Ariaferma: Enrejados

· Crítica de Ariaferma | Estreno 8 de abril de 2022.
· Di Costanzo lleva la película por un camino humanista y honesto contando con el talento visual de Bigazzi (es el director de fotografía de casi toda la obra de Sorrentino).

Los funcionarios de una cárcel en un montañoso paraje italiano saben que el recinto se abandona. Los presos van a ser trasladados a otras prisiones. Un grupo de doce presos tendrá que quedarse por problemas de útima hora, custodiados por unos pocos funcionarios.

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Leonardo di Costanzo (La intrusa, El intervalo) escribe y dirige una película áspera muy bien fotografiada por Luca Bigazzi, en la que la convivencia entre presos y funcionarios da lugar a un puñado de historias bien tramadas. La presencia de dos actores de extraordinaria valía, Silvio Orlando (inolvidable en la excelente Fuera del mundo) y Toni Servillo (que ya estaba al frente de la pequeña y hermosa Las consecuencias del amor, la película que más me convence de Sorrentino), es el alma de un conflicto en el que todos tendrán que afrontar una situación que les obliga a exponerse, siempre con los protocolos de la reclusión que unos y otros están obligados a cumplir. Tendrán que salir de sí mismos para encontrarse con el otro.

Di Costanzo lleva la película por un camino humanista y honesto contando con el talento visual de Bigazzi (es el director de fotografía de casi toda la obra de Sorrentino). No le interesa hacer una película de género. El que espere algo parecido a la excelente Celda 211 podría quedar defraudado. Ariaferma está más cerca de César debe morir, con la que los hermanos Taviani merecieron en 2012 el Oso de Oro en Berlín. Logra un tempo sereno, en ocasiones tedioso, que propicia el pensamiento del espectador sobre el misterio del mal, la cárcel y el muro, las puertas que se cierran y se abren, la convivencia y la redención, el peso de los días y la posibilidad de redimirse o al menos de intentarlo.

Las soberbias interpretaciones ayudan a comprender a unos y a otros, evitando el simplismo y sin forzar las situaciones. Los 117 minutos, una vez más juegan a la contra. Cuesta mucho trabajo entender que el director y los productores no perciban que no tiene sentido alargar historias que dan para 80 o 90 minutos. Piensen por un momento en los 87 minutos de la valiosa y reciente Josefina, de Javier Marco y Belén Sánchez-Arévalo, o en los 77 de la mencionada César debe morir.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Luca Bigazzi
  • Montaje: Carlotta Cristiani
  • Música: Pasquale Scialò
  • Duración: 117 min.
  • Público adecuado: +14 años
  • Distribuidora: Alfa
  • Italia, 2021
  • Estreno: 8.4.2022
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