
Making Of de Encadenados (1946), de Alfred Hitchcock
Making Of Encadenados, de Alfred Hitchcock | Durante la II Guerra Mundial, un agente secreto estadounidense, Devlin, entabla relación con Alicia, una frívola y temeraria joven, hija de un espía alemán recién condenado. Devlin propone a Alicia que trabaje para él en Brasil. Su misión será seducir a otro alemán, Alex Sebastian, que años atrás estuvo enamorado de ella e investigar sus conexiones con empresarios nazis.
Esta es la propuesta de una de las películas más valoradas por el público y la crítica de la historia del cine, con el sello inigualable de Alfred Hitchcock y el prodigioso guion de Ben Hetch. Una producción que contó con numerosas anécdotas y detalles que desgrana con enorme acierto Alfonso Méndiz en los seis capítulos publicados en FilaSiete a través de la sección Making Of.
En el primero de ellos, titulado “Orígenes del proyecto”, se explica que como tantos otros proyectos de David O. Selznick, también Encadenados nació en su casa de Los Angeles y bajo su influjo como productor. Parece que la idea del tema se le ocurrió a su analista Margaret McDonell, quien habiendo oído que Hitchcock quería hacer un filme con Ingrid Bergman «sobre una mujer entrenada y preparada para una delicada operación de espionaje, y quizás también verse obligada a contraer matrimonio», descubrió un cuento de trama semejante titulado The song of the dragon.

La segunda parte se detiene en las “Sucesivas versiones del guion”, ya que la película llegó a tener hasta cuatro revisiones, en las que se van incorporando las escenas más significativas como el descubrimiento de un cadáver en un salón de belleza en Río de Janeiro y la introducción del Macguffin en una primera forma: uno de los cómplices de Sebastian tiene en mente los planos para construir una potentísima arma.
En la tercera parte de este Making Of, titulada “Una historia muy «explosiva»”, vemos cómo Hecht y Hitch comenzaron a trabajar los diálogos y fue entonces cuando, en lo referente a la actividad secreta de los nazis, surgió la idea de la bomba atómica. Sin embargo, a Selznick la idea del uranio enriquecido le pareció demasiado absurda como para ser real.
Una vez desarrollada la trama, en la parte 4 (“La fase de producción”) Alfonso Méndiz expone la entrada en juego de la R.K.O., aunque Selznick dejó para el final algunas aportaciones decisivas: fue idea suya contar en los papeles principales con Ingrid Bergman, aunque antes había barajado también otros nombres, y Cary Grant, consiguiendo que sintonizase con Hitchcock.
La quinta parte, “Puesta en escena”, se centra en el rodaje de Encadenados, que puso de manifiesto el característico talento de Hitchcock para el suspense. La película se construye con relativamente pocas escenas, pero en todas ellas la tensión aumenta de forma progresiva.

Por último, la parte 6 (“Balance de la película”) saca a la luz algunas anécdotas curiosas -las escenas entre Bergman y Rains supusieron un problema: ella era más alta que él, lo que obligó al actor a caminar con calzas en muchas escenas- y ofrece los datos económicos de la producción: dos millones de dólares, divididos a medias entre Selznick y la R.K.O.

Si te gusta el cine de Hitchcock, FilaSiete acaba de editar una revista con un monográfico especial dedicado al mago del suspense.