Scorpion

Scorpion: Una de cerebros

· Scorpion | Los capítulos tienen mucha acción, como se puede es­perar de una serie que dirige, casi exclusivamente, Jus­tin Lin.

Scorpion es un equipo de genios que, bajo la dirección del agente Gallo del FBI, interviene en situaciones ex­tremas, cuando las autoridades no saben cómo responder ante sofisticadas amenazas.

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Se presenta como «inspirada en la vida de Walter O’Brien», el humano con el mayor IQ jamás registrado: 197; y se recuerda que Einstein solo tenía un 160. El Wal­ter O’Brien real es fundador de una empresa informática llamada Scorpion, y es co-productor de la serie.

En los primeros capítulos, Scorpion no parece una em­presa, sino una ONG dedicada a acoger a genios aban­donados, grandes cerebros con escasas habilidades sociales, inadaptados que no saben qué hacer con su talento. Los miembros del equipo de O’Brien son To­by, un behaviorista, alguien capaz de analizar conductas a toda velocidad; Happy, una genio de la mecánica, y Sylvester, una calculadora ambulante. Este grupo de ta­lentos no logra salir adelante hasta que un agente del FBI les ruega que se hagan cargo de una amenaza inminente, algo a lo que la agencia es incapaz de enfrentarse pero que, él está seguro, está al alcance de sus poderosos cerebros.

El responsable de Scorpion es Nick Santora, creador, en­tre otros éxitos televisivos, de Prison Break. Es imposible saber qué relación tienen estos personajes con el auténtico equipo O’Brien; pero tienen mucho en co­mún con los protagonistas de las series CBS. Scorpion es una serie procedimental, es decir, que sigue un modelo fijo de investigación criminal, y en el que unos ge­niales investigadores lucen sus peculiares talentos; en el caso presente son un grupo más excéntrico y con más talento que la media -ya abultada- de los investigadores de la CBS. Hay que señalar que en uno de los epi­sodios colaboran con Hetty, de NCIS: Los Angeles; y que el episodio es un caso completo.

Los capítulos tienen mucha acción, como se puede es­perar de una serie que dirige, casi exclusivamente, Jus­tin Lin (los últimos Fast & Furious), lo que constituye uno de sus grandes atractivos, y es fuente de crí­ticas virulentas por igual: muy entretenida pero absolutamente increíble.

Conviene decir que, si bien es cierto que el punto de partida consiste en explotar la baza Mission: Imposible, gracias a un equipo de genios, Santora deriva pro­gresivamente la trama hacia los problemas persona­les de estos genios que querrían ser un poco más humanos y poder interactuar con gente normal.

Scorpion no es la genial serie de hackers que habría­mos esperado, pero es una serie entretenida, en la lí­nea de Numb3rs, cuyos personajes acaban por resultar en­trañables.

La CBS ya ha encargado la segunda temporada.