The Confession: Secreto de confesión
Hace tres años Chris Young, presidente ejecutivo de Digital Broadcasting Group, y Kiefer Sutherland (24) revolucionaron el estilo de las webseries al afrontar la producción de un drama de acción en diez capítulos de seis minutos. Hasta ese momento, las series para internet eran territorio amateur, y su género estrella, la comedia, más ligera y fácil de seguir a través del iPad y el móvil que un producto complejo como el thriller.
La webserie se llamó The Confession y su éxito fue tal que un año después de su estreno en la plataforma gratuita Hulu, en 2011, fue comprada por AXN (http://la.axn.com/videos/series/confession). Ganó el premio Webby a la mejor serie dramática ese mismo año.
El reto de The Confession era ambicioso: había que lograr enganchar al espectador con una historia poderosa que no se perdiera en planos generales ni en giros rocambolescos. Y fue Sutherland quien dio con la clave: centrar la mayor parte de la tensión dramática en dos personajes, un cura y un sicario, cara a cara en el exiguo espacio de un confesonario. El sicario era el actor de 24 y el cura, nada menos que el veterano actor británico John Hurt. De poner en pie la historia y de la dirección se ocupó su amigo Brad Mirman, cuyo curriculum (Wanted, En un rincón de la Toscana, Resurrección) no es para echar cohetes, pero que esta vez acierta con una historia simple pero brillante. Curiosamente, Mirman ya fue guionista de Sutherland en Las últimas consecuencias, una de las pocas películas -bastante mediocre también- dirigidas por el propio Sutherland.
The Confession gira en torno a la paternidad, como subtrama. Y aborda realidades antropológicas profundas: el dolor, el odio, la venganza, el origen del mal en el ser humano, el sincero arrepentimiento, la justicia divina, la libertad humana, la repercusión de los actos, etc. Trata sobre la mala conducta de un padre como realidad existencial en el hijo, y pone el dedo en la llaga de cuestiones obvias pero muchas veces silenciadas.
Conjugar temas de tal calado con la tensión dramática es todo un logro. El 70% de la serie son las conversaciones en el confesonario, únicamente interrumpidas por flashbacks del asesino a sueldo en acción y por alguna salida incidental a la nave de la iglesia. Y como thriller funciona.
La razón es que Young y Sutherland no han tratado la webserie como un subproducto sino como cualquier otra ficción seriada, con presupuesto adecuado, valores de producción y buen reparto. El estilo visual es cinematográfico -el uso de la cámara, la iluminación, todo de alto nivel para que pueda verse en cualquier pantalla como en televisión-, se han cuidado los escenarios y el montaje combina sabiamente la intimidad de los primeros planos en el confesonario con los planos generales de acción de los flashbacks, algunos de los cuales -los más significativos para la historia, los más conectados con la subtrama- cierran episodio, dotando así de más dinamismo a la estructura. La música de Sean Callery (responsable de la banda de 24, además de varios episodios de Homeland, etc.) apoya y refuerza el tono de la serie combinando con acierto el thriller con la dimensión espiritual, a través de voces blancas, que sugieren la inocencia perdida.
Parte de la fuerza de la serie se la debemos a Kiefer Sutherland y a John Hurt, sobre todo a este último, cuyo registro dramático es amplio y rico, y ofrece un brillante arco de transformación de su personaje sacerdotal, además de asumir la focalización. El arco del sicario es mínimo, más bien nulo, pero es el motor de la acción y el narrador de la historia, y conforme avanza la conversación sobre su pasado aumenta nuestra empatía hacia él.
Otra parte del éxito se debe al guión que empuja con acierto la estructura episódica y la general. La acción arranca con el detonante de la amenaza. A partir de ahí se entabla el diálogo, inteligente y verosímil, que va impulsando la acción por medio de inesperados puntos de giro. No resulta fácil meter The Confession en un molde estructural, porque las evoluciones de la conversación son muy sutiles. Solo diré que en un momento dado se produce un cambio de sentido en la marcha que pone patas arriba la historia, y pese a lo rebuscado de la cuestión no cabe más que maravillarse. La resolución es una sucesión trepidante de clímax, obstáculos y reveses, sorprendentes en la aparente quietud del confesonario.
Ficha Técnica
- Creador: Kiefer Sutherland,
- Guion: Brad Mirman,
- Intérpretes: Michael Badalucco, John Hurt, Kiefer Sutherland, Max Casella,
- País: EE.UU., 2011
- Dirección: Brad Mirman
- Duración: 1 temporada de 10 capítulos de 6 minutos
- Emisión en EE.UU.: www.axn.com (14.3.2011)
- Emisión en España: www.axn.es
- Calificación: +18 años (V)