Eat Sleep Die, Giraldillo de Oro deI Sevilla Festival de Cine Europeo 2012
Junto a la ganadora sueca, Eat Sleep Die, se suben al podio la griega Boy Eating The Bird’s Food y la italiana Reality.
Eat sleep die, película sueca de la directora novel Gabriela Pichler, se llevó el Giraldillo de Oro del Festival de Cine de Sevilla.
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Los premios de esta novena edición se dieron a conocer a mediodía de ayer y se entregaron en una divertida gala de clausura dirigida por el humorista y actor Alex O’Dogherty, acompañado por la Banda de la María.
Para el Jurado, Eat Sleep Die merecía el pemio porque «habla de temas universales de un modo verdaderamente personal y auténtico». Recogió el galardón, Nermina Lucaks, que también se llevó el Premio a la Mejor Actriz.
El Giraldillo de Plata fue para Boy eating the bird’s food, dirigida por Ektoras Lygizos e interpretada por Yannis Papadopoulos, que al igual que con el oro, recibió el Premio al Mejor Actor. El jurado valoró una cinta “valiente y radical» que ofrece un «cautivante estudio del personaje y funciona también como una metáfora sofisticada sobre un agitado país».
Suecia y Grecia fueron los protagonistas de la noche, uniendo el norte y el sur de Europa, gracias en parte a Eat Sleep Die.
Reality, fábula moderna del italiano Matteo Garrone sobre el poder de corrupción de los ‘reality shows’, se llevó el Premio Especial del Jurado por «combinar con maestría la artesanía del cine con lo espontáneo e inesperado».
El Premio al Mejor guión recayó en la controvertida Paradise: Faith, que escriben su directora Ulrich Seidl y Veronica Franz. La actriz Maria Hofstätter subió a recoger el galardón, portagonizando un momento divertido al asegurar que no volvería a subir al escenario (ya lo había hecho para recibir el premio Eurimages a la mejor coproducción europea).
El Premio a la Mejor fotografía fue para Agnès Gordard por su trabajo en Sister, dirigida por Ursula Meier. Una película que podía haber recibido más galardones por su interesante y conmovedor tratamiento de la sociedad actual y la fragilidad humana.
El Giraldillo a la mejor película de no ficción, lo compartieron Leviathan, de Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel, y Mapa, producción española dirigida por León Siminiani. El jurado reconoció que ambas proponían “nuevos caminos a la cinematografía por sus hallazgos estéticos y narrativos y que merecen ser vistas por un público más amplio».
Amour, de Haneke, fue galardonada por votación popular con el Gran Premio del Público de la sección EFA. El Jurado Campus, formado por varios estudiantes universitarios, reconoció a Arraianos, de Eloy Enciso, como Mejor película de la sección Las Nuevas Olas. Y el público más pequeño otorgó el Giraldillo Junior a El corazón del roble, de Ricardo Ramón y Ángel Izquierdo.
La Asociación de escritores cinematográficos de Andalucía (Asecan) premió The Hunt, de Vinterberg, «por su excelente resolución cinematográfica a la hora de reflejar un complejo y grave conflicto en la sociedad actual» y dio una mención especial a Boy eating the bird’s food.
Por último, la actriz y directora María de Medeiros recibió de manos de la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla el Premio Ciudad de Sevilla. “Si empezamos con Agnès Varda, ahora cerramos el círculo con otra auténtica señora del cine europeo», dijo María del Mar Sánchez Estrella. Medeiros volvió a mostrar su agradecimiento a la dirección del festival y su fascinación por esta ciudad y dedicó su premio a todas las mujeres directoras de cine, porque “si en estos momentos es difícil hacer cine, cuando se es mujer es doblemente difícil”.
O’Dogherty y sus músicos locos pusieron el broche final con un ingenioso “rap” sobre los patrocinadores del festival, momento muy esperado desde la gala inaugural que había sido cantado a ritmo de ukelele. El actor y la Banda de La María lograron la entrega total del público que llenaba el Teatro Lope de Vega. Al finalizar la gala se proyectó la película de clausura Cherchez Hortense, de Pascal Bonitzer.
