El Laberinto del Fauno
El Laberinto del Fauno

Guillermo del Toro habla de El laberinto del fauno: «Es la película de la que me siento más orgulloso»

Con motivo del estreno de El laberinto del fauno, Guillermo del Toro nos habla de su película: «Yo intento buscar una magia en los lugares donde no se espera que se pueda encontrar».

“Cuando rodé Cronos en México –señala Del Toro- nadie pensaba que fuera a funcionar. Es una película de vampiros, sin ninguna ironía postmoderna, romántica y llena de amor, pero que sucedía en una casa de clase media mejicana.

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Cuando hicimos El espinazo del diablo era una propuesta enormemente enloquecida, trasladar el romance gótico a España en el 39, a un edificio en medio del desierto. El laberinto del fauno sale ahora con una ruta similar, el mundo ha cambiado profundamente desde que hice El espinazo. En 5 años, del 2001 al 2006 el mundo se ha transformado de manera absolutamente para mí, aterradora. No sólo en el colapso de la diplomacia y cosas así, sino simplemente que la realidad más peyorativa es la que empuja y destruye la imaginación y destruye la voluntad y está destruyendo la pureza. Y eso de alguna manera me aterra. La reacción a estos cambios la busco a través de una película que sea hermana del Espinazo, una película melliza”.

F7: Dos películas mellizas: El espinazo como la película de niños y El laberinto como la película de niñas.

GDT: La idea era hacer películas paralelas: entre El espinazo El laberinto hay rima en estructura y en pequeños guiños de ojo, además de otras cosas: la visitación nocturna, la exploración nocturna…

Me gustaba la idea de esa niña, que llega con una madre a la que adora desesperadamente pero con la que no tiene absolutamente nada en común y que encuentra en otra mujer ajena una madre involuntaria. Esa historia me conmovía profundamente, la había vivido a nivel personal, y realmente me gusta mucho la idea de que esta niña de 11 años sea el personaje más fuerte, que hace frente de manera más abierta a los capitanes fascistas. Es bonito el choque entre esos dos universos tan opuestos.

Lo que me parecía, en ambos casos, es que era una guerra intramuros, que sucedía metafóricamente en una casa, entre padres, hermanos, vecinos, y eso permitía una sensación o una situación dramática que me parecía propicia para combinarla con los fantasmas. No me preguntes por qué, porque de verdad que no tengo todas las respuestas pero instintivamente así lo sentía.

F7: La violencia y el género fantástico: dos requisitos básicos en la construcción de su película.

GDT: La idea es mostrar, ya no tanto una circunstancia histórica puntual, porque no aspiro a hacer un cine que le muestre su historia a un país -por eso los hechos y los personajes están basados en cosas reales pero en ficción- sino que intento fabular acerca de la responsabilidad y de la obediencia, así como de lo terrible que es anular estas dos facultades. Eso es una fábula, algo que justamente nace del choque de la realidad más brutal con una fantasía que produce pensamientos e ideas. Pero si la realidad no es brutal y la fantasía no tiene la elaboración necesaria para provocar la imaginación, entonces el experimento falla.

Creo que buscar una magia en el mundo de castillos y dragones lo hace cualquiera. Yo intento buscar una magia en los lugares donde no se espera que se pueda encontrar. Ni la posguerra ni la guerra me parecen fenómenos mágicos. Me parece sin embargo, que la posibilidad de fabular sobre cosas o hablar de la posibilidad de la magia en medio de un medio totalmente ajeno es algo que me es muy familiar y que me gusta. Esos fenómenos me atraen, no como parte de la luz sino como parte de las sombras que representan. Yo creo y sostengo que, tanto en pintura como en cine, para que una cosa sea tridimensional y tenga forma se depende tanto de la luz como de las sombras, de manera que en las películas que hago son películas donde se oponen o contrastan elementos que en teoría no deberían combinarse. Estoy seguro de que algunas gentes opinan que no deberían combinarse, pero a mí me gusta esa concepción.

F7: El laberinto del fauno es su segunda aventura española.

GDT: Para un mejicano el cine español es importantísimo, la impronta de esa gente como ArandaErice, es tremenda. El cine español siempre ha formado parte integral de mi formación. Son películas que admiro. Lo que más me gusta del cine español es, evidentemente su gente, tanto técnicos como actores. Disfrutar de poder poner el punto de inflexión tan peligroso que tiene la película con la verdad en manos de ellos y de ellas y relajarse y disfrutar, es un privilegio. Yo recuerdo que había una frase que había  escrito que era dificilísima de Alex, del doctor, que era decirle al capitán una cosa que no puedo repetir porque se me saltan las lágrimas y cuando la dice y cómo la dice y cómo funciona, es un milagro.

Guillermo del Toro, director de El laberinto del Fauno
Guillermo del Toro, director de El laberinto del Fauno

Uno de los grandes orgullos de la película que me ha dado más alegrías es, no sólo la participación en Cannes, sino que desde El espinazoAlfonso Cuarón, Berta NavarroFrida y yo habíamos planteado una coproducción mejicana. Planteamos talento e inversión de parte de México y España para tener la doble nacionalidad.

F7: Ha contado para hacer su película con un presupuesto de 13’5 millones de euros y ha logrado una puesta en escena sencillamente asombrosa…

GDT: La película tiene una factura a nivel técnico que es inusitada para haber tenido un presupuesto tan ajustado. El laberinto tiene, no sólo en los momentos de batalla o en los momentos mágicos una propuesta visual que implicó que el 100% de lo que aparece en pantalla sea construido, sino que el único escenario natural es el bosque. Además, la propuesta de vestuario, de set y de decorados es muy audaz.

F7: Dígame algo del personaje de Sergi López.

GDT: Apuntalar un personaje como el de Sergi es muy difícil y nunca va a dejar de servir a su función como lobo feroz en la fábula, pero tampoco dará nunca gusto a quien busca un contraste artificial en función de una parte de democracia de caracterización. El personaje de Sergi tiene contrastes de fragilidad curiosos en la película. Es un tío poderoso que se asoma, vive a la sombra de su padre, atrapado en el reloj de su padre. Un momento que me encanta de la película, probablemente el que más me gusta a nivel de momento de cine, es cuando a ese personaje lo destroza una frase antes que una bala. Lo destroza una línea que le da Mercedes, antes de que le disparen. De hecho él está muerto antes de que le disparen. Pienso que esa fragilidad y ese momento de destruir las cosas de fuera viene de un deseo muy interno de destruir algo que odias en ti mismo y eso está en Sergi.

A mí me gusta mucho hacer películas sobre personajes que tienen una gran certeza, propia o ajena, y que el destino de la historia los transforma. Me gusta mucho la idea de un capitán Vidal, que efectivamente cree que está haciendo lo mejor por España y de una niña que tiene fe en las hadas y hacer un duelo de estas certezas y ver quién gana al final.

F7: La banda sonora está compuesta por Javier Navarrete, con quien ya trabajó en El espinazo.

GDT: Hubo una investigación casi de rigor científico porque hablando con Javier para la composición de la banda sonora, le decía que yo quería una película que saliera de una nana. Y la idea es que si algo asusta a los músicos prestigiosos es la melodía y una nana es melodía pura, no solo una melodía pura sino una melodía que debes de poder tararear casi segundos después de oírla. Empezó Javier a componer nanas que parecían compuestas por Penderecki Bach, y finalmente llegamos a esta nana dulcísima. En el momento en que la oí me hizo llorar y es la que se quedó como definitiva.

La música de Navarrete me hechizaba en El espinazo, pero creo que la banda sonora de El laberinto es muy superior.

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