Una maldición familiar

Una maldición familiar: DreamWorks se recupera

El viernes 27 de octubre Apple TV+ estrenó Una maldición familiar (Curses!), una magnífica serie de animación para niños en diez capítulos que mezcla la comedia de aventuras con un leve toque de terror infantil. La historia cuenta las aventuras de la familia Vanderhouven: Alex y su esposa Sky, y sus dos hijos Russ y Pandora. Los Vanderhouven son arqueólogos desde hace varias generaciones. Viven en la mansión que construyó hace más de un siglo el primero de ellos, el siniestro Cornelius Vanderhouven, para guardar el producto de sus razzias por todo el planeta: Cornelius robó sin escrúpulos objetos preciosos que pertenecían a las más diversas culturas del mundo. Consecuencia de sus fechorías es la maldición que afecta a la familia, todos los Vanderhouven terminan como estatuas de piedra. La serie comienza cuando Sky y sus hijos encuentran a Alex convertido en estatua. Descubren los artefactos «malditos» que hay en un sótano de la casa y deciden devolver cada uno de ellos a su lugar de origen, para corregir los errores de sus antepasados y levantar la maldición.

Cada episodio es una pequeña historia completa en la que un artefacto maldito vuelve a sus legítimos dueños, y el rescate de Alex se hace más próximo. Se trata de una serie muy divertida en el que los pequeños apenas sufrirán por los leves momentos de tensión y peligro que acechan a los Vanderhouven. Los protagonistas están bien perfilados, son creíbles y se puede empatizar con ellos. Son modelos fuertes que dan prueba de valor e integridad, pero también son una familia muy normal: se quieren y también discuten y hay roces entre hermanos, pero todo se supera a fuerza de cariño; llegado el momento, hay que dejarse de tonterías para salvar a papá. La serie es moderna, pero sin exagerar: hay mujeres fuertes y hombres también fuertes. El respeto a culturas antiguas y la denuncia de errores del pasado no supone una condena en bloque de la historia occidental. El miedo y la violencia son suaves, sin detalles desagradables y hay un par de elementos, Larry y Stanley, que proporcionan el llamado «alivio cómico». La serie también despierta la curiosidad por estudiar y aprender.

Una maldición familiar es obra de DreamWorks y de un equipo muy veterano. Destaca la calidad de la animación, dibujos excelentes a plumilla, fondos espectaculares, acabado finísimo que une los efectos digitales con el trabajo manual. El guion, pensado siempre para el público muy joven, es lo suficientemente sencillo para que ellos lo puedan seguir sin problema, pero no cae nunca en lo facilón, de manera que agradará también a los adultos que los acompañen. El ritmo es ágil, la banda sonora perfecta. DreamWorks sin duda espera recuperarse un poco del batacazo que supuso la niña Kraken.