The Night Of

The Night Of: Deletreando, con paciencia…

· Salvadas algunas zafiedades innecesarias, The Night Of es elegante y sutil, apoyada en diálogos inteligentes in­terpretados con las medidas exactas de expresividad con­tenida.

The Night Of es una miniserie que se alinea en el grupo de las producciones televisivas que piden paciencia al espectador. Este thriller judicial y drama carcelario es pau­sado y sugerente, a veces casi parece que deletrea los diálogos con escenas de una cadencia del mejor ci­ne negro. En realidad, ése es el género de este relato pro­ta­gonizado por tres grandes perdedores: el abogado con in­fecciones que le hacen caminar en sandalias por los juz­gados (John Turturro), el estudiante universitario de ascendencia pakistaní acusado de asesinato (Riz Ahmed) y el detective que se asoma a una solitaria jubi­la­ción (Bill Camp).

El primer episodio de la serie muestra a Nasir Kahn, un joven estudiante que por una noche «roba» el taxi de su padre para asistir a una fiesta a la que ha sido invitado. En el trayecto conoce a una chica atractiva y perdida con la que tiene una fugaz relación de sexo y drogas. Al día siguiente, al despertar, ella está muerta. Cuando el epi­sodio languidece hay una escena espléndida. El per­so­naje que interpreta John Turturro sale tarde de tra­ba­jar y cruza la mirada con Nasir casi pasando de lar­go. Pe­ro algo ha ocurrido. Ese chico es inocente y lo lleva en la mirada, pero tiene miedo y está convencido que sus rasgos y las circunstancias del asesinato hacen de él un caso perdido.

Se nota que los creadores de esta serie son dos guionistas que conocen el terreno que pisan. Steven Zaillian (En busca de Bobby Fischer, La lista de Schindler, Mo­neyball) y Richard Price (Melodía de seducción, Rescate, The Wire) modelan con precisión e ingenio una do­cena de personajes al borde del precipicio. La investi­ga­ción se sigue con interés, sin excederse en los giros exa­gerados y constantes que matan la credibilidad de es­te tipo de series.

El ritmo es seco, el tono oscuro. Apenas hay música, per­secuciones o diálogos a gritos. Pero hay mucho que con­tar: los personajes tienen un recorrido dramático ge­neroso que hace que a cada capítulo crezca la fascina­ción. Salvadas algunas zafiedades innecesarias, The Night Of es elegante y sutil, apoyada en diálogos inteligentes in­terpretados con las medidas exactas de expresividad con­tenida. Si Turturro hace todo un despliegue del personaje patético y a la vez brillante, el londinense de as­cendencia paquistaní Riz Ahmed (Rogue One, Jason Bour­ne) siembra la duda sobre su culpabilidad con una in­terpretación rica en miradas y silencios elocuentes.

Tampoco tiene desperdicio el personaje de la fiscal del distrito interpretada por Jeanne Berlin (Puro vicio, Ca­fé Society). Bajo su apariencia inofensiva de mujer po­co agraciada, hay una verdadera víbora que no necesita ve­neno: le basta con hacer preguntas para asfixiar al acu­sado.

Entre los directores de fotografía de la serie está uno de los mejores: Robert Elswit. Colaborador asiduo de Paul Thomas Anderson, ganador del Oscar por Pozos de am­bición. En The Night Of utiliza una paleta de colores in­quietante con un uso abundante del verde oscuro y di­ferentes gamas de grises. Unos tonos muy adecuados pa­ra enmarcar una ciudad dominada por la crueldad y el individualismo desesperanzado, con algunas luces de personajes que aún siguen luchando en medio de esa jun­gla urbanizada.

Fue una de las grandes finalistas en los premios de la televisión de este año: 8 nominaciones a los Emmy, 2 a los Globos de Oro. El American Film Institute la selec­cio­nó como una de las 10 mejores series o programas de TV de 2016.