivado en debates tan encendidos como habitualmente banales y polarizados, y una acumulación de leyes de evidentes carencias jurídicas, esta serie tenía que medir muy bien sus imágenes y palabras si quería aportar algo nuevo y diferente. Y precisamente esa es la sensación que transmite la historia: una intensidad derivada de un minimalismo veraz y sugerente que se cimenta en la planificación, el guion y la interpretación.

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Esta crítica completa se publica en el monográfico nº 12 (Fritz Lang) de FilaSiete. Esta revista en papel se puede adquirir por compra directa.

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