Érase una vez en Hollywood (Once Upon a Time in Hollywood), el nuevo trabajo -dirección y guion- de Quentin Tarantino, se estrena el próximo 15 de agosto.
Quentin Tarantino vuelve a los cines con su novena y esperada película. Érase una vez en Hollywood, es un thriller ambientado en los años 60 del siglo pasado, está protagonizado por un destacado reparto encabezado por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, a los que acompañan actores de la talla de Margot Robbie, Bruce Dern, Tim Roth, Al Pacino, Timothy Olyphant, Kurt Russell, Dakota Fanning, Damian Lewis y Julia Butters entre otros muchos.
Érase una vez en Hollywood nos lleva al Los Angeles de 1969 y allí Tarantino recrea el tiempo y espacio de sus años de formación, cuando todo –los Estados Unidos, la ciudad de Los Ángeles, el mundo de estrellas de Hollywood e incluso las propias películas– está en un punto de inflexión y nadie sabía cómo encajaría el rompecabezas. Algo que por otro lado, también está sucediendo en el Hollywood de hoy en día, con cambio constantes y un futuro imprevisible.
En este contexto de 1969, está Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), la estrella de Bounty Law, una serie televisiva de éxito de los años 50 y 60, que esperaba pasar magistralmente al cine, pero esto nunca se materializó. Ahora, a medida que Hollywood avanza hacia una estética hippie, Rick está preocupado al ver que su momento ha pasado y se pregunta si todavía tendrá alguna oportunidad. “Rick Dalton es un producto de los años 50, un héroe de tupé, pero estamos en una nueva era y su tren ha pasado de largo” dice DiCaprio. “Al trabajar con Quentin vimos la historia de Rick Dalton como un viaje con una tremenda falta de seguridad en sí mismo, su incapacidad de agradecer la posición en la que está y lo que ya tiene. Ansía constantemente algo más”.
Al lado de Rick encontramos a Cliff Booth (Brad Pitt), un antiguo héroe de guerra y ahora el doble de acción de Rick. A medida que sus carreras evolucionan y las dificultades aumentan, la constante ha sido tenerse el uno al otro. Cliff ha demostrado su lealtad a Rick de forma reiterada, y viceversa, son la única verdadera familia que tienen. “Nuestros personajes están basados en la relación actor-doble. Pasar carreras enteras juntos era algo mucho más normal en aquella época” dice Pitt. “Hablamos sobre Steve McQueen y Bud Ekins, que formaron un gran equipo en La Gran Evasión, y hablamos sobre Burt Reynolds y Hal Needham. De hecho, pudimos incluso hablar con Burt, lo que fue una maravilla. Simplemente había una conexión mayor entre actor y doble de acción. Hoy en día todo es más transitorio. Cliff y Rick realmente cuentan el uno con el otro. El tiempo libre en un rodaje es más extenuante, si cabe, que el trabajo en sí, así que tener un amigo, un compañero, era lo más importante. Sigue siendo lo más importante”.
“Esta es una película única dentro de la filmografía de Quentin, y es la más emotiva” ha explicado el productor David Heyman. “De alguna forma mira al pasado, a lo que le ha influido y a las películas que ama, al periodo en el que creció y lo que le hizo quien es. Es una carta de amor a un Hollywood que ya no existe. Para Heyman el guion es conmovedor, divertido, emocionante, «una tierna historia sobre amistad”.
Por su parte, la productora Shannon McIntosh, quien ha trabajado con Tarantino en distintos puestos durante décadas, cuenta que “parte de lo que hace a la película tan especial es ver a Leo y Brad trabajar juntos. Los dos bordan estos personajes, trayéndolos a la vida de forma que te hace pensar que son familia”. Películas sobre vínculos así, y la oportunidad de un reparto del tipo Dos Hombres y un Destino, son raras en el sistema moderno, así que ambas cosas debían ser sólidas. “Probé con diferentes historias, y luego decidí que no, que no quería hacerlas pasar por la típica trama melodramática” dice Tarantino. “Quiero que sean tres días en las vidas de estos personajes mientras se mueven por Los Ángeles, y la historia se va desarrollando cada día hasta que llega un momento crítico”.
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