Se fue de vacío la desoladora À perdre la raison, de Lafosse, con una sobrecogedora interpretación de Èmilie Dequenne que había sido galardonada en Cannes. La misma (mala) suerte corrieron Un asunto real (la cinta de Nikolaj Arcel sobre una oscura página del reinado de Christian VII de Dinamarca) y Good vibrations (la ópera prima de Glenn Leybum y Lisa Barros, fresco retrato del poder pacificador de la música en la época más dura de Belfast).
Terminaba así el IX Festival de Cine Europeo de Sevilla con la victoria de Eat Sleep Die. Una edición con nueva dirección -con José Luis Cienfuegos al mando- que ha diseñado nuevas secciones, poniendo la mirada sobre el cine del sur de Europa, representado por Grecia y Portugal.
El público ha respondido. Parece que la lluvia más que disuadir a los espectadores, les ha llevado a las salas, que se llenaron. Enhorabuena a Eat Sleep Die.
PALMARÉS SEVILLA FESTIVAL DE CINE EUROPEO 2012. EAT SLEEP DIE GANADORA
El Jurado Internacional de la Sección Oficial de Sevilla Festival de Cine Europeo 2012, compuesto por JUAN ANTONIO ÁLVAREZ, DAGUR KARI, CHRISTELLE LHEUREUX, LAIA MARULL and KAREL OCH, ha decidido otorgar los siguientes premios:
GIRALDILLO DE ORO
Película: Eat Sleep Die (2012, Suecia)
Dirigida por: Gabriela Pichler
Una nueva realizadora emerge con una voz cinematográfica impactante y madura para hablar de temas universales de un modo verdaderamente personal y auténtico en Eat Sleep Die.
GIRALDILLO DE PLATA
Película: BOY EATING THE BIRD’S FOOD (2012, Grecia)
Dirigida por: Ektoras Lygizos
Un acercamiento valiente y radical a un modo de hacer cine que resulta en un cautivante estudio del personaje y que también funciona como una metáfora sofisticada sobre un agitado país.
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO
Película: REALITY (2012, Italia/Francia)
Dirigida por: Matteo Garrone
Un ‘tour de force’ cinematográfico realizado por un director que combina con maestría la artesanía del cine con lo espontáneo e inesperado
Película: BOY EATING THE BIRD’S FOOD (2012, Grecia)
Actor: Yannis Papadopoulos
Premio a la Mejor dirección DE FOTOGRAFÍA
Película: SISTER (2012, Francia/Suiza)
Directora de Fotografía: Agnès Godard
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El Jurado de la sección NO FICCIÓN. EURODOC de Sevilla Festival de Cine Europeo 2012, compuesto por PATRICK BERNABE, ANTONIO DELGADO LIZ Y ANDRÉS DUQUE, han decidido otorgar un premio EX – AEQUO:
GIRALDILLO SECCIÓN EURODOC A LA MEJOR PELÍCULA DE NO FICCIÓN
Película: LEVIATHAN (2012, Reino Unido/EEUU/Francia)
Dirigida por: Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel
EX – AEQUO
Película: MAPA (2012, España)
Dirigida por: León Siminiani
Premio ex – aequo a dos películas que proponen nuevos caminos a la cinematografía por sus hallazgos estéticos y narrativos y que merecen ser vistas por un público más amplio.
El Jurado Camp_US de la sección LAS NUEVAS OLAS, patrocinada por DELUXE, compuesto por TRIANA ALONSO, MANUEL BROULLÓ, ALBA CORREA, ISAAC REYES AND CARLOS RIVERO, ha decidido otorgar el siguiente premio:
PREMIO DEL JURADO CAMP_US
Película: ARRAIANOS (2012, España)
Dirigida por: Eloy Enciso
Por su madurez, por su carácter híbrido entre géneros y formas y por buscar el cine fuera del cine y no dentro de él.
