Mucho crédito: Jojo Rabbit

Jojo Rabbit: créditos de la película | Jojo Rabbit es una crítica, en clave de humor, al odio y al adoctrinamiento propios del nacionalsocialismo.

“Let everything happen to you / Beauty and terror /
Just keep going / No feeling is final1”
Rainer Maria Rilke

1Deja que todo te suceda / Belleza y terror /
Sigue adelante / Ningún sentimiento es definitivo.

Las palabras del poeta sellan el octavo filme dirigido por Taika Waititi, una adaptación de la novela El cielo en­jaulado (Caging Skies) de Christine Leunens. Después de su estreno cosechó a la par reproches y elogios y, tras estar nominada a los Oscar en varias categorías, se alzó con el premio de la Academia en la de mejor guion adaptado.

Jojo Rabbit es una crítica, en clave de humor, al odio y al adoctrinamiento propios del nacionalsocialismo. La sá­tira cinematográfica en torno al movimiento nazi se re­monta a los años de auge del régimen, con obras de la ta­lla de El gran dictador (1940), de Charles Chaplin, o Ser o no ser (1942), de Ernst Lubitsch. En ambas se uti­lizó la comedia de forma audaz, como arma contra el apo­geo del totalitarismo hitleriano, con el fin de desautorizar su ideología. Décadas más tarde se retomará el en­foque humorístico sobre el nazismo en Underground (1995), de Emir Kusturica, y El tren de la vida (1998), de Radu Mihaileanu, si bien el tono entrañable y conmovedor de Jojo Rabbit recuerda sobre todo a la película de Roberto Benigni, La vida es bella (1997).

La aparición en pantalla de los logotipos de las productoras Fox Searchlight y TSG Entertainment, al ritmo de voces infantiles que entonan el tema Jojo’s March, inau­gura la sesión. La pieza, perteneciente a la BSO compuesta por Michael Giacchino, pregona los valores in­fundidos a las Juventudes Hitlerianas: «Con honor y or­gullo dedico mi vida a la lucha hasta la muerte, por la ley y la inocencia. Ahora depende de mí desterrar todo lo malo para crear cosas buenas en nuestro país». Acto se­guido, unos minutos de metraje apuntalan estas palabras presentándonos al protagonista del filme, Johannes (Jojo) Betzler, un niño de 10 años entusiasta de la Alemania nazi que se prepara para asistir a un campamento de fin de semana, y a su amigo imaginario, una versión fan­tasiosa del mismísimo Adolf Hitler.

Jojo Rabbit: créditos de la película
Fotogramas de la secuencia inicial de Jojo Rabbit (2019) donde se ven las multitudes enardecidas saludando a Hitler a su paso e intentando tocar su mano, mientras se escuchan las palabras “Komm, gib mir deine Hand”.

Tras una conversación entre ambos, Jojo sale eufóri­co a la calle al compás de Komm, gib mir deine Hand (1964), traducción al alemán de la célebre canción I Want to Hold Your Hand (1963), mientras comienzan a des­filar en pantalla los títulos de crédito, rebosantes de gui­ños y gags que anticipan y revelan las intenciones del filme. Con un montaje que intercala imágenes reales de la Alemania nazi con fotogramas de la película, siem­pre al ritmo de The Beatles, la secuencia establece un pa­ralelismo entre el fenómeno de la Beatlemanía y las legiones de fans que alzan su mano intentando tocar a su ídolo, Hitler, como si de una estrella de rock se tra­tara. Fue el propio Waititi quien dispuso esta similitud al contemplar en diferentes documentales sobre las ju­ventudes hitlerianas la presencia de exaltadas multitudes y demás manifestaciones.

