La magia en el cine

Los buenos resultados de películas como "El ilusionista" y "The Prestige" han provocado nuevas propuestas hipnóticas, que irán llegando a lo largo de 2007

El ilusionista (2006)
El ilusionista (2006)

La magia en el cine

La magia en el cine | Magia y cine parecen forman una pareja de éxito casi seguro en taquilla. Los buenos resultados de películas como «El ilusionista» y «The Prestige» han provocado nuevas propuestas hipnóticas, que irán llegando a lo largo de 2007.

Cabría preguntarse si los nuevos efectos especiales envasados en programas de ordenador o el mercado del DVD con extras, documentales como-se-hizo, escenas eliminadas…, no han contribuido a que el cine haya perdido parte de la magia que lo vio nacer.

Varias películas han venido a reivindicar este binomio originario desde que el «incorregible mago» Méliès hiciera de las suyas con lo que él llamo el «kinetógrafo». En la última temporada, el primero en apelar a la magia fue Woody Allen (Scoop) dando vida aSplendini, un mago en horas bajas que, gracias a su desmaterializador, lograba el mayor de los trucos posibles, la comunicación con el más allá. Allen ya lo había hecho antes en Historias de Nueva York (1989), donde un mago casi logra hacer desaparecer a la dominante madre de un abogado.

El ilusionista vino de la mano de un Neil Burger más acertado en la dirección que en el guión. En ella es Eisenheim, un misterioso Edward Norton, el que proporciona entretenimiento a los amantes de varitas y chisteras, que no son pocos, a la vista de los buenos resultados en la taquilla estadounidense que, sin ser espectaculares, 40 millones, han doblado su presupuesto inicial. En España, la película está funcionando bien y pasa de los 2 millones de euros de recaudación.

Dos magos rivales, Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Borden (Christian Bale), protagonizan El truco final (The Prestige) que llega a los cines españoles el próximo 12 de enero. Dirigida por el londinense Christopher Nolan (Batman begins, Insomnia, Memento), la película ha costado 40 millones y lleva ganados 73, de los cuales 51 corresponden a EE.UU.

Ya se sabe que un buen mago nunca revela sus trucos pero no resulta fácil ser tan cauto sobre las dos dimensiones de la gran pantalla. Sin dejar de constituir un divertimento muy bien facturado, al mejor estilo made in Hollywood, los mecanismos de ambas cintas se revelan pronto al espectador, lo que hace que el truco se vuelva artificioso a ratos y la ilusión se desvanezca, como cuando ves al tipo en cuestión esconderse la moneda entre los dedos.

Más magia en 2007

En todo caso el espectáculo debe continuar, así que para el próximo año están previstas nuevas funciones. La primera de ellas The great Buck Howard, con Kevin Kline en el papel de prestidigitador venido a menos, Colin Hanks su nuevo ayudante y Tom Hanks, padre del joven en la realidad y en la ficción, en absoluta desaprobación de sus acciones. Todos ellos bajo la batuta deSean McGinly.

En clave de comedia romántica podremos ver Death defying acts, dirigida por la directora australiana Gillian Armstrong (Charlotte Gray, 2001; Mujercitas, 1994), con Catherine Z. Jones tratando de conquistar al escapista Harry Houdini (Guy Pearce), en plena gira británica. Y una más, de un peso pesado: el también australiano Peter Weir ha dirigido War malician, nombre con el que era conocido Jasper Maskelyne, Jefe del Cuerpo de Ingenieros de Camuflaje del Reino Británico, que colaboró con Montgomery durante la Segunda Guerra Mundial en la derrota del mariscal alemán Rommel. A Maskelyne se le atribuye la recreación a través de espejismos del puerto de Alejandría en Bahia Maryut  y la desaparición del Canal de Suez a través de las luces reflectoras. Quién dice que la realidad no supera la ficción.

Nuevas modas para un cine que mira atrás y a los lados para inspirarse, celoso tal vez del éxito de la saga Harry Potter, cuya última película, que adapta el quinto libro de la escritora J. K. Rowling, Harry Potter y la Orden del Fénix, está prevista para julio de 2007 con guión de Michael Goldenberg, que sustituye a Steve Kloves responsable de los libretos anteriores, y bajo la dirección de David Yates.

Marta Romero

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