El público infantil y juvenil de la sección EUROPA JUNIOR de Sevilla Festival de Cine Europeo 2012 ha decidido otorgar mediante su voto el siguiente premio:
GIRALDILLO JUNIOR
Película: EL CORAZÓN DEL ROBLE (2012, España)
Dirigida por: Ricardo Ramón y Ángel Izquierdo
El público de la sección EFA de Sevilla Festival de Cine Europeo 2012 ha decidido otorgar mediante su voto el siguiente premio:
Gran premio del público
Película: Amour (2012, Alemania/Francia/Austria)
Dirigida por: Michael Haneke
PREMIO CIUDAD DE SEVILLA
MARÍA DE MEDEIROS
9 de noviembre
El Festival llega a su fin a su fin y parece que la lluvia ha animado a los sevillanos a ocupar el tiempo libre del fin de semana en ver buen cine, porque las salas están llenas. A Hijacking, de Tobias Lindholm (guionista de Submarino y The Hunt); Mapa, de León Siminiani, y muchas más. Últimas oportunidades para César debe morir, de los Taviani; y Amour, de Haneke. Ésta ha sido tan reclamada que ha obligado a los responsables a organizar un pase más que me da la oportunidad de verla por fin.
Toda persona que haya cuidado a un enfermo degenerativo hasta el final reconocerá que esta película roza la perfección. Es cuidadosa hasta el mínimo detalle material; las conversaciones, los gestos propios del avance del mal tienen gran verosimilitud, nada sobra ni falta en la actuación de los personajes principales –núcleo de la dirección del cineasta alemán-: un matrimonio mayor de maestros de música que hasta el momento habían mantenido su lucidez y su autonomía, que se adoran y se respetan, y que se encuentran de golpe con el momento que a todos llega inexorablemente.
Conmovedora y profundamente desoladora también, con un final muy Haneke, no inesperado porque se apunta al principio –en esto me recuerda a À perdre la raison– pero que sobreviene cuando menos te lo esperas dejándote sin aliento. Elocuentísima la escena de la paloma.
Por la noche, encuentro del público con María de Medeiros. La actriz y cantante ha venido al festival para presentar su documental Los ojos de Bacuri, historia de la tortura del revolucionario de izquierdas Eduardo Leite Bacuri durante la dictadura brasileña de los años 70, a través de la visión emocionada y serena de las tres mujeres que le sobrevivieron: su madre, su pareja y su hija.
Medeiros, que recibirá el premio Ciudad de Sevilla en la gala de clausura, manifestó su fascinación por Andalucía y por Raimundo Amador, con cuya colaboración ha contado en su último álbum, Pájaros eternos.
8 de noviembre
Ursula Meier es una joven directora suiza a la que no hay que perder de vista porque aborda cuestiones nucleares, como la complejidad de las relaciones familiares (Home) y las carencias y necesidades humanas, con una mirada lúcida pero no descarnada.
En su segundo largometraje, Sister, muestra con un interesante tratamiento de la fotografía el contraste entre la zona alta y baja de las montañas, la zona donde esquían los ricos y los suburbios donde viven Simon y su hermana mayor, él dedicado al menudeo de material deportivo y ella… a vivir contra mundo.
Meier ha retratado una Suiza distinta a la que suelen mostrar las películas, más realista e inhóspita. “El film parte de un planteamiento social y político y va ahondando hasta llegar al corazón, que es la relación entre dos personajes desprotegidos”. Del mismo modo, hay una evolución en el peso de los personajes. “Louise, la hermana, parece casi secundaria y poco a poco se va exponiendo hasta convertirse en protagonista”. Historia de roles invertidos y de vidas a la intemperie, de fragilidad y necesidad de afecto. Ha sido elegida para representar a Suiza en los Oscar.
A lo largo del día se presentaron otras películas (Call girl, Otel.lo, Leones) y hubo encuentros como la presentación de proyectos audiovisuales de la Fundación AVA. Pero lo más interesante de la tarde fue la mesa redonda en la Casa de los poetas y las letras sobre “Escribir el cine”, una actividad paralela sobre las relaciones entre cine y literatura que se ha celebrado los días 7 y 8, y ha reunido a novelistas y guionistas: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos (Grupo 7), Eloy Enciso y José Manuel Sande (Arraianos), Lola Salvador (El crimen de Cuenca, Las bicicletas son para el verano), Fernando León de Aranoa (Los lunes al sol, Princesas), Juan Bonilla (escritor de Nadie conoce a nadie, llevada al cine por Mateo Gil) y Jonás Trueba (Todas las canciones hablan de mí, El baile de la Victoria).
