The Old Man

The Old Man: Duelo interpretativo

En The Old Man un anciano viudo pasa su vida tranquilamente aguardando la hora de reunirse con su adorada Abbey cuando, una noche, un desconocido armado entra en su casa. Lo liquida de inmediato, demostrando una increíble pericia y sangre fría. Llama a su hija por teléfono y le dice que va a desaparecer. En ese momento también avisan a Harold Harper, directivo del FBI, para decirle que Dan Chase ha reaparecido. Ambos trabajaron juntos en Afganistán hace mucho tiempo. Hay secretos que no deben salir a la luz.

The Old Man adapta a la pequeña pantalla la novela homónima de Thomas Perry. Un thriller de corte clásico, al mismo tiempo que innovador. El lado serio de aquella gamberrada cinematográfica llamada RED. Una historia que habla de acciones y consecuencias, del bien y del mal, de responsabilidad. La serie está dirigida con muy buen pulso, la producción tiene empaque, los guionistas dosifican la información con mucha parsimonia. Cada capítulo desarrolla una parte mínima del/de los secretos que no conviene destapar. Hay una extraña relación amor/odio entre Dan Chase y Harol Harper que desemboca en un magnífico duelo interpretativo entre Jeff Bridges y John Lithgow. El casting ha sido cuidado con esmero, pero la pareja principal es un lujo que convierte The Old Man en una serie notable en lugar de un simple entretenimiento más dedicado al mundo de los espías.

No es un thriller perfecto porque la trama central, el secreto y lo que ocurrió en Afganistán no intereresan demasiado. Y porque al convertirlo en el McGuffin de la historia, al producirse la revelación final, al término del último capítulo, decepciona. Disfruten del desarrollo, disculpen el final.