Estuvimos con…
Guillaume Canet, director de Pequeñas mentiras sin importancia: «Como actor trabajas de una manera más física, como director de una forma más psicológica».
Presentó en la Mostra de Valencia su tercera película, Pequeñas mentiras sin importancia, en la que aborda la complejidad de las relaciones sentimentales. A sus 38 años este experimentado actor, guionista y director es una de las figuras más conocidas del cine francés.
En su película parece complicado esto de relacionarse, ¿realmente es tan difícil?
Guillaume Canet/ No todas las relaciones humanas son tan complicadas, pero la verdad es que muchas veces en las relaciones personales se cuela el egoísmo y la mentira. Las personas mienten para no herir a los demás o no herirse a sí mismos. No siempre es así, pero quería mostrar cómo las pequeñas mentiras son el origen, en determinadas ocasiones, de grandes problemas.
Parece partidario de decir las verdades y así no perder las amistades…
G. C./ Sí, por supuesto. Hay un proverbio francés que dice que no todas las verdades tienen que expresarse, pero no estoy de acuerdo. Hay que decirlo todo, buscando eso sí la forma correcta y el momento oportuno.
Le vemos muy crítico con la modernidad…
G. C./ Quería denunciar la prisa actual. Tratamos de vivir lo más rápido posible, a cien por hora, y hay que frenar. Estamos inmersos en una sociedad del zapping, que cambia constantemente y que no te deja tiempo para digerir los acontecimientos ni para cultivar las relaciones humanas. Quería demostrar que el dinero y el éxito no son lo importante. Hay que mirar más allá de uno mismo y pasar más tiempo con los seres queridos, eso sí es importante.
Y para correr menos y vivir más…
G. C./ Es un problema mundial, pero siempre se pueden tomar soluciones individuales. Por ejemplo, hoy la televisión nos ofrece un montón de canales… pero está la opción de apagarla, ¿no?
No se anda usted con remilgos para retratar a algunos personajes masculinos…
G. C./ Es cierto y es intencional. Pienso que en la sociedad actual -y desde la incorporación de la mujer al mundo laboral- los hombres son más frágiles, más infantiles. Aunque externamente no lo parezca, casi siempre es la mujer la que lleva las riendas de una relación.
Actúa, escribe, dirige. ¿Cuál es su trabajo preferido?
G. C./ Me gusta todo, en cada faceta disfruto y aprendo. Pienso que es un lujo poder ponerse delante y detrás de una cámara. Por otra parte, como actor trabajas de una manera más física y como director de una forma más psicológica.
¿En qué anda metido ahora?
G. C./ En breve estreno Last night, una película con Eva Mendes, Keira Knightley y Sam Worthington. Voy a rodar dos cintas francesas y estoy trabajando con James Gray (Two lovers), escribiendo el guión de un remake de la película Lazos de sangre.
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