Lola Salvador comentó con humor que cuando empezó a escribir guiones para televisión, “la adaptación era estupenda porque ayudaba a sortear la censura”. Partidaria absoluta de la libertad creativa del adaptador, prefiere y trabajar con obras de autores muertos. La guionista tiene claro que “una vez que se ceden los derechos, la obra ya está en otras manos”.
El escritor Juan Bonilla calificó de heroicos a los autores que se niegan a vender los derechos, como García Márquez o Zafón. “Yo no lo he hecho ni lo entiendo, pero me parece una cosa muy heroica, yo soy más débil”, bromeó. “Entiendo que la novela y el largometraje tienen parentesco, son como padre e hijo. El padre desea que el hijo sea como él, pero el hijo también tiene derecho a no ser como su padre”. Fernando León de Aranoa habló de la cesión de derechos de Familias. “No tengo problema en cederlos, a veces me quieren enseñar los guiones y yo prefiero que no, les digo: invítame el día del estreno”.
Los escritores hablaron también sobre el trabajo de guionista. “La escritura de guión es más austera –dijo León-, tiene trampas, es una escritura sin red”. Jonás Trueba se mostró partidario del cine como arte impuro, un poco vampiro o un poco ladrón. Me interesa el cine como contenedor donde cabe todo”.
7 de noviembre
Sobre si existe una mirada femenina en el cine, un cine “de” o “para” mujeres habría mucho que decir, que le pregunten si no a la jefa de la sección de Cine y alrededores de FILA SIETE, Marita Caballero, que ha escrito y hablado un rato sobre esta cuestión. En todo caso, esta sexta jornada venía marcada con sello femenino. Eat sleep die, de la sueca Gabriela Pichler, y The shine of the day, de la italiana Tizza Covi, que firma con Rainer Frimmel (ambos directores de La Pivellina). En la crónica de mañana hablaremos de Sister, de Ursula Meier.
Gabriela Pichler es hija de obreros bosnios y ha crecido en los suburbios de Estocolmo. Su vida estaba bastante alejada del cliché idílico y estilizado de los suecos que nos muestran las películas. «Comíamos, dormíamos y, más adelante, se moría, porque no había nada especial que hacer. No teníamos dinero para vacaciones, ni siquiera para ir al cine», dice en su encuentro con los periodistas. Con tintes biográficos, esto es lo que Pilcher plasma en su opera prima, la enérgica reacción de Raša, joven trabajadora de una fábrica, que vive con su padre lesionado, a las imposiciones de una vida limitada. Cine, en todo caso sobre protagonistas mujeres que reaccionan.
The shine of the day es una historia de relaciones humanas, la de Phillip, actor que cada día interpreta un papel distinto, y su tío, un viejo domador de osos al que hace varios años que no ve. Dice su codirectora que la película fue rodada “sin un guión preestablecido, antes de comenzar a filmar teníamos un guión de unas veinte páginas y cuando empezamos nos dimos cuenta de que la historia seguía otros derroteros».
La película más esperada del día era The Hunt, de Vinterberg, con tres premios en el Festival de Cannes, y una de las principales candidatas a los premios de la European Film Academy. La historia de un maestro de escuela (Mikkelsen, que ya lleva dos estupendas actuaciones en este festival, con A royal affaire) acusado injustamente de abuso de menores y perseguido y acorralado como una pieza de las que caza su grupo de amigos.
La película cosecha filias y fobias allá donde va, y Sevilla no iba a ser menos. Bien porque el hecho de que el hombre sea inocente en un caso así y la mujer resulte poco favorecida (la esposa poco dialogante, la directora que alimenta el bulo) levanta las iras de la corrección política; bien porque la evolución de la historia parece a otros simplista y poco convincente.
