Estuvimos con… El director y los productores de El cosmonauta
El Cosmonauta | El largo, producido por Riot Cinema Collective, sigue la estrategia del crowdfunding, un método de recaudación a través de internet, por el que miles de personas aportan donaciones para llevar a cabo el proyecto.
La historia comienza en 1967, con la llegada de Stas y Andrei, dos jóvenes amigos, a la recién construida Ciudad de las Estrellas, donde los primeros cosmonautas se entrenan para ir al espacio. Hay una carrera contrarreloj para batir a los americanos en la conquista del espacio.
Stas y Andrei vivirán las intrigas políticas, las luchas de poder y los éxitos y fracasos de la majestuosa Unión Soviética en algunos de los mayores logros del siglo XX. Pronto conocerán a Julia, técnico de comunicaciones, con la que hacen buenas migas…
En un animado encuentro con los medios en Madrid, se pudo ver el tráiler oficial del largometraje. Unos pocos minutos que dan idea de la ambición de la película, de su hábil guión y de la magnética factura.
El largo, producido por Riot Cinema Collective, sigue la estrategia del crowdfunding, un método de recaudación a través de internet, por el que miles de personas aportan donaciones para llevar a cabo el proyecto. A partir de dos euros, cualquiera puede convertirse en productor de esta película, recibiendo como agradecimiento un welcome pack (formado por una chapa y dos pegatinas, un certificado de productor, entrada en el sorteo del traje de cosmonauta de la película y la aparición en los títulos de crédito).
Hasta el momento la película cuenta con 3.757 productores y 502 inversores privados que han aportado 242.454 €, la tercera cifra más importante del mundo con este sistema.
El equipo de producción de El cosmonauta decidió convertir la película tradicional en un proyecto transmedia, haciendo que además de la película central, se narre el universo del film desde diferentes plataformas: textos, fotografías, audios e imágenes alrededor de la historia principal.
El proyecto comenzó el 11 de mayo de 2009 a través de su página web, www.elcosmonauta.es. Desde entonces, en nuestro país casi todas las televisiones nacionales han hablado de ellos hasta en un total de 400 apariciones; han sido invitados para impartir conferencias en 50 ocasiones entre festivales, universidades e instituciones; y han impartido 150 conferencias, siendo objeto de estudio de numerosas tesis doctorales y másteres de publicidad en ocho países diferentes. Además, han logrado premios nacionales y europeos a la innovación.
Actualmente, el ratio de compra es por cada 100 € una correspondencia de un 0,01% de los futuros beneficios.
La historia se rodó en Letonia. Habrían querido hacerlo en Rusia, pero allí resultaba muy complicado por diferentes motivos, por lo que buscaron una producción asociada para conseguir esa estética y que pueda “lucir” de la misma manera.
A una semana de comenzar el rodaje se cayó la mitad del presupuesto, 120.000 €. Eso significaba que sólo se podría rodar la mitad de la película. Así que decidieron realizar una campaña de vídeo para internet buscando 400 inversores de 100 euros cada uno, y así conseguir al menos 40.000 euros, la tercera parte de lo que les habían retirado. En tres días consiguieron 131.000 €.
Desde un principio, no quisieron rodar en español. Lo lógico hubiera sido grabar en ruso, pero lo descartaron ya que era mejor hacerlo en inglés por el mercado internacional. El rodaje, que en tiempo estimado para una producción de este tipo hubiera sido de cuatro meses, se llevó a cabo en tan sólo ocho semanas, con noventa localizaciones, secuencias en las que aparecían hasta 60 figurantes, y un equipo técnico de 18 españoles que se trasladaron hasta allí, y otros 18 de Letonia.
Como ellos mismos dicen en todas sus conferencias y presentaciones: “Éramos suficientemente tontos como para pensar que podríamos cambiar el mundo”.
Una producción de este tipo podría costar unos 5 millones de euros, por eso nadie creía que con 290.000 se pudiera hacer un producto con tanta calidad. Ellos querían hacer una película, aunque no fueran a ganar dinero con ella. Ése era su sueño. Pero como dicen, no sólo lo han logrado, sino que han conocido gente para hacer otras películas en un futuro, han aprendido y han vivido una experiencia enriquecedora.
J. Carlos Martínez Balsells
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