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The Good Doctor

Freddie Highmore interpreta con enorme naturalidad un personaje atormentado y adorablemente torpe en la comunicación con los demás

The Good Doctor: La sombra de House

· Aunque la historia ori­ginal de The Good Doctor está basada en una miniserie homónima co­reana, esta nueva ficción norteamericana tiene bastante que ver con House por­que el protagonista es un médico genial e imprevisi­ble.

David Shore (Londres, 1959) fue una de las figuras más importantes de la televisión en los años 90, con se­ries como Ley y orden, y en la primera década del si­glo XXI con House, uno de los pilares esenciales de la ficción pa­ra la pequeña pantalla. Aunque la historia ori­ginal de The Good Doctor está basada en una miniserie homónima co­reana de 20 capítulos emitida en 2013, esta nueva ficción norteamericana tiene bastante que ver con House por­que el protagonista es un médico genial e imprevisi­ble, con grandes dificultades en el trato personal con los pacientes.

Toda la serie se apoya en el trabajo inmenso del joven ac­tor protagonista Freddie Highmore (Londres, 1992), uno de los pocos niños prodigio del cine y la televisión que ha sabido crecer en los últimos tiempos. Siendo un ado­lescente ya mostró su capacidad en Descubriendo Nun­ca Jamás (2004) y Charlie y la fábrica de chocolate (2005). Pero el paso fundamental de madurez lo dio en la sensacional serie Bates Motel (2013-2017), 5 temporadas y casi 100 capítulos para hacer un despliegue interpretativo mostrando el deterioro psiquiátrico de Norman Ba­tes junto a una magistral Vera Farmiga.

En The Good Doctor, este actor veinteañero es protagonista y productor de la serie, algo que demuestra el pres­tigio que ha logrado en muy poco tiempo. Su personaje padece un autismo combinado con el denominado Sín­drome de Sabio. Al igual que el Dr. House es un genio sin ninguna empatía que ofrece soluciones insólitas a cues­tiones médicas que parecen imposibles. La diferencia es que él no es irónico, sino ingenuo y bondadoso.

Un gran mérito de la serie es que consigue hacer asequible al público medio los complejos problemas cientí­fi­cos que se proponen en un hospital. David Shore ya mos­tró en House que es un maestro en hacerse entender con la utilización de sobreimpresionados explicativos y un lenguaje que combina términos científicos y argumentaciones sencillas.

The Good Doctor (2017), de David Shore y Daniel Dae Kim

Freddie Highmore interpreta con enorme naturalidad un personaje atormentado y adorablemente torpe en la comunicación con los demás. Su mentor en el hospital también resulta muy cercano gracias al buen traba­jo de Richard Schiff, uno de los secundarios más reconocibles de la televisión (El ala oeste de la Casa Blanca, The Affair, Manhattan).

Altos índices de glucosa

Con todos estos elementos a favor resulta inexplica­ble que un creador tan experimentado como David Shore caiga en algunos errores básicos. Estoy de acuerdo con lo que dicen algunos críticos de televisión norteame­ri­ca­nos como Kelly Lawler (USA Today), David Wiegand (San Francisco Chronicle) o Maureen Ryen (Variety). A la serie le sobra música, decenas de flashbacks, personajes secundarios anodinos, sensiblerías toscas y diálogos simplistas. Es evidente que este tipo de ingredientes pue­den dar audiencia (de hecho, The Good Doctor es la se­rie más vista en Estados Unidos en estos momentos), pe­ro hacen perder credibilidad y recorrido a los distintos per­sonajes.

Aunque no se llega a un nivel tan bajo y efectista co­mo Anatomía de Grey, The Good Doctor está lejos de las primeras temporadas de House o de esa magnífica se­rie catalana de hospital titulada Pulseras rojas. O, por po­ner un ejemplo más reciente de dramedia con un uso prodigioso de flashbacks y banda sonora, This is Us es una serie que emociona y hace pensar al espectador con mu­cho más talento.

En definitiva, The Good Doctor es una producción tan ama­ble como desaprovechada que, en mi opinión, tendrá que mejorar mucho en el guion para mantener el interés de la audiencia. Por ahora he podido ver la primera mi­tad de la temporada y el paso de los capítulos no hace si­no subrayar sus aciertos y limitaciones.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU. (2017)
  • Fotografía: Eric Steelberg, John S. Bartley
  • Música: Dan Romer
  • Duración: 1 temporada (13 capítulos de 45 minutos)
  • Emisión en España: AXN España
  • Público adecuado: +16 años (SD)
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