· Constantino Martínez-Orts, Director y fundador de FSO: «Este evento de Star Wars es una celebración extraordinaria, una fiesta de cumpleaños por todo lo alto».
Constantino Martínez-Orts (Madrid, 1977) es director de orquesta, es compositor, es accesible, cercano, amable en las distancias cortas. Desborda entusiasmo en sus conciertos y disfruta llevando su espectáculo de música de cine por todos los rincones de España. No tienen patrocinios, pero el público los apoya, aplaude esta oferta lúdico-musical novedosa en España comprando hasta la última entrada disponible. Le quieren copiar, pero la fórmula de esta «Coca-Cola» sinfónica no es posible copiarla porque está en él, en su tesón, en su entusiasmo, en su liderazgo de un elenco de músicos profesionales que cuidan al detalle cualquier actuación. Sus conciertos son un éxito, pero en el reverso del éxito está la renuncia, el trabajo constante y bien hecho.
Ahora, conmemorando los 40 años del estreno de la primera película de Star Wars, ofrece una gira galáctica. Quizá es más relevante conmemorar los 50 años, «pero no sé donde estaré dentro de 10 años». Por eso, aquí y ahora, este especial de la música de las Galaxias. Madrid, Zaragoza, Valencia, Barcelona, San Sebastián, Valladolid, Sevilla, Granada, Cartagena… Constantino Martínez-Orts. Espectáculo. Entusiasmo. Pasión. Música de cine. Star Wars. Hay algo, o mucho, de Jedi, en este hombre. La fuerza le acompaña a él y a los suyos. Y el público lo disfruta. No nos va a revelar el secreto de la «Coca-Cola», pero charlar con él nos dará algunas pistas de la clave del éxito de la Film Symphony Orchestra. ¡Música maestro!
[A punto de comenzar esta entrevista le llaman de RNE]. Tienen buena relación con los medios de comunicación, por lo que veo.
La verdad es que sí. No solo ofrecemos un espectáculo, hay un compromiso serio con la música de cine en su raíz y esencia. Partiendo de la base de que soy un gran fan y conocedor de la historia del cine y de la música de cine. Los medios y el público han visto que por nuestra parte no es algo caprichoso, ni accidental, ni oportunista con la moda de la música de cine en directo que hemos puesto en marcha nosotros. Estoy colaborando con programas especializados en esta materia, como por ejemplo uno de RNE, Gente despierta, y grabo donde me pille. Me piden prólogos para libros de música de cine y reseñas para festivales. Nos sentimos apreciados por los medios.
¿De dónde le viene su afición al cine?
No lo sé [risas]. Porque no vengo de una familia cinéfila. Sí que es cierto que el cine fue para mí un punto de punto de inflexión en mi infancia, el sinfonismo posromántico de John Williams en E.T.… yo era muy pequeño pero me enamoré de este sonido, de la música clásica, digamos. Estudié en el Conservatorio en Valencia y luego me especialicé en música de cine, hice un máster en Londres. He sido un poco ese niño rarito que escuchaba música clásica.
¿Cuál es la historia de la Film Symphony Orchestra?
El origen es paralelo al mío. Al acabar mis estudios de composición en España, y tras mi paso por Londres y Nueva York, observé el cambio que estaba viviendo la música en las películas. Hace décadas se trataba de una manera distinta, recuerdo que siendo jovencito compraba los discos de John Williams al frente de la Boston Pops Orchestra, donde ya tocaban en los 80 la música que traemos a España ahora de Star Wars. Williams adaptaba los temas que consideraba más interpretables para conciertos, los adaptaba, los arreglaba para que se pudieran tocar en cualquier lugar. Lo que sí me llamó la atención fue que en todas las grandes ciudades del mundo la música de cine formaba parte de los programas de los teatros y auditorios, con orquestas de primer orden, cosa que en España no ocurría con frecuencia, incluso aquí a veces la música de cine era como un bolo maltratado. Debido a mi amor por el cine, y con esa inquietud, montamos este proyecto de poner la música de cine en el escenario con el respeto y el cariño que se merece. Y vemos que el público lo está apreciando.