La canción escogida dentro del repertorio de la banda no carece de ironía y humor si nos percatamos de la sincronización existente entre la letra y las imágenes extraídas de documentales de la época. Mientras las manos se alzan al paso de Hitler y el gentío se afana en darle la mano, escuchamos el estribillo que repite una y otra vez «déjame coger tu mano, quiero coger tu mano»2. No obs­tante, más allá del ingenio y lo cómico, las imágenes de fervor de los seguidores del régimen recuerdan al espectador el peligro que entraña el fanatismo de ciertas fi­guras políticas y sus ideas extremistas, de prejuicio o re­chazo, hacia quien sea diferente.

Jojo Rabbit: créditos de la película
Fotograma de la secuencia de créditos de Jojo Rabbit (2019) y cartel de propaganda de las elecciones de julio de 1932 (Foto: US Holocaust Memorial Museum). En el cartel se lee: “Nosotros, los trabajadores, hemos despertado. Estamos votando al nacionalsocialismo”. En la imagen se aprecia el dominio del alemán sobre sus oponentes.

La tipografía utilizada en la secuencia de títulos es similar a la Fraktur, utilizada por el III Reich hasta 1941, año en que se sustituyó repentinamente por la An­tiqua. Es una letra gótica, de líneas quebradas, con ras­gos enérgicos que le otorgan fuerza y determinación, mo­tivo por el que Hitler la consideró durante un tiempo propia de la raza aria. Mas allá de los motivos que sus­citaron el cambio y el tiempo que estuvo vigente, la Fraktur se utilizó profusamente para la propaganda na­zi, quedando asociada al movimiento para la posteri­dad. En los títulos de Jojo Rabbit, con el fin de lograr la estética propia de los pósters de la época, las letras fueron cortadas y colocadas a mano.

Alternan el color blanco y el negro, siempre sobre un rec­tángulo rojo, evocando los colores de la esvástica y la ban­dera nazi. El empleo de un color sólido de fondo, a mo­do de letrero o cartel, facilita la legibilidad del texto y potencia el contraste del mismo sobre las imágenes de la cinta. En ésta dominan los colores cálidos y tonos pas­tel, que contribuyen a enfatizar el acento dulce y ama­ble del filme en detrimento del dramatismo y horror de los acontecimientos que narra, con una estética afín a Wes Anderson. En la secuencia apreciamos la similitud de tonos entre los carteles de antaño y los escogidos pa­ra los títulos: terrosos, ocres, crudos, rojos, blanco ro­to y negro. Llama la atención la puerta verde de la casa de Jojo, símbolo quizás de la esperanza.

Jojo Rabbit: créditos de la película
Fotogramas de la secuencia inicial de Jojo Rabbit (2019). El recurso de multipantalla se utiliza en los instantes en que las voces de The Beatles alargan el final de la palabra hand.

En el montaje de títulos se intercala el empleo de mul­tipantallas, recurso que aporta ritmo a la secuencia. Su aparición encaja con los acordes de la canción en los que las voces de The Beatles alargan en el tiempo la úl­ti­ma palabra, «hand».

La película cierra con el baile «de la libertad» de Roman Griffin Davis y Thomasin McKenzie con el verde es­peranza como telón de fondo. Precedida por los versos de Rilke, la secuencia de títulos final prolonga la estéti­ca preliminar, si bien la dureza del negro reemplaza a la calidez del arranque. Porque, como afirma el poeta, «ningún sentimiento es definitivo».

Jojo Rabbit: créditos de la película
Fotogramas del final del filme de Jojo Rabbit (2019). En las imágenes se ve el color verde, símbolo de la esperanza. En la línea inferior, un fotograma de los créditos finales.

2La letra original de la canción dice: Oh please, say to me /
You’ll let me be your man / And please, say to me /
You’ll let me hold your hand / Now, let me hold your hand /
I want to hold your hand, que podemos traducir:
Oh, por favor, dímelo / Me dejarás ser tu hombre /
Y por favor, dímelo / Me dejarás tomar tu mano /
Ahora, déjame tomar tu mano / Quiero tomar tu mano.
No obstante, en la secuencia escuchamos la traducción de la letra al alemán

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