El juego de Ready Player One de Steven Spielberg
El juego de Ready Player One de Steven Spielberg. Basado en la novela de Ernest Cline, Steven Spielberg estrena el próximo 28 de marzo su nuevo trabajo: Ready Player One.
Dicen que la vida es como un juego y el que no arriesga, no gana. Desde los tiempos de Voltaire se habla de la oportunidad que brindan las cartas y que todos estamos llamados al triunfo si sabemos jugarlas… o bien en un plano más cercano, la teoría de Paulo Coelho… «la vida es un juego fuerte y alucinante…».
Y como la literatura imita a la vida en su vertiente más artística, en este artículo vamos a establecer un paralelismo de aquellos libros que enmarcan su historia bajo un alo lúdico y que posteriormente han sido llevados a la gran pantalla.
Porque el mundo de los juegos puede convertirse en una puerta de entrada hacia grandes obras de la literatura, desde un punto de vista diferente e interactivo (vivir las aventuras en primera persona), intentaré realizar una selección de algunos de los que considero a tener en cuenta.
Comencemos por quien es piedra angular, debido a su próxima inmersión en las salas de cine. La novela cibernética Ready Player One, cuyo autor Ernest Cline crea una historia basada en un juego en el año 2044, en el que es necesario combinar ambos mundos, el real y el virtual. De la mano de Steven Spielberg, nos presenta la figura de Wade Watts, quien tendrá que interactuar entre los dos, muy a su pesar, si quiere salvar la vida.


Anteriormente, habíamos visto en el cine historias semejantes, como es el caso de Desafío total, dirigida por Paul Verhoeven y protagonizada por Arnold Schwarzenegger, en 1990, y su homónima y posterior remake con una mala aceptación por el público de 2012. Ambas basadas en el cuento de Philip K. Dick, Podemos recordarlo por usted, quien en 1975 vendió los derechos, no siendo consciente de la proyección que traería consigo su relato; pues en aquella época no estaba consagrado como autor de ciencia ficción y del que ya tratamos en otro artículo, por su gran obra maestra que dio vida a la película de culto Blade Runner.
Jumanji ha sido otro de los éxitos de taquilla que ha atraído a un público ávido por escapar de la monotonía, en virtud de encontrar una válvula de escape que le sirva como conexión a otro mundo paralelo donde cada uno juega sus dados como estima oportuno, sabiendo que esto repercute en la vida real.
En 1995 se estrenaba con Robin Williams como aventajado jugador (a quien desgraciadamente perdimos hace cuatro años), y alcanzaba el éxito gracias al relato infantil publicado en 1981 por Chris Van Allsburg con el mismo nombre . En él se contaba la historia de un cofre enterrado en 1869 que muestra la oportunidad, un siglo después, a Alan Parrish de introducirse en un juego que dará una vuelta de tuerca a su existencia y veintiséis años después, en 1995, el testigo pasa a manos de dos chicos huérfanos, Judy, de trece años, y Peter, de doce (Kirsten Dunst y Bradley Pierce), que se mudan con su tía Nora a la casa vacante de los Parrish.
El año pasado tuvimos la saga, de la mano de Jake Kasdan, que si bien se dejaba ver, quizás se perdía ese aura entrañable de la primera, en una versión más actualizada de los hechos, que esta vez se filtran mediante un videojuego, como portal a través del espacio-tiempo.
Orson Scott Card, en 1985, escribió El juego de Ender, que posteriormente se fusionó con La sombra de Ender, dando lugar a un filme dirigido por Gavin Hood que contaba la historia de un niño con una inteligencia prodigiosa, el cual crea un juego en el que la mente dirige la actividad humana.
The Game es otro claro ejemplo del peligro que conlleva vivir en una existencia vacía de emociones y que alguien sea consciente de que estás al borde del abismo, ya que aquí un empresario cansado de un mundo hostil que le produce una zozobra inmensa, ha de ser redimido por su hermano, quien le hace un regalo muy especial en su cuarenta y ocho cumpleaños. La historia está basada en el libro de Jeff Rovin publicado en 1997.
Suzanne Collins expone la idea reincidente de todas las historias que se han ido rememorando en el artículo, ya que para salvar sus vidas tanto en el primero como En Llamas o Sinsajo, unos jóvenes tendrán que participar en unos juegos mortales, impuestos por un rico Capitolio, ubicado en un lugar imaginario llamado Panem.
Y aunque no tenga más que la estructura de serie televisiva, no puedo dejar pasar el hallazgo, encontrado como agua en el desierto (se abre paso entre tanta silicona y tanto vampiro adolescente, que solo sabe lucir el palmito, alardeando de sus conquistas sexuales), por recomendación encarecida de mi hijo, de Stranger Things. Está dirigida a aquellos que amamos el formato de los 80 y la historia se cierne en torno a un grupo de chicos, en un pequeño pueblo, que viven recreando el juego de Dragones y Mazmorras bajo una realidad alternativa de un mundo al revés.


Además, aquí tenemos la oportunidad de reencontrarnos con una Winona Ryder que, ya lejos de la veinteañera de Reality Bites y su generación X, está llegando a la madurez con este personaje donde representa a una histérica madre, abnegada ante la posible pérdida de su hijo, por causa de fuerzas del más allá.
En definitiva, todo esto que os he contado sirve para apoyar la teoría de que la novedad de Ready Player One no radica en su temática. Una historia distópica y futurista de desesperanza por la pobreza, que se sobrelleva con el mundo de los videojuegos. Pero sí es cierto, que la capacidad inmensurable de Spielberg de ser el Rey Midas del cine, hace que mi fascinación crezca esperando el día del estreno.
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