Palmarés del Festival de Cine Español de Málaga 2013

Festival de Cine Español de Málaga 2013: Gracia Querejeta vuelve a ganar el festival de Málaga nueve años después con la película 15 años y un día.

No ha habido demasiadas sorpresas en el palmarés final en el que dos directoras consolidadas como Isabel Coixet y Gracia Querejeta se han llevado los premios más importantes por dos de sus películas más irregulares. Pero eso de premiar a los directores cuando hacen sus peores películas está muy de moda en Málaga, San Sebastián, Hollywood o Venecia. Por lo menos son dos directoras con mucho talento que han hecho películas estupendas. Y espero que sigan haciéndolas, a pesar de estos premios.

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Málaga 2013 deja un buen número de películas y nombres propios que hemos podido descubrir en el festival, varios de ellos premiados: Rodrigo Sorogoyen (Stockholm), Daniel Castro (Ilusión), Gabriel Nesci (Días de vinilo), Jorge Naranjo (Casting).

Creatividad e ingenio sigue habiendo en España, quizás más que antes por la carencia que vive el cine actual. Ojalá siga habiendo festivales como Málaga con productos tan variados que no renuncian a entretener, emocionar de manera universal sin necesidad de ser tediosos ni pedantes.

Palmarés del Festival de Cine Español de Málaga 2013: Documentales

– Biznaga de Plata Premio del Público: ‘Pepe el andaluz’
– Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado: ‘El impenetrable’
– 2* Premio al Mejor Documental: ‘Palabras mágicas (Para romper un encantamiento)’
– Biznaga de Plata Premio al Mejor Documental: ‘A la sombra de la cruz’

Ayer no termina nunca

Palmarés del Festival de Cine Español de Málaga 2013: Sección Oficial

– Premio del Público Gas Natural Fenosa: ‘Diamantes negros’
– Premio Especial del Jurado de la Crítica Fnac: ’15 años y un día»
– Biznaga de Oro a Mejor Película: ’15 años y un día’
– Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado: «Ayer no termina nunca»
– Biznaga de Plata a la Mejor Dirección: Rodrigo Sorogoyen, ‘Stockholm’
– Biznaga de Plata a Mejor Actriz: Candela Peña, ‘Ayer no termina nunca’ y Aura Garrido ‘Stockholm’
– Biznaga de Plata a Mejor Actor: Mario Casas, «La mula»
– Biznaga de Plata a Mejor Actriz de Reparto: Todo el elenco femenino de ‘Casting’
– Biznaga de Plata a Mejor Actor de Reparto: Todo el elenco masculino de ‘Casting’
– Biznaga de Plata a Mejor Guión: ’15 años y un día’
– Biznaga de Plata a Mejor Banda Sonora Original: ’15 años y un día’
– Biznaga de Plata a Mejor Fotografía: ‘Ayer no termina nunca’
– Biznaga de Plata a Mejor Montaje: ‘Ayer no termina nunca’
– Biznaga de Plata Premio Alma al Mejor Guionista Novel: ‘Stockholm’

Palmarés Festival de Cine Español de Málaga 2013 ZonaZine

– Biznaga de Plata a Mejor Película: ‘Ilusión’
– Biznaga de Plata a Mejor Director: Manuel Pérez, ‘Frontera’
– Biznaga de Plata Premio Alma a Mejor Guión: ‘Ilusión’
– Biznaga de Plata Mejor Actriz: Virginia Rodríguez, ‘Esto no es una cita’
– Biznaga de Plata a Mejor Actor: Christian Dolz, ‘Frontera’
– Biznaga de Plata Premio del Público: ‘Esto no es una cita’
– Premio Mejor Película del Jurado Escuelas de Cine: ‘Ilusión’

«Sola contigo»: Ariadna merece más 

No esperaba gran cosa de Alberto Lecchi, director argentino de películas tan prescindibles como El dedo en la llaga, Nueces para el amor o El frasco. Pero estaban Ariadna Gil y Leonardo Sbaraglia en el reparto, y eso ya te abre el apetito.