Yo esta vez estoy con Boyero. Me ha gustado mucho. Porque precisamente pone de manifiesto cómo un delito tan espantoso genera mecanismos sociales de defensa que a veces provocan daños colaterales, y una desconfianza tal que, una vez extendida la acusación, ya no es posible escapar de la duda y del estigma. Las películas cuentan historias personales y la vida es rica en matices. Me ha gustado también por la evolución del guión, plagado de datos que se suministran sabiamente. Y por las actuaciones, la de Mikkelsen y la de esa niña, Annika Wedderkopp. No puedo entender cómo se puede tener un registro gestual tan amplio a tan tierna edad.
6 de noviembre
Cruzando el ecuador del festival, Gebo et l’ombre, del centenario Manoel de Oliveira, ofrece un momento contemplativo, casi milagroso. Teatral y estática, señas de identidad del cineasta portugués, esta película de único escenario concentra toda su fuerza en la dignidad, el amor y el dolor de los personajes, el padre, la mujer y la nuera que esperan al hijo pródigo, y lo que ocurre cuando éste llega. Protagonizada por un reparto de lujo: Michael Lonsdale, Claudia Cardinale y Jeanne Moreau, y basada en la obra teatral portuguesa de Raul Brandao.
Una de las categorías del SEFF de las que aún no he hablado es Eurodoc, sección de no ficción. En ellas destacan Volar, de Carla Subirana (Kanimambo) y Marcos, el lobo solitario de Gerardo Olivares (Entrelobos, 14 kilómetros). Ambos estuvieron en el festival para presentar sus documentales “terreno poco explorado en España”, coincidieron en definir.
En Volar, Subirana ha reflejado el día a día de la formación de los militares de la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia, algo que es la primera vez que se hace y que no le ha resultado nada fácil. Cien horas de material “en el que –cuenta la directora- se ve cómo la individualidad de los pilotos se va perdiendo en beneficio del concepto de grupo y de conjunto».
Marcos, el lobo solitario es la continuación de la historia del protagonista de Entrelobos, “el niño salvaje” de Sierra Morena. Dice Olivares que incluye “todo lo que no se cuenta en la película” y nace de horas y horas de grabación de las conversaciones con Marcos durante cuatro o cinco años, como charla entre amigos.
Pablo Llorca (Venecia, Jardines colgantes) también ha presentado su última película Recoletos arriba y abajo, la única española que compite en sección oficial. A Llorca le gustan los edificios y la vida de la gente, y hace a uno de ellos protagonista de su película, con un oscuro e inquietante pasado capaz de desestabilizar al vecindario. En el almuerzo con los periodistas señaló que Recoletos arriba y abajo muestra la contradicción que hay entre clase social e ideología, algo que atañe al presente, pasado y seguramente también al futuro”. Una película que no pretende juzgar y que resulta más accesible que otras anteriores.
El protagonista de la tarde fue el director, actor y productor Paco León, que ha recibido el premio de RTVA a la trayectoria, a sus treinta y ocho años. Sin ánimo de quitarle mérito, no puedo evitar acordarme de lo que me dijo Agnés Varda cuando le pregunté qué significaba para ella el giraldillo de honor: que los premios a la carrera profesional ponen de manifiesto la vejez. Para el director de Carmina o revienta demuestran que “es mentira eso de que no se puede ser profeta en tu tierra».
Me alegro de veras porque el cine andaluz está dando muchas alegrías. «La producción cinematográfica andaluza es un ejemplo de talento y de calidad, con premios dentro y fuera de nuestras con fronteras con películas como La voz dormida, Grupo 7, El mundo es nuestro, Ali o Carmina o revienta…-dijo Paco León-. Pero todos estos logros son una mierda, una raya en el agua, si no hay un apoyo decidido de las instituciones». Y aprovechó para darle un repaso, muy aplaudido por el público, al director general de la RTVA, Pablo Carrasco: «Me sumo, Pablo, a la reivindicación para reclamar que la televisión andaluza destine el 6% de los ingresos totales en producción audiovisual, de la misma manera que lo hace TVE, TV3 o ETB. Eso, si lo hicieras Pablo, no te vas a arrepentir». La quinta jornada de festival terminó con la proyección de Ali, película de Paco Baños.
