Stranger Things 2: No es una simple segunda temporada
· Como en la primera temporada, Stranger Things 2 apuesta por la nostalgia, los años ochenta se han convertido en una década mágica (a saber por qué).
Se trata de una opinión bastante unánime, la segunda temporada de Stranger Things tiene más de secuela de un largometraje importante, por ejemplo Alien, que de otra temporada de una serie de televisión. Se trata de una historia completa, una nueva miniserie con entidad propia, con un tema común.
Más de lo mismo
Los hermanos Matt y Ross Duffer tenían el mismo problema que J.J. Abrams cuando le tocó reanimar La Guerra de las Galaxias, lo principal era no defraudar a un público fiel, conservar todo lo importante de la trilogía original, contar la misma historia. En ese capítulo aciertan plenamente: seguimos en Hawkins (Indiana) -pueblo que acabará siendo más conocido que Springfield de Los Simpson-, y en los años ochenta. Y los protagonistas son la pandilla que conocemos y queremos, y que evoluciona muy bien. La historia comienza un año después de aquella gran aventura.
Los hermanos Duffer dirigen los dos primeros capítulos y se dan el gustazo de tomarse su tiempo, de hacer de guías del público por el pueblo y ubicar cada elemento: Joyce ha conocido a un hombre adecuado, un hombre sencillo de buen corazón; Will sigue en fase de recuperación y tiene pesadillas o visiones del otro lado; Mike continúa desconsolado por la desaparición de Once; Dustin y Lucas siguen igual que siempre, y se enamoran a la vez de una chica nueva, recién llegada al instituto, llamada Maxine y apodada Madmax. ¿Y Once? Como quedó apuntado en las últimas imágenes de la primera temporada, el jefe de policía Hopper la protege.
Al mismo tiempo que durante dos capítulos no sucede nada, mejor dicho, no hay mucha acción, aparecen diversos elementos de un nuevo misterio: en el primer capítulo se produce un robo en el que hay implicada alguien como Once; va a ser Halloween y la cosecha de calabazas sufre una extraña enfermedad; Madmax oculta un misterio, además del de si sustituirá a Once en el equipo; las pesadillas de Will… A partir del capítulo tercero la acción se dispara y, salvo el capítulo siete, todo es satisfactorio, incluido el final.
Nostalgia querida
Como en la primera temporada, la número dos apuesta por la nostalgia, los años ochenta se han convertido en una década mágica (a saber por qué), los productores cargan la mano, además de la banda sonora, en todo comparable a la anterior, las alusiones son continuas: arcade y videojuegos, Dragon Lair y Dig Dug, Los Goonies, Los cazafantasmas, y tantos otros; esta segunda entrega no puede ser original, no puede sorprender como la primera, pero explota el filón con una habilidad consumada.
Los chicos de Hawkins -y sus parientes y vecinos-, ya lo hemos dicho, conocen una evolución acertadísima: Joyce mejora de una manera notable con ayuda de Bob, quien es una gran incorporación a la historia; Madmax es otro acierto, aunque tiene más dificultad para lucirse; mientras que el jefe Hopper sigue creciendo a mejor; Dustin y Lucas, los más divertidos del cuarteto inicial, llevan el peso del equipo, han crecido pero siguen siendo ellos mismos, maduran, se interesan por Max, pero como corresponde a su edad, y naturalmente les han dado más tiempo de pantalla que antes. Will tiene un papel más complicado, el chico que fue abducido juega en el registro de terror más que en el de preadolescente, y se luce.
Llama particularmente la atención el modo como los guionistas recuperan a Steve, el antiguo y tonto novio de Nancy, que se ha ganado el derecho a ser protagonista.
No todo son aciertos
Hay unas líneas argumentales que no terminan de casar, por supuesto el capítulo siete, bello en sí mismo, no cuadra con el resto de la historia; el hermano de Max también está fuera de lugar; pero todo ello son simples detalles: fundamentalmente hay que decir que si el espectador esperaba algo diferente, esta historia no lo da, repite la fórmula que tuvo éxito; se trata de una decisión consciente, ofrecer más y mejor de lo mismo, que es lo que vendió en la primera temporada: amistad, familia, años ochenta, Spielberg, fantasía y un sincero homenaje a la serie B en la que se integra con entusiasmo. Y han vuelto a acertar.
Ficha Técnica
- Creador: Matt Duffer, Ross Duffer,
- Guion: Matt Duffer, Ross Duffer, Justin Doble, Jessie Nickson-Lopez, Kate Trefey,
- Intérpretes: Sean Astin, Winona Ryder, Finn Wolfhard, Cara Buono, Millie Bobby Brown, Matthew Modine, Charlie Heaton, David Harbour, Caleb McLaughlin, Gaten Matarazzo, Natalia Dyer, Joe Keery,
- País: EE.UU. (Stranger Things T2, 2017)
- Dirección: Shawn Levy, Andrew Stanton, Rebecca Thomas
- Música: Kyle Dixon, Michael Stein
- Duración: 2ª temporada (9 episodios de 50 minutos)
- Emisión en España: Netflix
- Público adecuado: +12 años (V)