La Fundación Cajasol ofrece, dentro de su programa «Tramos de Cuaresma», un díptico cinematográfico en Sevilla titulado «Pasión, muerte y resurrección: conflictos cristianos en el cine contemporáneo», que contará con la proyección de las películas Ida y La Pasión de Cristo.
Jesucristo vive. Es una expresión que llena de contenido la fe y las obras de los que se llaman cristianos. Son personas que creen. Es interesante preguntarse en qué creen. En realidad, no creen principalmente en unas ideas, en un mensaje, en un código moral. Creen en una persona a la que aman. Y esa persona es Jesucristo, el Dios hecho hombre, un ser pasible.
«Una persona que padeció, murió y resucitó por mi». Con esa premisa (esa y no otra) el cine se ha acercado y se acerca al misterio hermoso y terrible de hombres y mujeres que siguieron a Cristo convencidos de que la muerte no es el final. Nos acercaremos a dos excelentes películas recientes. Son historias de Pasión, Muerte y Resurrección. Cine apasionado.
Conflictos cristianos en el cine contemporáneo: Ida, de Pawel Pawlikowski
El domingo 24 de marzo, a las 18:00 horas, se proyectará Ida (Pawel Pawlikowski, 2013), la película polaca ganadora del Oscar a la cinta en lengua no inglesa y de 69 premios entre los que destacan cinco European Film Awards (incluyendo película y director), el BAFTA a película en lengua no inglesa, el Goya a película extranjera, mejor película y director en los Premios del Cine Polaco y premio Lux del Parlamento Europeo.
Pasión, muerte y resurreción dominan la vida de Anna, una joven novicia de un convento polaco que en 1962, antes de hacer sus votos solemnes, debe emprender un viaje con una tia suya, fiscal en la implacable dictadura comunista. Ambas buscarán la verdad sobre la familia de la monja.
Pawlikowski en una conversación con José Havel, declaró: «La génesis de Ida fue un proceso largo. En primer lugar, había una serie de elementos históricos con los que estuve jugando durante todo este tiempo. Siempre me ha resultado interesante la época de principios de los 60 en Polonia (Yo quería crear una película de ficción en Polonia -la primera mía allí-, pero no ambientada en la actualidad, cuyas claves desconozco).
Los 60 era una época que yo recordaba desde la perspectiva de un niño pequeño y, a título personal, me resultaban muy atractivos, muy cercanos a mi corazón, los sentía muy íntimos. En parte, decidí situar el filme en ese tiempo por ese recuerdo infantil tan intenso. Recordaba de mi niñez imágenes, sonidos, olores, sabores, pero también tenía recuerdos obtenidos de los álbumes de fotos de la familia.
Ese período era también atractivo desde un punto de vista social, dada su originalidad: la Segunda Guerra Mundial había concluido no mucho tiempo atrás y el estalinismo había terminado recientemente. Se trataba de un mundo devastado, petrificado, muerto. Sin embargo, al mismo tiempo empezaba a verse una cierta vitalidad y juventud con el surgimiento del rock’n roll, del jazz, del pop, un mundo que también recuperaba esa juventud.
Por otro lado, hay otra pieza que ha tenido importancia en el largometraje: la fe. Pero no como una convención religiosa, sino como algo más trascendental. A menudo en Polonia existe, el tópico de hablar de los polacos católicos. Creo que esto no va más allá de una mera fórmula sociocultural. Mi intención ha sido hablar sobre una persona religiosa que no se definiera como la típica polaca católica, sino que tuviera una fe mucho más profunda y real, trascendental.
Alberto Fijo, director de FilaSiete, presentará la película y departirá con el público asistente al finalizar la proyección. Será interesante poner Ida en relación con la excelente Cold War, un drama ambientando en Polonía y París en los años 50. Estrenada en 2018, es considerada de manera unánime una de las tres mejores películas del año, nuevamente ganadora de múltiples premios, incluyendo la Palma al director en el Festival de Cannes y su triunfo nuevamente rotundo en los European Film Awards.
Conflictos cristianos en el cine contemporáneo: La Pasión de Cristo, de Mel Gibson
El domingo 7 de abril, también a las 18:00 horas, se podrá ver de La Pasión de Cristo (2004), dirigida por Mel Gibson. Es la película con calificación R (Restricted) con más alta recaudación en Estados Unidos, con 370 millones de dólares. Conviene recordar que la película se rodó en arameó, hebreo y latín. Gibson prohibió el doblaje, convencido de que la historia funcionaba con toda su potencia en las lenguas originales. Verla en una pantalla grande, en Panavisión, es una experiencia inolvidable.
Promocionada con una estrategia novedosa y original, la película financiada por el propio Gibson a través de su productora Icon, fue llevada a numerosas iglesias cristianas para que fuese conocida y debatida. En la actualidad, Gibson está inmerso en el rodaje de La Pasión de Cristo: Resurrección con guion de Randall Wallace (Braveheart).
El guion se basa en los relatos evangélicos y en el libro La amarga pasión de Cristo, compuesto por el poeta Clemens Brentano entre 1919 y 1924 recogiendo las visiones de la religiosa agustina alemana Anna Catalina Emmerich, canonizada por Benedicto XVI en 2012. El libro se publicó en 1833 y ha tenido una gran difusión.
En declaraciones a la agencia Aciprensa, Gibson señaló: «No es una historia de judíos contra cristianos. El propio Jesús era judío; su madre era judía y también sus doce apóstoles. Es verdad que la Biblia dice: «Él vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron». Yo no puedo ocultarlo. Pero eso no significa que los pecados del pasado fueran peores que los pecados del presente. Jesús pagó el precio por todos nuestros pecados. La lucha entre el bien y el mal, y el poder abrumador del amor están muy por encima de la raza y la cultura. Esta película habla de fe, esperanza, amor y perdón. Son realidades que servirían al mundo, especialmente en estos tiempos tan turbulentos. Esta película quiere inspirar, no ofender. […]
No hay nada de violencia gratuita en esta película. Creo que un menor de doce años no debería verla, a no ser que sea muy maduro. Es bastante fuerte. Nos hemos acostumbrado a ver crucifijos bonitos colgados de la pared. Decimos: «¡Oh, sí! Jesús fue azotado, llevó su cruz a cuestas y le clavaron a un madero», pero ¿quién se detiene a pensar lo que estas palabras significan realmente? En mi niñez, no me daba cuenta de lo que esto implicaba. No comprendía lo duro que era. El profundo horror de lo que Él sufrió por nuestra redención realmente no me impactaba. Entender lo que sufrió, incluso a un nivel humano, me hace sentir no sólo compasión, sino también me hace sentirme en deuda: yo quiero compensarle por la inmensidad de su sacrificio. […]
Tengo la esperanza de que esta película llena de coraje y sacrificio, inspire tolerancia, amor y perdón, que es lo que necesitamos en este mundo últimamente”.
Cristina Abad, subdirectora de FilaSiete, presentará y dialogará con el público al finalizar la proyección de esta excelente película.
Ambas proyecciones tendrán lugar en el Teatro Cajasol (Plaza de San Francisco -Sevilla-, entrada por c/ Chicarreros). Las invitaciones para cada película se pueden adquirir al precio de 1 € en la taquilla de la Fundación Cajasol (horario de lunes a sábado de 11:00 a 21:00 horas y domingo de 11:00 a 18:00 horas). Y para más información, la Fundación Cajasol pone a disposición los teléfonos 954 508 200 y 954 508 213, y su página web www.fundacioncajasol.com.