Pero Lecchi sigue sin parecer argentino. Es tan aburrido, tan poco hábil en la narración que te da igual todo lo que sucede en pantalla. Y en varios momentos te entra la risa con un intento de cine negro postizo, con montaña rusa que pretende esconder que no hay nada que contar. Lo que no sé es por qué Ariadna Gil se equivoca tanto a la hora de elegir papel. No es peor que Penélope, Maribel o Emma, pero elige mucho peor.

Festival de Cine Español de Málaga 2013
Festival de Cine Español de Málaga 2013

«La mula»: Descubriendo a Mario

He de reconocer que este chico no sólo suena como uno de los favoritos a la Biznaga de Plata (Javier Cámara está enorme, pero en Nueva York, y Eduard Fernández no compite), sino que va consolidando una carrera solvente. En Grupo 7 dio un salto importante, y en La mula agiganta su lado picaresco (ya iniciado con más torpeza en El Barco o en las películas adolescentes con las que gana dinero… y poco más).

La mula lleva años siendo noticia por el enfrentamiento entre productora (Alejandra Frade) y el director co-guionista (Michael Radford), que abandonó la película una semana antes de terminar el rodaje en 2009. desde entonces el director británico, responsable de películas tan interesantes como El cartero y Pablo Neruda o El plan brillante, y tan decepcionantes como El mercader de Venecia, se ha pasado los últimos meses intentando que no se estrene la versión definitiva.

El caso es que La mula ha llegado por fin a la pantalla grande, con María Valverde y Mario Casas haciendo de pareja andaluza en una historia cómico-dramática con Guerra Civil como paisaje de fondo. Se nota la falta de coherencia interna de la película y la credibilidad en el acento de María, pero al menos no es un Papa cuéntame otra vez es cuento tan bonito de gendarmes y fascistas… Tampoco es La vaquilla, pero es un entretenimiento con buenos ratos y un actor que sigue creciendo.

«Ilusion» gana el premio a la mejor película de la sección Zonacine

Para mí, la gran noticia del día. Ya hablé hace unos días (y unas líneas), de esta película de Daniel Castro. Una opera prima quijotesca y genial, divertida como pocas. Y un antibiótico contra el cinismo excesivo de Haneke. En pocos días publicaremos una entrevista a este gran descubrimiento del Festival. Os dejo con un pequeño sketch genial del mismo creador sobre su criatura. Felicidades.

Día 6: Esperando a Gracia, encontrando a Rodrigo

«15 años y un día», de Gracia Querejeta y «Stockholm» de Rodrigo Sorogoyen han sido la decepción y la sorpresa del día

«15 años y un día»: Sin noticias de Gracia

Gracia Querejeta ganó el Festival de Málaga en 1999 con Héctor. En 2006 rodaría otra película maravillosa titulada Siete mesas de billar francés, con la que Maribel Verdú ganó el Goya a la mejor actriz. 15 años y un día es una historia que la directora ha tardado 4 años en acabar de desarrollar, después de iniciar este proceso con con la colaboración en el guión de Antonio Mercero. 

La película cuenta una historia familiar, pequeña, de esas que gustan tanto a la hija de Elias Querejeta. Se agradece que la directora siga apostando por un cine arriesgado, difícil de vender a primera vista. El problema es que Gracia está muy lejos de ser la Gracia Querejeta de sus mejores películas. No se reconoce su talento en personajes mal definidos, escenas con diálogos muy deficientes y una historia mal llevada, aburrida en muchos tramos, acelerada en momentos dramáticos fundamentales.

Hay pequeños atisbos de genialidad (por ejemplo el plano secuencia dramático de 6 minutos de Maribel Verdú), pero la película se queda muy corta de recorrido, más distante de lo que debería una historia tan emotiva. Probablemente también ha pesado mucho que la directora no haya podido contar con el co-guionista de Héctor y Siete mesas de billar francés: David Planell. Una reescritura del guión, con más humor y unos diálogos mejor concretados, hubiese ayudado mucho a una película que cuenta con unos actores muy bien escogidos.

