Alma salvaje: Dando tumbos

El canadiense Jean-Marc Vallée dirige Alma salvaje, película caminera que traslada a la pantalla la novela autobiográfica de Cheryl Strayed. Se trata aquí, como es lógico, de valorar la película y no la supuesta peripecia vital de esta señora.

La película es un ir y venir del presente de una mujer que recorre solitaria una ruta de 1.700 kilómetros desde México a Oregón al pasado lejano -y al cercano y al intermedio- de esa misma mujer a la que pasan cosas muy tristes, en un alto porcentaje increíbles, tal y como se describen.

He de confesar que no me creo nada, quizás porque no está bien contado. O porque no valía la pena contarlo. Reese Witherspoon es una buena actriz, pero no puedes decir que salva la película, porque no la salva. El director de Dallas Buyers Club repite las estrategias de esa película, que tampoco me pareció gran cosa.

Si en esta especie de Camino de Santiago laico hay un cambio vital sería estupendo contarlo bien. Pero ya se ve que la autora del libro (habría que leer el libro, cosa a la que no estoy dispuesto, con lo cual confío en que la señora Strayed lo cuente mejor) y/o el director de la película no saben o no pueden hacer un retrato logrado de una mujer que se destruye para reconstruirse fuera de campo.

En ese sentido, la manera de cerrar la película, que va dando tumbos durante 115 minutos que parecen 300 sembrados de cartelitos informativos, es una tomadura de pelo.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Yves Bélanger
  • Duración: 115 min.
  • Distribudora: Fox
  • Publico adecuado: +18 años (X+D)
  • Estreno en España: 30.1.2015

Wild. EE.UU., 2014

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