Es una idea que venía gestando sabiendo los programas que John Williams había desarrollado. Esto me ha pasado con varios temas, pero este de Star Wars lo tenía claro. Llegó el 40 aniversario y pensé que podía ser el momento oportuno, quizá fuera más relevante el 50, pero digo, dentro de 10 años no sé dónde estaré. Así que es el momento y vamos a hacerlo, aunque nos pille un poco a caballo entre el pasado tour y el próximo de octubre. Hemos querido enfocarlo como una celebración extraordinaria, vistiendo a la orquesta con todas nuestras galas, hacer una fiesta de cumpleaños por todo lo alto y con un espectáculo de iluminación muy novedoso. Siempre hemos querido hacer una orquesta menos encorsetada, sin los clichés de la orquesta de música clásica.
Además, estamos teniendo una gran acogida y el programa funciona muy bien. Cada tema es espectacular y nuestros fans van a disfrutar mucho. Ya lo estamos notando en los conciertos que hemos dado… Es algo fantástico, llevamos temas que caracterizan a personajes, batallas, persecuciones galácticas… Es un programa sinfónico muy variado. A los fans de Star Wars les va a encantar, igual que a los seguidores de la música de cine en general, porque John Williams es garantía de calidad. Los amantes de la música sinfónica en general también se van a enamorar, como han podido hacerlo con una sinfonía de Strauss o Tchaikovsky. Es una música muy asequible para cualquier tipo de público, muy ecléctica, para cualquier melómano sinfónico estándar.
Fue George Lucas quien le pidió ese tipo de música más cercana, que se inspirara en los clásicos del posromanticismo y del cine. Williams bebe de talentos como Max Steiner o Alfred Newman. En aquella época, las grandes bandas sonoras habían pasado de moda, estaban triunfando los sintetizadores, y sin embargo se vuelve a un sonido sinfónico de trombones y violines. Uso de músicas antiguas preexistentes, fragmentos de Los planetas, de Holst, La consagración, Kings Road… Star Wars se nutrió de todas estas músicas, y no es plagio, es inspiración.
¿Hay idea de seguir esta línea y realizar algún otro especial con otras sagas con alta capacidad de convocatoria, como El Señor de los Anillos o Harry Potter?
Hay sagas con músicas muy buenas. Lo que ha hecho John Williams en Star Wars acerca de la caracterización del leit motiv de cada personaje con una melodía o motivo musical, también lo ha llevado a cabo Howard Shore en El Señor de los Anillos. Sí que es posible, que hagamos algo, algún tipo de monográfico. Lo que pasa es que tenemos que medir cada momento, somos una iniciativa privada que nos lo jugamos mucho en cada montaje. Tenemos que estudiar muy bien cuándo, cómo y dónde hacerlo.
¿Habrá antes o después algún monográfico sobre Hermann con Hitchcock?
Efectivamente, tanto con Hitchcock como en otras películas como Ciudadano Kane o Las aventuras de Simbad. Hay muchísima música de Hermann. Me encantaría también poderlo realizar, pero habrá que esperar el momento.
Dado su éxito, ¿han surgido imitadores? ¿Hay orquestas que ofrecen una oferta parecida?
Sí han surgido y, tal como surgen, desaparecen. Por una parte es bueno que le imiten a uno, que intenten descubrir la fórmula de la Coca-Cola. Al principio me enervaba mucho, me dolía que me copiaran por todas partes, pero después reflexioné y me di cuenta que es normal, que a Coca-Cola también la imitan. Los modelos de éxito tienen su copia. Pero al final la gente elige aquello que tenga algo especial. Nosotros tratamos la música de cine con mucho cariño, con respeto, con gran calidad de orquesta, todo esto nos posiciona en un punto que creemos es el más alto. Con trabajo y marca seguimos triunfando.
Hay unas licencias por imágenes bestiales… sí, evidentemente un montaje con proyección encarece todo mucho más. Necesitas una gran pantalla, un proyector, proyeccionista, una serie de licencias, montaje de vídeo… Nosotros, de momento, hemos pensado solamente en espectáculos de proyección cuando el montaje así lo requiera, por ejemplo, cuando con Frozen tocamos la banda sonora sincronizada con la película.
No creo que debamos meter un montaje de imágenes cuando no viene a cuento, inconexo, sin sentido. Es caprichoso y la orquesta queda desdibujada. Nuestros músicos y yo, como director, somos parte del espectáculo, no debemos desviar la atención. Una pantalla distrae con las imágenes, disipa el efecto emocional de la propia música.
¿Siguen funcionando actualmente por proyectos o en breve se convertirán en una orquesta fija?