Por último, la música de Pablo Salinas, especialmente subrayada, exageradamente emocional, tampoco favorece a la historia. Se echa mucho de menos a los compositores con los que Gracia pudo trabajar en películas anteriores como Pascal Gaigne (Siete mesas de billar francés) o Ángel Illaramendi (Héctor).

«Stockholm»: sorprendente y atrevido paso adelante de Rodrigo Sorogoyen

El director y guionista de 8 citas ha hecho una de esas películas que suponen un paso adelante. Aura Garrido y Javier Pereira devoran la cámara y aprovechan un guión que confía plenamente en ellos, en unos diálogos que hablan de las relaciones juveniles con un tono que sorprende por su profundidad, por no acudir a lugares comunes y convenciones generacionales muy trilladas.

No es una apuesta fácil, pero el resultado es muy brillante en planificación, en el uso de la música, en los silencios y miradas, en la interpretación. Es curioso que la película comparta sección con Ayer no termina nunca de Isabel Coixet. La temática tiene sus semejanzas pero la voz de Sorogoyen tiene un acento muy personal que hace que la película interese y emocione de principio a fin. Una de esas películas que uno se lleva puesta unos días. Una de esas que te hacen pensar y hablar sobre ella. Casi nada. Una de las gratas sorpresas en lo que llevamos de Festival.

«Inevitable»… evitar el chiste fácil 

Una película tan desastrosa no podía tener un título más desaconsejable. ¿De qué va Inevitable? Pues no lo sé la verdad. Todo es tan forzado, tan mal contado que uno no sabe bien qué narices pretende el guionista de El niño del barro (que era una obra maestra comparado con esta desconcertante película).

En principio la historia va de un «adulto» (Darío Grandinneti) con éxito profesional y matrimonio perfecto que de repente empieza a seguir las teorías de un iluminado profesor (Federico Luppi). Que tampoco es que sea Heidegger. Lo que le dice es que viva la pasión. Vamos, que retoce con una jovencita una vez y otra, que el director lo quiere filmar todo como si fuese Lucía el sexo, con Luppi haciendo de doctora Ochoa. En fin…

 «Todas las mujeres»: una serie mitad y mitad

Mariano Barroso ha convertido una serie que no fue en una película que es a medias. Se nota mucho el carácter episódico, pero hay capítulos interesantes.

La historia de un hombre inmaduro (Eduard Fernández) que se mete en un lío tras otro y acude a las mujeres de su vida para que le ayuden funciona en cuando desaparecen Michelle Jenner (una gran actriz, con un personaje muy mal escrito) y Marta Larralde (conocida sobre todo por la serie Gran Hotel). En estos dos personajes Barroso se pierde por completo con personajes  femeninos, carnívoros, que deambulan como pollo sin cabeza.

En el resto de la película hay humor, más eficaz que nunca en una peli de Barroso, y drama bien medido en muchos momentos. Un paso adelante con respecto a Lo mejor de Eva, su anterior película. Pero lejos todavía del nivel de Extasis (1996).

«Cenizas»: Risas para la tele

También he podido asomarme hoy a la sección Ventana TV con una grata sorpresa: una comedia negra protagonizada por Alfonso Sánchez (El mundo es nuestro, dentro de poco continuada con El mundo es suyo). Una película de temática cercana a Dexter o Breaking Bad, pero con un tono a medio camino entre Berlanga y los hermanos Coen, que la convierte en un entretenimiento muy divertido. Un buen producto para la televisión que en cine se disfruta estupendamente.

«Viral»: Terror friki en el Fnac

Pocos pases han tenido tanta expectación como el estreno de Viral, opera prima de Lucas Figueroa. Este director argentino ubicado en Madrid recibió en 2011 Premio Guinness de los Récords por dirigir y producir el cortometraje más premiado de la historia: Porque hay cosas que nunca se olvidan. Sus cortometrajes suman más de 450 premios internacionales.

«Viral» es una película de terror valiente, arriesgada, casi suicida. Una historia que tiene muchos aciertos y varios momentos en los que tienes la sensación que el intento de salto mortal no acaba de funcionar. Desde luego es una película con gancho comercial evidente. De ahí la canción compuesta por el grupo Auryn, que ha revolucionado a la adolescencia malagueña, o la elección de Juan Blanco (Amar es para siempre) y Aura Garrido (Imperium, Promoción fantasma) como pareja protagonista.

