59 Festival de Cannes: Gana El viento que agita el centeno, de Loach
El jurado del 59 Festival de Cannes, presidido por el realizador chino Wong Kar Wai, ha concedido la Palma de Oro a la película británica El viento que agita el centeno (The Wind That Shakes the Barley) del veterano Ken Loach (Nuneaton, Warwickshire, Inglaterra, 1936). Loach es un asiduo del festival francés que ya le había concedido dos galardones oficiales (premios del Jurado, en 1990, por Agenda oculta; en 1993, por Lloviendo piedras). En tres ocasiones, 1979, 1991 y 1995, fue premio FIPRESCI, otorgado por la crítica internacional.
La película está escrita por Paul Laverty, colaborador habitual de Loach desde 1996. El viento que agita el centeno cuenta una trágica historia ambientada en los enfrentamientos entre el ejército del imperio británico y los insurrectos irlandeses, que dieron lugar a la declaración de independencia de Irlanda en 1920 y a la posterior guerra civil. La cinta está protagonizada por el actor irlandés de 30 años Cyllian Murphy. Loach sigue fiel a su estilo de cine beligerante y pasional, con escaso espacio para los matices. En esta película hay un empeño llamativo por denunciar lo que Loach considera una herencia lastimosa y aún no suficientemente purgada por la sociedad británica: la prepotente discriminación racista y clasista que caracterizó el Colonialismo británico.
59 Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado
Flandres, del francés Bruno Dumont, ha ganado el Gran Premio del Jurado. El realizador se llevó el mismo galardón en 1999 por L’Humanité. Ambas películas comparten el gusto por la náusea, con naturalistas y sórdidos retratos de una sexualidad enfermiza. Flandres mezcla el sexo con una trama relacionada con la guerra, una guerra imprecisa. Cine festivalero y pedante, con ínfulas ideológicas, actores no profesionales y una realización que no se sabe si es voluntaria o involuntariamente pobre.
El premio a mejor director se lo ha llevado el mexicano de 42 años Alejandro González Iñárritu. Babel, su tercer largometraje después de Amores perros y 21 gramos, está protagonizado por Cate Blanchett y Brad Pitt. La película del mexicano era, según un amplio número de críticos, la gran favorita, con permiso de la española Volver. Almodóvar se ha tenido que conformar con el premio al guión.
Las seis actrices protagonistas de Volver ganaron el premio a la interpretación femenina, en una decisión muy discutible, que supone un evidente desprecio para la madrileña Penélope Cruz, una actriz de 32 años, ni mucho menos consagrada, que no había ganado hasta la fecha ningún premio de relieve internacional. Si Cruz hubiera recibido el premio en solitario nadie hubiera expresado el más mínimo reproche.
El mismo criterio usó el jurado para el premio al mejor actor: un galardón colectivo para los cinco protagonistas de la película Indígenas, del francés de origen argelino Rachid Bouchared, un homenaje a los voluntarios norteafricanos que, a pesar de humillaciones e injusticias, combatieron bajo bandera francesa en la Segunda Guerra Mundial.
Por último, Red Road, opera prima de la realizadora y actriz inglesa Andrea Arnold, se alzó con el premio del jurado. Arnold ganó el Oscar al cortometraje en 2005, con Wasp. Red Road forma parte de un proyecto liderado por el fundador del extinto movimiento Dogma, el danés Lars Von Trier. La idea es que tres directores hagan sendas películas con los mismos personajes. Los también daneses Lorne Sherfig (Italiano para principiantes, Willburg se quiere suicidar) y Anders Thomas Jensen (Hermanos) son coautores, con Andrea Arnold, del guión de Red Road, que cuenta cómo una empleada de una empresa de vídeovigilancia de Glasgow que trabaja supervisando las imágenes que transmiten cámaras instaladas en las calles de la ciudad, ve en una de las pantallas al hombre que mató a su marido y a su hija en un accidente.
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