“Yo soy Espartaco” quedará como una de las frases míticas de su carrera y de la historia del cine. Fallece Kirk Douglas, un icono de Hollywood del siglo XX.
A los 103 años de edad, y tras una lucha titánica contra el tiempo, ha fallecido esta pasada madrugada el famoso actor, director y productor estadounidense Kirk Douglas, última leyenda viva de aquel Hollywood de mediados del siglo XX. Nacido en el estado de Nueva York el 9 de diciembre de 1916, pasará a la historia por sus inolvidables papeles en infinidad de películas como Retorno al pasado, El ídolo de barro, El gran carnaval, Cautivos del mal, 20.000 leguas de viaje submarino, Duelo de titanes, Senderos de gloria, Los héroes de Telemark, El compromiso, El día de los tramposos, La furia…
Pero si una película le marcó y le catapultó a la fama eterna fue, sin duda, Espartaco (1960). La historia del esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato se llevó 4 premios Oscar en 1961, entre ellos el de mejor actor de reparto (Peter Ustinov), fotografía, vestuario y dirección artística. Kirk Douglas no solo protagonizó esta cinta sobre la rebelión de los esclavos (73-71 a.C.) contra la República romana, sino que la produjo a través de su propia compañía, Bryna Productions. A pesar de sudar tinta para sacarla adelante, y con un coste de 12 millones de dólares, Espartaco recaudó 14 en su primera semana en EE.UU., convirtiéndose posteriormente en una superproducción histórica.


Douglas había tenido una vida muy azarosa antes de dedicarse al mundo del cine. Había trabajado como boxeador y botones para poder estudiar arte dramático, y a finales de los años treinta pudo interpretar algunos papeles en diversas producciones de Broadway. Su carrera cinematográfica se inició al término de la II Guerra Mundial gracias a la intervención de Hal Wallis, quien le dio una oportunidad en El extraño amor de Martha Ivers (1946).
Sin embargo, y a pesar de su destacada carrera cinematográfica, Kirk Douglas solo se llevó un Oscar a su palmarés, el Honorífico que le entregaron en 1996. Sí sumó tres nominaciones a mejor actor principal por El ídolo de barro (1949), Cautivos del mal (1952) y El loco del pelo rojo (1956).
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