La película de Lucas Figueroa no llega al nivel genialidades ibéricas actuales como El orfanato, Grupo 7 o Blancanieves. Pero aspira muy alto y no muere en el intento. Y eso es mucho decir. En mi opinión es una película más entretenida y hábil que la mayor parte de la sobrevaloradísima saga de Rec. Una opción de cine de «géneros» (tiene comedia, drama, terror, romance) muy sugerente.

Día 4: Honradez galega, ilusión madrileña

Un gran día de un Festival que no deja de ofrecer productos variados de la tierra. Esta vez hemos podido disfrutar de una película gallega y una original propuesta madrileña.

«Somos gente honrada»: conexión galego-catalana

Alejandro Marzoa nació en Vigo pero se formó en Barcelona. Es lógico que su película haya sido producida por El Terral (Barcelona) y Vaca Films (La Coruña). Su película es una opera prima que habla de gente buena que no tiene fácil seguir siendo honrada.

Una historia bien contada, interpretada con naturalidad por Paco Tous (en un acertado giro de carrera del actor televisivo de Los hombres de Paco), el gallego Miguel de Lira (No habrá paz para los malvados, Crebinsky) o el omnipresente Unax Ugalde. Una película sobre las consecuencias indirectas de la crisis que sabe ser universal, apostando más por el drama que por la situación política de un país. Hay metáforas muy logradas como la pesca en un lugar inhóspito, y las canciones de Umberto Tozzi y Estopa combinan realismo e idealismo en un canto a la amistad muy medido.

Para conocer a Alejandro Marzoa, su tono cercano y amable, puede servir acercarse a este cortometraje sobre el fútbol, la amistad y la vida. Una historia que, desgraciadamente, tiene mucha actualidad…

«Ilusión»: Daniel Castro, entre Ed Wood y Woody Allen

Pero el descubrimiento del día es Dani Castro, un tipo listo dónde los haya que ha hecho una maravilla de 65 minutos. Una de esas genialidades que bordea el ridículo, instalándose en la creatividad generosa, amable desde la ironía, ácida desde la ilusión de un protagonista (interpretado por el propio Daniel Castro que también produce y  escribe), que juega a ser Woody Allen siendo Ed Wood. Esta película es un homenaje a las luces de la noche de Madrid, a la ilusión cinematográfica que hay en la imaginación de todos aquellos cineastas sin talento, a aquellos que tiene una relación de amor no correspondida con el Septimo Arte.

La gran ventaja es que Dani Castro, no es Rebollo. Es un director que hace lo que le gusta, pero que se esfuerza en acercarse al público sin rebajar el ingenio. Sí, se puede. Ilusión es metacinematografía de la buena, la que no te da miedo aconsejar a un amigo que no quieres perder. Ojalá tenga suerte Dani Castro y pueda seguir jugando en la Champions con presupuesto de Regional. Ojalá que el aludido Haneke pueda ver la película.

Un aperitivo: el magnífico tráiler. Efectivamente ése que sale es David Trueba. Y se lo aseguro, la película es aún mejor.

Día 3: Bendita terapia argentina

La terapia argentina en modo comedia ha salvado una jornada de Sección Oficial olvidable.

«Diamantes negros«: bostezos desde África

La sección oficial amenazaba peligrosa y ha cumplido las expectativas. A las 9 de la mañana hemos podido desayunar uno de esos muermos que se presentan como tal en todo Festival que se precie. La historia va del mercado de futbolistas que vienen de África siendo adolescentes con la intención de ser un nuevo Weah, Etoo…

Con este argumento se podía hacer algo apasionante pero el director y guionista cartaginés Miguel Alcantud no parece dispuesto a que su 4ª película sea entretenida. Y lo consigue. Tono documental, guión aséptico, personajes indefinidos. A 24 horas de que empiece ese homenaje al fútbol que promete ser el Bayern de Munich-F.C.Barcelona (lo siento Cecilia Roth, elegiste mala hora para presentar Matrimonio en el Festival de Málaga), esta película ha sido la primera de la Sección Oficial en aburrir de una manera contundente. 

