Es difícil que la crítica y el público coincidan tan rotundamente en la valoración de una película. En el caso de Wall·E todo el mundo, menos la academia, coincide en que se trata de una película enorme. Pixar es la fábrica de ideas más ingeniosa y creativa del cine actual.
En esta edición en DVD cobran protagonismo algunos técnicos generalmente poco conocidos, como los directores del departamento de edición de sonido, a los que se dedica un completísimo reportaje de 15 minutos.
Ben Burtt, uno de los legendarios editores de sonidos de la primera saga de Star Wars, cuenta en este reportaje cómo en el caso de Wall·E el sonido es fundamental por tratarse de una película casi muda. De esta manera cada eco, cada tono distinto, cobran una grandísima expresividad, como se puede comprobar fácilmente en la comunicación robótica que mantienen los protagonistas. Pero lo que sorprende fundamentalmente es el método de elaboración de esos sonidos: la mayoría provienen de técnicas artesanales utilizadas desde hace décadas pero que, según Burtt, son insustituibles por mucho que hayan evolucionado las técnicas de edición digital.
También hay un reportaje muy interesante sobre la historia de Pixar desde sus comienzos. Para cualquier aficionado al cine de animación este reportaje es esencial para entender la evolución de esta industria tras la crisis de Disney a mediados de los 90.
Por último, como es normal en Pixar, en esta edición especial hay un par de cortometrajes estrenados en cine junto con Wall·E. En este caso se trata de Burn-E y Presto, los dos muy buenos, al nivel que esta productora nos tiene acostumbrados, aunque en mi opinión Presto es probablemente el más divertido e ingenioso que recuerdo, una muestra más de la universalidad de la comicidad mímica y muda, que en este caso se desarrolla a partir de una sesión desternillante de un mago de chistera.
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