Fue la mano de Dios, de Paolo Sorrentino, estreno 3 de diciembre

La película, que se llevó el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Venecia, llegará a Netflix en exclusiva a partir del 15 de dicho mes

Fue la mano de Dios (2021)
Fue la mano de Dios (2021)

Fue la mano de Dios, el nuevo trabajo de Paolo Sorrentino, estreno en cines el próximo 3 de diciembre

La nueva película del realizador italiano Paolo Sorrentino (La juventud, La gran belleza), Fue la mano de Dios, ya cuenta con fecha de estreno en España. Será el próximo 3 de diciembre en las salas de cine, para pasar posteriormente a partir del 15 de dicho mes, en exclusiva, a Netflix. La película se llevó el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Venecia, además del galardón a mejor actor emergente.

Sorrentino regresa con Fue la mano de Dios al Nápoles de su juventud para contar el relato de la turbulenta mayoría de edad de un niño: una serie de acontecimientos cargados por su vínculo íntimo con el propio pasado de Sorrentino. Planteada desde un punto de vista personal y emocional, hablamos de una historia conmovedora sobre el impulso de seguir adelante, crear, tomar cualquier riesgo.

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Es la década de 1980. Todo el mundo en Nápoles habla febrilmente de Maradona, la ilustre leyenda del fútbol que parece, casi milagrosamente, podría llegar a jugar para el equipo local. La promesa está en el aire, y el adolescente Fabietto Schisa vive emocionado por ello. Lleva una vida normal, en la escuela se encuentra un tanto apartado pero tiene el cariño de sus padres y toda su familia. Pero un accidente inexplicable lo trastorna todo. Y, como hizo Sorrentino en su propia juventud, Fabietto debe encontrar un escape de la tragedia y lidiar con el destino.

En esta historia tan personal de Sorrentino, le han acompañado actores italianos de gran prestigio, como Toni Servillo -un clásico en las películas del director-, y nuevos valores emergentes. Nombres como Filippo Scotti, Luisa Ranieri, Teresa Saponangelo, Marlon Joubert, Lino Musella, Renato Carpentieri, Sofya Gershevich o Enzo Decaro.

Como indica el propio Sorrentino, Fue la mano de Dios es «tanto una carta de amor como un portal al espíritu de Nápoles. Pero el Nápoles más estrecho e íntimo que conocía de niño, cuando iba a la escuela, pasaba todo el tiempo con la familia y esperaba todos los domingos para el partido de fútbol. No es fácil para mí resumir lo que se siente volver a Nápoles porque es como tener que resumir toda una vida».

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