Fernando Velázquez, compositor de música de cine, en Villanueva

Fernando Velázquez
Fernando Velázquez

Fernando Velázquez, compositor de música de cine: «El mundo audiovisual posee la particularidad de cambiar muy rápidamente, de modo que o estás, o no llegas»

En un encuentro con estudiantes de Periodismo y Comunicación de Villanueva, el compositor bilbaíno Fernando Velázquez contó su trabajo en el cine y la forma en que la música da sentido y cohesión al relato audiovisual.

Tiene 35 años y le gusta su trabajo. Es de los que piensa que las cosas salen con trabajo duro, llegando todas las mañanas al estudio con ganas o sin ellas. Gasta una broma sobre su modo de vestir, sencillo, nada llamativo («a mi madre le gusta y así no tengo que dedicarle tiempo a pensar cómo voy…, os comunico que es posible dedicarse a esto y llevar náuticos»), y se mete al auditorio en el bolsillo. Le encanta hablar de su trabajo y las preguntas surgen desde el primer momento. Feeling, que se llama.

«¿Que cómo conocí a Juan Antonio Bayona? Un encuentro fortuito. Y de este encuentro tan fortuito surgieron las primeras notas musicales de Lo imposible, la película española más taquillera de la historia». El responsable de esta partitura es Fernando Velázquez, quien a sus 35 años ya ha obtenido dos nominaciones a los Premios Goya por El orfanato y la citada Lo imposible.

La música como autor

Velázquez incidió en la función que tiene la música para un compositor. «La música me ha servido para hacerme preguntas; me ha servido de todo: de estímulo, de frustración…», señaló. Añadió además que «la banda sonora en una película permite mostrar lo que no pueden decir las palabras, de modo que muchas veces actúa como discurso moral de la misma».

Sin embargo, el proceso de composición para una película no es nada fácil. Acompasar lo que quiere el director con las intenciones del músico es a veces imposible: «Por un lado, se me quiere por lo que hago, pero por otro, se me condiciona». No obstante, Velázquez reconoció que cuando compone para otro, la propia limitación le inspira.

La banda sonora de Lo imposible

Sin lugar a dudas, su trabajo en Lo imposible ha sido uno de los más reconocidos en lo que lleva de carrera cinematográfica. La magnitud de la historia y las repercusiones que ha tenido sobre tanta gente le exigieron un esfuerzo mayor. «Yo quería ser muy respetuoso con todo. A pesar de que yo tenga una visión trascendental de la vida, no podía transformar una película que solo pretende ser humana en algo trascendente», afirma.

Aunque admite que a algunas personas no les ha convencido, Velázquez señaló que «el personaje en el que está basada la historia sí se ve identificado en la música». Porque la historia de Lo imposible es la historia de María Belón, la superviviente real del tsunami que azotó la costa de Tailandia en 2004.

«Lo imposible no hace referencia al hecho de permanecer o no con vida; lo imposible es la pregunta que se hace el superviviente, que se mueve entre la gratitud y el saber que no ha hecho nada para merecerlo», explicó a raíz del testimonio de María. Como ella, muchos han quedado sumergidos en un complejo dilema: «Yo me voy, pero dejo a 200.000 muertos detrás de mí». Este fue uno de los motores que le movió a Velázquez a construir la melodía principal de la película.

«Ya estáis creando al querer crear»

Igualmente aprovechó la ocasión para hablar de la situación actual del cine y las nuevas oportunidades que se están abriendo paso. Respecto a la relación entre música y cine, apuntó que «es una convención eso de que las películas de animación tengan que llevar más música», al tiempo que subrayó que «si bien el gusto se debe educar, solamente depende de la sensibilidad de uno mismo que una música te guste o no».

Por otro lado, recordó a los estudiantes de la universidad que el mundo audiovisual posee la particularidad de cambiar muy rápidamente, de modo que «o estás, o no llegas». Asimismo, les animó a no pedir permiso a la hora de contar historias. «Tenéis que ser conscientes de que ya estáis creando al querer crear».

Luis Olábarri

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