De momento no tenemos una programación estable, pero el programa de conciertos que tenemos es brutal, este año hemos estado en más de 50 eventos: 30 o más del tour, los 13 de Star Wars y los eventos de empresas y privados. A mí me encantaría tener una programación estable, pero esto es complicado en términos presupuestarios, a no ser que alguien nos patrocine. Me encantaría porque podríamos hacer programas de música de cine más específicos, que no tuvieran un interés tan global, con un público especializado… por ejemplo, hacer un programa con El acorazado Potemkin junto con la proyección de la película. Nos encantaría, pero de momento no podemos y nos centramos en los proyectos, los cuales van cogiendo una proyección enorme.
Cuando cierran acuerdos con empresas privadas, ¿van con toda la orquesta al completo?
Como siempre, depende de un presupuesto; al fin y al cabo, vendemos un producto cultural. De todas formas, soy de los que piensa que cualquier evento merece todos los instrumentos y personas de nuestra orquesta, reducirlo en demasía me parecería estafar al espectador. Dicho esto, en los eventos privados, sobre todo en espacios más pequeños, sí nos hemos adaptado a las circunstancias, con música más de jazz, por ejemplo con los éxitos de La La Land, o de series de TV como Juego de Tronos o The Big Bang Theory.
Sí, son difíciles de encontrar y costosos de adquirir. Por mi formación, sé dónde buscarlos, pero cuando no sé, movemos cielo y tierra para encontrarlos.
¿Sigue componiendo?
Compongo poco, porque no tengo tiempo, y prefiero hacerlo bien. En la gala de los Goya sí compuse cosas, con un estilo cinematográfico glamuroso. Entro en proyectos muy contados, me encanta componer. Como hijo único, he estudiado mucho en soledad, estuve 8 horas al día delante del piano durante muchos años. Cuando conocí la música coral y de cámara, para mí fue maravilloso, trabajar con mucha gente alrededor.
Ahora estoy disfrutando mucho de la dirección y huyo de la composición. Aunque tengo ganas de que me lleguen proyectos, desde la Gerencia de la FSO es difícil despegarse de la gestión día a día, al fin y al cabo me está dando muchas alegrías. Quizá esta etapa de mi vida sea la más alejada de la composición.
Un compositor, ¿cómo se inspira? ¿Trabaja rodeado de silencio?
Es necesario el silencio, sea con el instrumento o con el papel. Hoy en día, con mi grabadora del móvil, guardo muchas ideas, sea en el tren o paseando, hasta nadando me vienen ideas. Eso sí, mentiría cualquier compositor que diga que no se ha inspirado en nadie. Los legados están para renovarlos o para empezar una nueva construcción desde ahí, y esto no significa plagio.
¿Qué películas ha visto últimamente? ¿Hay alguna que le haya llamado especialmente la atención por su música y la haya anotado en su agenda de futuribles?
Suelo ir al cine bastante, una o dos veces por semana, preferentemente a ver películas españolas. El bar, de Álex de la Iglesia, Plan de fuga o Life (Vida) me han gustado mucho. Tengo muchas ganas de ver la nueva propuesta de Alien.
¿Algún género concreto le gusta más para componer?
Me encanta la animación, que me parece orfebrería musical, y también los thrillers psicológicos. Por otro lado, me gusta en general menos el cine de terror, pero la música de estas películas, tan vanguardista, me apasiona.
Antes, cuando componía más, disfrutaba mucho trabajando para cintas de animación. De hecho, en una secuencia puedes encontrar mil músicas.
Con mal sabor de boca, nada. Cualquier trabajo lleva mucho sacrificio y renuncias, yo puedo estar un mes sin ver apenas a mi mujer cuando estamos de gira. Los espectáculos son muy gratificantes, esa comunión con el público… pero hay muchas renuncias. De todas formas, sarna con gusto, no pica.
Hay que solucionar muchos imprevistos, a veces se nos han mojado instrumentos incluso, problemas para cuadrar las luces… pero todo sale finalmente adelante.
No sabría decirte cuál ha sido nuestro mejor momento: gala de los Goya, El Hormiguero con Harrison Ford o Hugh Grant, conciertos en Las Ventas, espectáculos de Frozen en Madrid o Barcelona, conciertos en Sevilla ante más de 3.000 personas, conciertos benéficos a favor del autismo… Todo te completa como artista y persona, y desaparecen todos los males y problemas.
Para terminar, ¿qué retos se plantea para los próximos años?
Fundamentalmente, mantener este proyecto tan ilusionante y seguir ofreciendo espectáculos con esta calidad. Sueños: grabar bandas sonoras de cine español e internacionalizar el proyecto y triunfar fuera de España. Sin prisa, pero sin pausa.
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