«Hijo de Caín»: Coronado, descansa

José Coronado empieza a estar en todas partes. Al grito de Carpe Diem, todo vale… Y no. Hijo de Caín es una peli de adolescente perverso con demasiada trampa en el guión y unos cuantos kilos de cartón-piedra en los personajes. Los actores se esfuerzan pero cuando el guión falla tanto, hay poco que hacer.

Una película así además depende mucho del final, y la última media hora de esta película es catastrófica, con un José Coronado al que le ponen en una situación totalmente ridícula a modo de clímax. No hago más que acordarme de lo bien que estaba Macaulay Culkin en El buen hijo, o incluso La huérfana de Collet-Serra. Ninguna de las dos era una obra maestra, pero comparándolas con Hijo de Caín, salen claramente revalorizadas. Una pena, por que la atmósfera inicial prometía algo bastante mejor.

La consecuencia positiva es que esta película demuestra que el terror español ha subido muchos enteros. Ya no vale cualquier cosa para asustar al público ibérico que ha visto El orfanato, Los ojos de Julia, etc.

Málaga Premiere: nueva sección del Festival

Después de una mañana dura como la que he comentado he acudido a una sección nueva del Festival, Malaga Premiere, en la que estrenan por primera vez películas que prometen. Ayer pudimos ver en esta sección Encierro, un documental en 3D producido entre otros por Manuel Cristobal (que ya hizo un trabajo formidable en la premiada, con justicia, Arrugas).  No deja de tener gracia que una película sobre los sanfermines esté dirigida por un holandés. Pero quizá es un efecto buscado. Este documental puede y debe venderse muy bien fuera de España, dónde cada vez hay más adictos a estas fiestas.

También en Málaga Premiere hemos visto hoy una peli de mujeres sufridoras titulada La Estrella. Aunque la función comienza con una de esas escenas agotadoras de desenfreno carnal, la historia tiene momentos bien llevados. Está muy natural como de costumbre Carmen Machí y, sobre todo, el personaje de Fele Martínez. Menos coherente es el desarrollo de la pareja protagonista (Clotet-Ingrid Rubio, son una pareja imposible desde el primer minuto, por mucho que estén en pleno período de celo).

Aún así, siendo un poco culebrón y estando a años luz de esa gloria del cine español titulada Solas (Benito Zambrano, quién te ha visto y quién te ve), es una obra menor con buenos detalles para ser una opera prima, con un uso muy sugerente del valor metafórico del flamenco.

«Días de vinilo»: Terapia argentina

La sección paralela Territorio Latinoaméricano suele ser un lugar peligroso para refugiarse. El contenido depresivo de muchas de sus películas puede acabar contigo en una jornada de festival aciaga. Esta tarde había tres opciones cinematográficas latinoaméricanas: una uruguaya, una mejicana y otra argentina. Me he quedado con esta última, y creo que he salido ganando.

Días de vinilo es de las cosas más divertidas que he visto en los últimos años. Un chiste de dos horas que una vez y otra te sorprende provocando carcajadas que salen del corazón y la inteligencia, sin hacer concesiones a otro tipo de vísceras, muy frecuentadas por parte de la comedia actual más caduca.

El tono entrañable está bien medido con esa acidez intrínseca de los verborreicos argentinos que cuando funciona es una delicia escucharles, verles en acción. La película llegará a España pronto y ya habrá tiempo de hablar de ella. Hay mucho que decir. Mañana hablo con su director, espero que me den tiempo (deberían prohibir las entrevistas de 10 minutos en un Festival; hoy me habría quedado horas hablando con el compositor Fernando Velázquez pero no ha podido ser).  Yo desde luego mañana tengo mucho que preguntar y escuchar a Gabriel Nesci (apunten este nombre), sobre cómo ha logrado tallar esta pequeña joya de extraída de esa mina sin fondo que es el cine argentino contemporáneo.

