Eva al desnudo (1950), de Joseph Leo Mankiewicz. Parte 3: Elección del reparto

· Eva al desnudo, Mankiewicz | Zanuck tuvo una idea brillante: llamó personalmente a Bette Davis, que había trabajado para la Fox y ahora estaba rodando La egoísta (RKO, 1951), y le envió secretamente el guión.

Tras leer La sabiduría de Eva, Mankiewicz había escrito a Zanuck recomendando la adaptación de ese relato a la pantalla y sugiriendo que el papel de Margo podría hacerlo Susan Hayward. Sin embargo, a medida que escribía el guión y Margo se afianzaba como una mujer de cuarenta años (Hayward tenía 31) se hizo cada vez más evidente que no podía hacer ese papel.

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A la búsqueda de Eva y Margo

En la contraportada del borrador del guión, Zanuck había anotado a lápiz las posibilidades para los papeles protagonistas: Claudette Colbert o Barbara Stanwyck para Margo, John Garfield o Gary Merrill para Bill Sampson, Celeste Holm para Karen, José Ferrer para Addison, Thelma Rtiher para Birdie. Perspicaz anotación para un simple bosquejo, porque ése sería casi al cien por cien el casting de la película.

Con todo, la elección de Margo supuso dar algunas vueltas. En primer lugar Zanuck propuso a Marlene Dietrich, a quien Mankiewicz admiraba, pero a quien no podía visualizar como Margo. En una segunda opción, acordaron hacer pruebas con Claudette Colbert, la primera idea de Zanuck, y enseguida firmaron con ella el contrato en el mes de enero de 1950. Con todo, no sería ella la definitiva Margo.

Mientras tanto, comenzaron a buscar a la posible Eva. Zanuck quería a Jeanne Crain, una popular actriz bajo contrato en la Fox, pero a Mankiewicz no le había gustado su última interpretación en Carta a tres esposas (1949), que él mismo había dirigido, y pensaba además que carecía de «la astucia y maldad de una víbora» que el personaje de Eva debía transparentar. Tras varias deliberaciones, en las que ninguno quería dar su brazo a torcer, llegó el anuncio del embarazo de Crain, y eso zanjó la discusión. Anne Baxter, que había estado bajo contrato en la Fox durante diez años, fue entonces llamada para ese papel. Y Mankiewicz volvió a llevarse el gato al agua.

Gary Merrill fue seleccionado casi de inmediato para interpretar al director Bill Sampson, el novio de Margo. Bajo contrato en la Fox por un corto espacio de tiempo, Merrill acababa de subir muchos enteros gracias a la excelente producción de Zanuck, Almas en la hoguera (1949), y esto le valió su elección para ese personaje. Con anterioridad, había trabajado en Broadway y en diversas dramatizaciones radiofónicas, por lo que estos dos filmes serían su catapulta definitiva a Hollywood.
Finalmente, Celeste Holm fue contratada para el papel de Karen, la esposa del guionista Richard Lloyds, personaje que fue interpretado por Hugh Marlowe; y Thelma Rither, por su parte, fue seleccionada como Birdie. Todos ellos estaban bajo contrato en la Fox. En vez de José Ferrer, cuyo fuerte carácter provocaba no pocos problemas en los rodajes, el antiguo intérprete de la Fox y veterano actor George Sanders fue lozalizado en Francia y contratado para la película. Con ello, estaba casi terminado el proceso de selección de actores. Pero aún habría dos sorpresas de última hora.

Un papel para Marilyn Monroe

Faltaba elegir al pequeño pero importante papel de Miss Caswell, a quien Addison presenta en el guión como «graduada en la Escuela de Arte Dramático de Copacabana». Mankiewicz recomendó a Marilyn -que había finalizado su contrato con la Fox hacía más de dos años- porque veía en ella ese toque de candor e inocencia que se le supone a una actriz principiante. Sin embargo, Zanuck estaba muy disconforme con los trabajos que ella había hecho para el estudio, y se mostró muy reticente. Aprovechando el impasse, el agente de Marilyn, Johnny Hide, reiteró una y otra vez la propuesta y Monroe acabó firmando el contrato. Tres a cero para Mankiewicz.

La última decisión de casting llegó pocos días antes de empezar la filmación. Claudette Colbert se fracturó una vértebra rodando otra cinta de la Fox, Regresaron tres (1950), y hubo que pensar en otra Margo. Según refiere Mankiewicz, la segunda opción para ese papel fue Gertrude Lawrence, quien leyó el guión y se mostró entusiasmada. Pero su abogado Fanny Holtzman, que debía aprobar todos sus contratos, insistió en que se suprimiera la escena en que aparecía borracha durante la fiesta que ofrece a sus amigos. Había que buscar una tercera opción, y se pensó entonces en Ingrid Bergman, que residía en Italia. Bergman leyó el guión y consideró la oferta, pero finalmente la rechazó porque no quería volver a Estados Unidos y, sobre todo, abandonar su adorada Roma. En última instancia, cuando ya todas las posibilidades medianamente aceptables parecían haberse agotado, Zanuck tuvo una idea brillante: llamó personalmente a Bette Davis, que había trabajado para la Fox y ahora estaba rodando La egoísta (RKO, 1951), y le envió secretamente el guión. Ella lo leyó durante la primera noche de principio a fin, y aceptó el papel de Margo que iba a cambiar su vida. El 7 de marzo de 1950 firmó el contrato con la Fox, a pesar de que estaba aún a la mitad de un rodaje para otra productora y que faltaban ya pocos días para que comenzase la producción de Eva al desnudo. Se iniciaba así la cuenta atrás para un rodaje que iba a sobresalir por las brillantes interpretaciones de los actores. Entre ellas, destacó especialmente la de la última en llegar: Bette Davis.

Eva al desnudo (1950), de Joseph L. Mankiewicz (parte 1)

Eva al desnudo (1950), de Joseph L Mankiewicz (parte 2)

Eva al desnudo (1950), de Joseph L Mankiewicz (parte 4)

Eva al desnudo (1950), de Joseph L Mankiewicz (parte 5)

 

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