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Vive cantando

Amena, divertida y, a veces, emotiva, pero no se acaba de dis­tanciar decididamente de otras series españolas que confunden autenticidad con zafiedad e histrionismo

Vive cantando

Vive cantando: Melodías de la calle

· Vive cantando es amena, con frecuencia divertida y, a veces, emotiva. Desgraciadamente, no se acaba de dis­tanciar decididamente de otras series españolas que confunden autenticidad con zafiedad e histrionismo.

«Esta soy yo. María Trinidad Almagro López. Aunque todo el mundo me llama la Trini. Bueno, de niña me decían Trini Turner. A mí es que de siempre me ha pirrao cantar. En el karaoke de mi barrio cogía el micro y no lo soltaba hasta haberme cantado el ca­tálogo entero, villancicos incluidos. Pero un día me marché del barrio. Quería triunfar, vender discos co­mo churros, cantar en estadios de fútbol. Ser una es­trella. Y en ello estoy».

Así se presenta la protagonista de esta serie mien­tras se prepara para su actuación con su vesti­do de lentejuelas y taconazos a juego. Pero no va a can­tar Mamma Mía en Broadway, sino La Bamba en una verbena del pueblo de Alcantarilla (Murcia). Cuan­do termina su espectáculo, entra en el cameri­no-caravana con un espectador al que acaba de conocer y con el que protagoniza una tópica escena.


En este inicio del episodio piloto aparecen los prin­cipales logros y desaciertos de Vive cantando. Jun­to al elenco de personajes y situaciones auténti­cas, muy de al pie de la calle, hay algunos errores imi­tados de las series españolas en que los conflictos, más que dramáticos, son epidérmicos y exagera­dos.

Los creadores y guionistas principales de esta se­rie han trabajado en otras dos que abrieron la ficción española a géneros novedosos como la cien­cia-ficción o el suspense con elementos sobrenaturales: Los protegidos y El internado. En esta oca­sión han incorporado ingredientes del musical, muy presentes en talents shows de tanto éxito como Mi­ra quién baila, Tu cara me suena o La voz. El argumento se centra en la vuelta de la Trini (María Cas­tro) a su barrio de toda la vida después de que su hermana divorciada le anuncie que le quedan me­ses de vida y que no tiene a nadie con quien de­jar a sus dos hijos y a su padre con Alzheimer.

En la vuelta de esta chica divertida y primaria ten­drá una especial importancia la reapertura del ka­raoke que dirige el antiguo novio de Trini (José Luis García Pérez). Cada capítulo tiene un par de ac­tuaciones musicales, muchas veces cantadas con bas­tante desacierto (algo normal en un karaoke de ba­rrio), de temas tan populares como Pero a tu la­do, de Los Secretos, Corazón contento, de Marisol, o Siete vidas, de Antonio Flores.

Vive cantando es amena, con frecuencia divertida y, a veces, emotiva. El reparto es espontáneo y hay per­sonajes muy creíbles como Asun, de profesión co­tilla, su hermano Mariano, antiguo futbolista del Ra­yo Vallecano que atiende un bar junto a su mujer Can­dela, y su hijo Jeco, un adolescente limitado intelectualmente pero de buen corazón. También resulta divertido el romance imposible entre Lucía (una chica cateta y de pasado turbio, magníficamente interpretada por Roko) y César, un idealista in­genuo al que da vida el siempre entonado Gor­ka Otxoa (Vaya semanita, Pagafantas). Aunque el mo­tor de la serie es la Trini, caracterizada con mu­cho talento por la pontevedresa María Castro, que en­tre 1995 y 2006 protagonizó una de las series de ma­yor éxito de la TVG: Pratos combinados.

Desgraciadamente Vive cantando no se acaba de dis­tanciar decididamente de otras series españolas que confunden autenticidad con zafiedad e histrionismo. Aunque hay diálogos certeros y conflictos dra­máticos bien desarrollados, también hay relaciones muy forzadas y giros sorprendentes poco creíbles. El lío entre la Trini y el motorista de Ba­chillerato con mirada rebelde y voz profunda a lo Mario Casas, el de Paula con su primo Jeko o el «colegueo» de varios adolescentes con la marihua­na, parecen recién salidos de un capítulo de Los Serrano, La que se avecina o Física o Química. De esta ma­nera, la serie no acaba de funcionar, faltan mati­ces y un desarrollo menos superficial, algo que ve­mos ya perfectamente integrado en buena parte de la ficción española: Pulseras rojas, El tiempo entre costuras, Niños robados, Isabel o Entre pipas.

Vive cantando ha obtenido una audiencia irregular pero bastante estable, logrando alcanzar más de 3 millones de espectadores en algunos capítulos. De es­ta manera se une a otras series de éxito de la parrilla de este trimestre en Antena 3 (El tiempo entre cos­turas, La cúpula), que están contribuyendo a que sea la cadena de televisión más vista en nuestro país con un 15% de audiencia, superando a Tele­cin­co (14,6%) y La Primera de TVE (12,4%).

Ficha Técnica

  • País: España, 2013
  • Dirección: Miguel Albaladejo, Iñaki Peñafiel, Inma Torrente, Javier Quintas, Alvaro Ron
  • Duración: 1 temporada de 13 capítulos de 70 minutos (anunciada el estreno de la 2º temporada en 2014)
  • Producción: Doble Filo (Grupo Secuoya)
  • Emisión en España: Antena 3 (estreno 3.9.2013)
  • Calificación: +18 años (XD)
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