5 de noviembre
Arraianos, película gallega de Eloy Enciso. Sonaba a algo así como El bosque animado, sobre la base de un cuento gallego acerca de ciertos peligros que acechan a la raza de los arraianos, en la frontera entre Galicia y Portugal. Iba bien dispuesta, pero me encuentro con una preciosa lección de conocimiento del medio y ya. Algún atisbo de historia que aparece y desaparece fantasmagóricamente, y allá se las componga el espectador.
À perdre la raison, coproducción belga, luxemburguesa, francesa y suiza, dramática película dirigida por Joachin Lafosse, sobre un caso real ocurrido en Bélgica te deja el corazón en un puño, por la historia y por Dequenne, que lo borda. En un caso tan tremendo se agradece la compasión del guionista con el espectador. Elegante elipsis y acertado arranque.
4 de noviembre
Tercera jornada de festival, más tranquila que las anteriores. Con sus chaparrones, su calma y sus atisbos de sol. La danesa Un asunto real, una coproducción de época dirigida por Nikolaj Arcel, con Mads Mikkelsen y Alicia Vikender, se ambienta en el reinado de Christian VII. Y trata de las demencias del monarca, su incapacidad para gobernar y el triángulo amoroso entre el rey, la reina y el doctor Struensee. Muy bien interpretada.
Good vibrations, de Glenn Leyburn & Lisa Barros, sobre el caso real de una tienda de discos que supuso un golpe de aire fresco en el enrarecido ambiente de Belfast en los años sesenta es una película muy lograda. Muestra el poder de la música en los jóvenes en tiempos oscuros, como señaló la codirectora. Y lo hace, sin cargar las tintas en el idealismo, con personajes que tienen luces y sombras.
Invasor de Calparsoro es una digna película de género (thriller de traumatismo posbélico), con un ritmo logrado y una buena realización. La pena es que la historia tiene menos fuste del que debiera y algunos personajes chirrían.
3 de noviembre
La lluvia siempre ha dado buen juego al cine. Ahí está Los paraguas de Cherburgo, del difunto marido de Agnès Varda, Jacques Demy. Y no ha faltado la lluvia en Sevilla… Esta mañana se dieron a conocer las nominaciones a los premios de la Academia de Cine Europeo que se entregarán en diciembre en Malta. El británico NickPowell bromeó con su paraguas londinense. La presencia española en las nominaciones este año es reducida. Arrugas, a la Película de Animación y Alberto Iglesias, por la música de El Topo. Y ya.
Amour, de Haneke, que ganó la Palma de Oro en Cannes, acumula seis candidaturas: premios a Película, Director, Guión, Actriz (Emmanuelle Riva), Actor (Jean-Louis Trintignant) y Fotografía.
Le sigue Jagten (The Hunt). Dirigida por Thomas Vinterberg, el filme danés, ganador de tres premios en Cannes, luchará en las categorías de Película, Director, Actor (Mads Mikkelsen), Guión (Tobias Lindholm y Thomas Vinterberg) y Montaje (Janus Billeskov y Anne Osterud).
César debe morir, de los hermanos Paolo y Vittorio Taviani, ha conseguido tres nominaciones: a Película, Dirección y Montaje (Roberto Perpignani).
A la Mejor interpretación femenina optarán Emilie Dequenne, protagonista A perder la raison y Margarethe Tiesel, intérprete de Paradise:Love. A royal affaire, una coproducción de Dinamarca, Suecia, la República Checa y Alemania, competirá por la Dirección Artística.
Todas ellas se pueden ver en el SEFF.
La protagonista de la tarde fue Grandes Esperanzas, enésima y sin embargo interesante adaptación de la obra de Dickens. Entrevistamos a ese huracán de humor y energía que es su director, Mike Newell. La película mira a Pip y Estela como dos seres infelices, víctimas de la actuación abusiva de los mayores. Con un fascinante Londres dickensiano como telón de fondo.
