La animadora britano-japonesa impartió la primera de sus dos masterclasses en la 14ª edición de ANIMAYO. Suzuki tiene experiencia docente y se le nota. Mucho. Fueron 90 minutos en los que pudo hacer un recorrido por su trabajo, respondiendo al final de la sesión a las preguntas de un auditorio lleno en el que muchos eran animadores profesionales o en formación.
Formada en la británica Arts University Bournemouth, Susuki aprovechó su dominio del japonés y el inglés para ofrecerse como voluntaria en tareas de traducción en el Festival de Animación de Nagasaki. Allí acompañó a Sylvain Chomet. Y aunque no había llevado su portfolio prometió al director que se lo mandaría. Chomet la enroló en la travesía de 4 años y 25 millones de euros que supuso El ilusionista.
El dinamismo de Aya Susuki es evidente. Si en la gala inaugural nos sorprendió bailando salsa con Damián Perea, director de ANIMAYO, es su masterclass sembrada de buen humor y recursos de comunicación para lograr atención y empatía fue desgranando su marcha a Japón para trabajar con Satoshi Kon y sobreponerse al fallecimiento del realizador durante la producción a causa de un cáncer.
El aterrizaje en El viento se levanta de Miyazaki le permitió trabajar con un artista enormemente cuidadoso en su manera de trabajar la animación 2D, incluyendo en una preproducción impresionante. No es algo habitual en el anime, donde se trabaja rápido, con presupuestos pequeños y con equipos de animadores (10-15 personas) comparados con las producciones occidentales.
En nuestro número de junio de la revista les contaremos más sobre el trabajo de una de las grandes protagonistas de la animación internacional.
ANIMAYO prosigue y mi sensación como veterano en festivales es que un Summit de estas características y con una excelente organización tiene muchísimo más interés que un festival convencional. Para profesionales, para críticos y para el público.
La sección Oficial de Cortometrajes a concurso programada sabiamente de 20:30 a 22:00 horas nos permitió comprobar que los problemas de guion del cine de acción real los comparte la animación. No les sorprenderá que les diga que la animación puede ser buena pero hay historias que no hay por donde cogerlas. Son cortometrajes o mediometrajes que en algunos casos están pidiendo a gritos que un senior adviser hubiera dicho algo con más fortaleza…
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