Día 2: De todo un poco

Un domingo muy activo con muchas películas que ver y demasiadas tentaciones deportivas que seguir: coches, motos, fútbol, tenis… Pero hemos llegado al final del día con más gozos que sombras.

«Combustión»: tralla y tramoya

La última película de Daniel Calparsoro es velocidad, ambición y sexo. Todo bien rodado cuando la velocidad aumenta y muy poco interesante cuando se aprieta el freno y se intenta dejar espacio a la historia, que tiene muy poco y muy primario. Nada sorprendente. Ya lo vimos en Invasor: Calparsoro es el mejor en escenas de acción, un gran director de segunda unidad. Pero con eso no da para hacer una buena película. Combustión desde luego no lo es.

«Casting»: prometedor debut

Jorge Naranjo, sevillano, 36 años, llegó con lo puesto. Tenía traje de alquiler en el maletero y al parecer se lo robaron. Esto le sirvió para presentar una peli despeinada de muchos detalles de ingenio, algún que otro exceso de estilo clásico de opera prima y un tono general muy atractivo, con buenas dosis de humor.

Cuenta la historia de un grupo de actores que pasean sus frustraciones e ilusiones en un casting depredador. Los actores están maravillosos y el guión salva el fragmentarismo de la historia con una evolución de personajes que interesa, emociona y divierte. Hay muchas ganas de ser diferente a la hora de contar una historia y eso se nota. Pero no molesta demasiado porque hay forma pero también hay fondo. Un fondo que se presenta más bien pesimista pero que termina acercándose al optimismo románticos de algunas de las mejores películas generacionales de los últimos años (500 días juntos, Happythankyoumoreplease).

¿Será Casting la sorpresa del Festival de este año, el sustituto natural de Carmina o revienta? Queda mucho, pero no soy el primero que apunta que esta película promete. Os dejo con el corto que dio origen a la película.    

Día 1: Coixet en tiempos de crisis

A las 12 de la mañana arrancaba un nuevo Festival de Cine español en Málaga. Un certamen que llega con unas sensaciones contradictorias: hemos cerrado un año pletórico de cine español en cifras (Tadeo, Lo imposible), y también en calidad artística (Blancanieves, Una pistola en cada mano, El artista y la modelo).  Y Málaga no nos ha defraudado en los últimos años con películas y directores que han conseguido aumentar la plantilla de cineastas a tener en cuenta en los últimos años.

Pero este es un año curioso. Hay varios nombres propios que llegan con ecos decepcionantes al Festival: Coixet, Gracia Querejeta, Calparsoro.

Empecemos por Isabel Coixet que acaba de inaugurar la Sección Oficial con Ayer no termina nunca.

Año 2017. Messi gana su décimo Balón de Oro y en España seguimos multiplicando el número de parados. La vida no sigue igual; todo va a peor. Y en medio de este depresivo ambiente una pareja que llevaba años sin verse se encuentran en una empresa desalojada.

Festival de Cine Español de Málaga 2013
Festival de Cine Español de Málaga 2013

Después de Mapa de sonidos de Tokio y el documental Escuchando el juez Garzón era fácil dar un paso adelante. Y la directora de tres grandes películas como Cosas que nunca te dije, Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras, lo ha dado. Esta película, acogida en la Berlinale entre la frialdad y la antipatía manifiesta, consigue mantener el interés y la tensión dramática con un escenario destartalado y dos actores magníficos y muy creíbles. Que una película de este tipo dure casi dos horas y no resulte eterna tiene mérito. Pero a Coixet se le debe seguir pidiendo más.

Y es que la película acaba siendo excesivamente depresiva y didáctica, con una salida de la caverna tan inocente como inverosímil (nada que ver con el final esperanzador y veraz de sus mejores películas). Después de mostrar un futuro demoledor, las luces del paraíso, las imágenes de los amantes bailando en una puesta de sol, resultan incoherentes y ñoñas.

Ayer no terminan nunca acaba siendo una película desequilibrada. Y sobre todo muy poco aconsejable para los que no quieran sobredosis de crisis en pantalla grande.

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