Reality, de Matteo Garrone, es una radiografia de la nueva trata de seres humanos que se hace en esos denigrantes shows televisivos. Decía el director de Gomorra: “Mi idea es hablar deuna enfermedad agravada en nuestro tiempo, pero que siempre ha estado ahí: la enfermedad de confundir el sueño y lo real. Cualquiera de nosotros la padece”. Entre la comedia y el drama, excesiva, colorista: napolitana.
A puerta fría, de Xabi Puebla, con AntonioDechent, Nick Nolte y María Valverde, es una cinta discreta, bien interpretada, que pone el dedo en la llaga de las miserias del mundo de los negocios.
Inclasificable, irreverente, controvertida, extravagante, incómoda, alucinada, original. La identidad, el hastío… Holy Motors de Leos Carax pasó por aquí.
2 de noviembre
Otros aires para el Sevilla Festival de Cine Europeo, bajo la dirección de un veterano en estas lides, el gijonés José Luis Cienfuegos. Nueva sede –el centro de Sevilla, con el hotel NH Plaza de Armas como centro de operaciones, los cines Plaza de Armas, Avenida, Alameda, y los teatros Lope de Vega y Alameda; nuevas secciones (Grecia, Foco festivales portugueses, Special Screenings), espacio para el diálogo con los cineastas, un programa de mano muy logrado. Más de 150 películas.
Todo a contrarreloj y con un presupuesto que, si no fuera por las ganas que hay en la calle de buen cine, averiguar que hay un festival en esta ciudad sería complicado. Bueno, de hecho lo es. Ni media banderola y un photocall con alfombra roja a la entrada del Lope de Vega con dimensiones de felpudo.
La novena edición del certamen sevillano ha tenido como madrina a Agnès Varda, fotógrafa, cineasta, artista, feminista, inclasificable, rompedora, que ha recibido el Giraldillo por su trayectoria. “Una guerrera con nombre de hombre que llega en el viento, como el carrusel del cine”, dijo en la entrega del premio. La directora ha paseado sus 85 años, su cabello rojiblanco a lo garçon y su amable picardía por todos los rincones. Se podría decir que los cineastas aquí presentes se la han rifado. No hacía falta más que ver a Victoria Abril el día de las nominaciones de la EFA.
Varda nos ha dejado una exposición de instalaciones, cortometrajes y fotografías titulada Las dos orillas de Agnès Varda, en el museo de arte contemporáneo del Monasterio de la Cartuja (organizada por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo), y una sección en el festival con obras inspiradoras de la Nouvelle Vague y personalísimas, como La Pointe-Corte, Cléo de 5 a 7, Los espigadores y la espigadora o Sin techo ni ley. FILA SIETE habló con ella después de que unos compatriotas le regalaran una tarta de chocolate con almendras con la que posó… sobre la cabeza. Genio y figura.
El Festival comenzó con el pase inaugural de Fin, de Jorge Torregrosa. Un ejercicio apocalíptico arriesgado. Me remito a la crítica de Ana Sánchez de la Nieta, que comparto. Se agradece el intento de abrir el panorama español a otras temáticas pero el fin del mundo es demasiado para una ópera prima. Solo añadiré que la película levantó carcajadas en los momentos más dramáticos. Mala cosa.
El director y algunos de los actores principales: Daniel Grao, Clara Lago, Carmen Ruiz y Andrés Velencoso, estuvieron con los medios de comunicación. Faltó Maribel Verdú por motivos de salud de un familiar, y fue una pena no poder felicitarla por su maravillosa actuación en ese prodigio que es Blancanieves, de Pablo Berger. Decía Torregrosa que «Entre todos hemos conseguido que la película sea como una montaña rusa de emociones”. Y en eso estoy completamente de acuerdo.
Por la noche, la gala de inauguración fue de traca, gracias al inspirado dúo Álex O’Dogherty y Antonio Dechent, auténticos showmen, que condujeron el acto en bilingüe aderezado de humor y rozaron el delirio con un popurrí de canciones de época al ukelele sobre los patrocinadores, digno de Les Luthiers.
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