David Moreau dirige King, mi pequeño rey, estreno 3 de marzo
Los animales en acción real vuelven a escena, esta vez con producción francesa, gracias al estreno en cines el 3 de marzo de King, mi pequeño rey. Con la dirección de David Moreau (Solos, 20 años no importan), la película narra la historia de un cachorro de león destinado a una red de tráfico de animales que logra escaparse en un aeropuerto de Francia. Perdido, buscará refugio en casa de Inés, de 12 años, y Álex, de 15. Cuando lo encuentran, los niños tienen la loca idea de llevárselo a África y devolverlo a su hábitat. Sin embargo, todo se complicará cuando los agentes de aduanas les siguen la pista para tratar de recuperar al cachorro.
A diferencia de otras películas protagonizadas por un animal salvaje, King, mi pequeño rey no busca el realismo, sino que se centra en la aventura y las persecuciones en una cinta firmemente basada en la ficción. Como el bienestar y la seguridad de los animales eran una prioridad para el equipo de rodaje, no se podían llevar a cabo algunas escenas con un cachorro de león real. Por ello, desde el principio del proyecto, todos se pusieron a trabajar en un modelo de cachorro de león con la empresa de efectos visuales Mathematic.
Gracias a un considerable trabajo de investigación y recreación, se logró un modelo que es más que fiel a la realidad, ya que la mayoría de las escenas de la película utilizan este león virtual. Además, también se utilizó un cachorro de león real para algunos primeros planos e interacciones con el personaje de la protagonista, la pequeña Inés. Curiosamente, este cachorro real que fue grabado en algunas secuencias está actualmente en una reserva protegida en África, donde vive en libertad.
Como indica el propio David Moreau, «llevaba mucho tiempo soñando con hacer una película de aventuras como las que tanto me emocionaban de niño. Es una historia escrita por Jean-Baptiste Andrea, que me gustó mucho y lo vi como una señal. En realidad, en aquel momento estaba interesado en adaptar un documental sobre un cachorro de león comprado en una tienda de lujo por dos amigos en Londres en los años sesenta. Fue un cachorro que pronto se volvió demasiado engorroso para la vida en la ciudad así que los dueños decidieron llevárselo a África para darle la vida que se merecía. Y fue entonces cuando empezaron los problemas…».
En cuanto a la inspiración, «alimenté todo el proyecto con mis recuerdos como niño cinéfilo de los 80: Joe Dante, Spielberg, Donner, Badham… historias de niños que, en un entorno normal, con sus problemas cotidianos y su realidad, se enfrentan a sucesos extraordinarios. Lo que me gusta de esas películas es que la historia es siempre creíble, tanto si vuelan en una bicicleta o construyendo un transbordador espacial con un cubo de basura. De niño, solía proyectarme en esos mundos, que nunca me parecieron improbables».
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