Christopher Robin es el nombre de la producción de Disney, y también del hijo de Alan Alexander Milne, escritor y dramaturgo británico, quien en búsqueda de dibujarle una sonrisa a su pequeño, creó el cuento Winnie the Pooh en 1926.
Con esta obra llegó a los lectores de todo el mundo. El libro de relatos sobre las aventuras imaginarias del niño despreocupado, su oso amante de la miel y el resto de sus amigos animales del bosque de los Cien Acres, acompañado por las ilustraciones intemporales de E.H. Shepard, está considerado uno de los libros infantiles más populares de todos los tiempos.
Esta vez Disney nos trae a un Christopher Robin adulto, con preocupaciones y falta de tiempo.
La idea de abordar la historia desde esta perspectiva data de hace 15 años, cuando el productor Brigham Taylor, entonces un ejecutivo de producción en Disney, presentó la propuesta al estudio.
Durante una reunión con la ejecutiva Kristin Burr, ésta le animó a desempolvar el concepto y ambos comenzaron a desarrollar el proyecto juntos. «El estudio fue de gran ayuda al tomar personajes clásicos y encontrar formas de reinventarlos y contar historias nuevas, así que fue una especie de resurgimiento de la vieja idea que habíamos tenido», dice Taylor.
Una vez que se elaboró un guion de trabajo, Taylor y Burr se acercaron a Marc Forster, quien se incorporó al proyecto. El director de Descubriendo Nunca Jamás, Quantum of Solace y Cometas en el cielo, asumió el reto.
«Cuando sabes hacer reír y llorar a la gente en la misma película y eres capaz de contar la historia con integridad y anclarla en la realidad, y además darle ese toque de realismo mágico, es una gran satisfacción que te conecta con el público que quieres», dice Forster.
El director comentó que trasladar una historia sencilla y encantadora con un mensaje simple, y convertirlo en un largometraje, puede mejorar la vida. «Y en Christopher Robin vemos a un hombre que ha perdido de vista lo que le hacía humano y saca a relucir lo mejor que hay en él, al volver a conectar con su infancia, su imaginación y su capacidad para maravillarse».
Es así como la película, que ya se encuentra en la cartelera de los cines españoles, se convierte en una opción familiar, la cual ofrece entretenimiento y reflexión. ¿Para niños? Pues sí, para esos niños que ya crecieron y que tienen pareja, hijos y ocupaciones, y necesitan recordar la importancia de vivir en equilibrio.Suscríbete a la revista FilaSiete
