Inicio Noticias Actualidad del Cine Festival de Cannes 2016. Día 4. Pesos pesados

Festival de Cannes 2016. Día 4. Pesos pesados

Mark Rylance es el Gigante Vegetariano

Festival de Cannes de 2016. Día 4. Pesos pesados

· La película alemana «Toni Erdmann» aspira seriamente a llegar a la cumbre en el Festival de Cannes de 2016. Spielberg presenta fuera de concurso un cuento de Roald Dhal con guion de la fallecida Melissa Mathison.

Toni Erdmann, la película alemana, es la gran sorpresa del Festival de Cannes de 2016 hasta la fecha. Las películas del día fueron dos, Toni Erdmann –la de cal- y Agassi –la de arena-.

La cinta de la alemana Maren Ade (Karlsruhe, 1976) ha sido la sorpresa del Festival. Una comedia dramática de casi tres horas de apariencia simple que juega bien sus bazas. Hay un intérprete en estado de gracia, el veterano Peter Simonischek, que mantiene el tipo con un personaje que a priori parecía carne de sobreactuación.

La directora alemana Maren Ade

La historia mil veces vista –una problemática relación con el padre ausente- se va cargando hasta el estallido final en dos secuencias antológicas. Sin duda la mejor película del Festival aunque quizás demasiado simple, demasiado sencilla como para llevarse el primer premio. La ovación en el pase de prensa fue un justo premio a la dosificación del ritmo cómico.

A Chan Wook Park le vino mal su fulgurante éxito con la ya lejana Oldboy (2002) sin duda la adaptación del manga de … es una de las películas más influyentes de la década pasada. Tras una aventura americana, correcta pero descafeinada Stoker (2013), Park ha vuelto a la producción coreana. El filme plantea una mistura curiosa. Basada en una novela británica desarrolla una historia gótica en un elemento ajeno –el Japón de comienzos del siglo veinte- cuya perspectiva múltiple se despliega a lo largo de tres horas. Ni las ambiciones estéticas, ni el impulso comercial terminan de satisfacer; Agassi es tremendamente entretenida y plena de ideas de puesta en escena pero la indecisión tonal –un rasgo del cine coreano que en otras ocasiones funcionó como virtud- se apropia del conjunto dejando un regusto amargo. Se trata de un film erótico, de cruda sexualidad, algo que ha escandalizado a la colonia coreana presente en el Festival. Park llega tarde a la provocación, La vida de Adele le ganó por la mano hace tres festivales.

Spielberg lleva al cine un cuento de Roald Dahl

Fuera de competición Spielberg presentó su disneiana Big Friend Giant una suerte de retorno al reino de spielbergland. Según él nos contó en la rueda de prensa la película vuelve a los tiempos de Amblin cuando junto al dúo Kennedy/Marshall el director de E.T. alumbró sus clásicos relatos de iniciación. La película es deliciosa si bien no pasará a la historia como una de sus obras mayores. Hay un canto a la esperanza, una composición magistral de Mark Rylance y una banda sonora de John Williams que invita a la genuflexión.

Más allá del film, el contagioso entusiasmo del veterano director “vivo para mi trabajo en el cine, si no me llenase cada día hace tiempo que lo habría dejado y me dedicaría a navegar”, “el tema de mi cine es la esperanza, es mi motivación”, y su sentido homenaje a Melissa Mathison “ella era un ser excepcional” dan la medida humana de un creador excepcional. Spielberg es un cineasta entregado a la fantasía pero no deja de reconocer el trabajo de una guionista que abandonó la profesión tras su primer gran éxito –la Mathison dejó el cine tras E.T. para criar a sus hijos- un gesto heroico que rara vez la profesión reconoce.

Mark Rylance es el Gigante Vegetariano

Llama también la atención la asociación que se ha establecido entre el director y Mark Rylance, hay algo más que complicidad entre ambos, se trata de amistad verdadera presente en los gestos. Es difícil de explicar aunque el mismo Spielberg lo verbalizó: “no tengo amigos en la profesión, Mark ha sido una excepción”. Van a hacer dos películas más juntos y parece que habrá un papel para él en el nuevo Indiana Jones.

El festival entra en su ecuador con buenas perspectivas. Al agotamiento de los cines asiáticos le ha relevado un poderoso viento: las películas que vienen del Este –Rumanía, Rusia, Ucrania- son auténticas sorpresas, una tras otra. Qué siga el espectáculo.

Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil