Pablo Alzola analiza el cine de Terrence Malick | «El hombre feliz es aquel que, siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar». No sería difícil conectar esta frase de Goethe con la filmografía del director americano Terrence Malick, incluyendo su última película, Vida oculta, estrenada en España el 7 de febrero.
Identificar este tipo de elementos recurrentes en las obras de Malick, es parte de lo que se puede encontrar en el libro El cine de Terrence Malick. La esperanza de llegar a casa, escrito por Pablo Alzola Cerero, y presentado el pasado martes 25 de febrero en la librería especializada en cine, Ocho y Medio (Madrid).
El primer libro de Alzola está prologado por Antonio Sánchez-Escalonilla, que como Alzola, es profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, además de autor de referencia en manuales de guion, narrativa y estética cinematográfica.
En un ameno diálogo, Alzola y Sánchez-Escalonilla explicaron el camino seguido por Alzola hacia el hogar de Malick que dio lugar a una investigación de varios años y a la defensa de una tesis doctoral dirigida por Sánchez-Escalonilla. Alzola estudió filosofía y comunicación audiovisual y hay una interesante simetría en los recorridos físicos de Malick y de Alzola desde la filosofía al cine. Malick fue a Oxford a hacer una tesis sobre Heidegger y Alzola fue al mismo lugar a hacer lo propio con el cine de Malick.
De la misma manera, Pablo Alzola investiga a su referente de filosofía más admirado; pues en sus palabras: «Malick cuenta la filosofía a través del cine». Y es la filosofía una constante del estilo exploratorio y existencialista de su cine. Sin embargo, no es la única que ha desarrollado Alzola en su libro.


Alzola nos contó que en su investigación encontró tres elementos presentes en todas las películas de Terrence Malick que resultan claves para comprender y apreciar su cine:
– Las casas: más allá de la arquitectura, explica que en las películas de Malick las casas son personajes, escenarios para el drama y el hogar de los personajes que recorren estos icónicos espacios.
– Las relaciones humanas: es normal que estos dramas ocurran entre dos personas, típicamente entre hombre y mujer. Sin embargo, hay también casos de familia y amistad. Hace especial énfasis en el hecho de que estas relaciones pueden fallar, y suelen hacerlo.
– La experiencia del espectador al ver la película: a este aspecto dedica un capítulo, y lo relaciona con una frase presente en todas sus películas: «el amor brilla a través de todas las cosas». Esta frase es un reflejo de lo que se siente al ver películas de Malick, según Alzola.
Un latente cuarto elemento en común que tienen los filmes de Malick es Dios y/o la Biblia. Por lo general, suelen ser un hilo conductor que guía la narrativa y a los personajes a través del drama. Además, Alzola señaló que en las películas de Malick se pone de manifiesto la verdad que encierra esa expresión divina recogida en el Génesis: «no es bueno que el hombre esté solo».
En el coloquio muchas de las preguntas se refirieron a la recién estrenada Vida oculta. Es la primera película en la que Malick utiliza metraje ajeno para contar su historia: las imágenes espeluznantes de El triunfo de la voluntad (1935), de Leni Riefenstahl, abren la película mostrando la llegada de Hitler a Nuremberg. Comentó Alzola la iconografía que se asemeja a la llegada de un mesías, aclamado como un dios que llega de lo alto, recibido por el pueblo enfervorizado. La música de Handel que suena es muy significativa.
A propósito de la música, Alzola recomendó la lectura del libro de Alberto Fijo, Terrence Malick. Una aproximación (2019). Ambos autores tuvieron la oportunidad de asistir en diciembre de 2019 a una proyección de Vida oculta en la Filmoteca Vaticana, en la cual pudieron conocer personalmente al propio Terrence Malick y conversar con él.


Al preguntarle sobre qué fue necesario actualizar o agregar al ver Vida oculta para incorporar a su libro, Alzola comentó sobre el papel de la mujer, que se demuestra mucho más fuerte e independiente que en otros filmes del director. A pesar de esto, agregó que el personaje de Fani Jägerstätter (Valerie Pachner) recuerda mucho en su carácter al personaje de Marina (Olga Kurylenko) en To the Wonder (2012) o incluso a la madre de El Árbol de la Vida (2011), interpretada por Jessica Chastain. En Vida oculta la unión entre los esposos es incondicional y tiene una profundidad enorme.
Sobre la impresión que tuvo sobre la personalidad de Malick y sobre cómo pensaba que sería trabajar con él, Alzola recordó que «todos los grandes actores desean trabajar con Malick«. Emplea un método de trabajo diferente al convencional, que permite a los intérpretes explorar sus emociones en relación a la naturaleza de su entorno. También hay un acercamiento al alma del personaje que se hace con la lectura de textos o el desempeño de tareas que permite al actor identificarse con el personaje. En este sentido, el uso del guion por parte de los actores es muy distinto al de otras películas. Trabajar con Malick es una experiencia única y así lo ve la inmensa mayoría de los intérpretes que han pasado por sus manos.
Para disfrutar el libro de Alzola, basta haber visto dos películas de Malick. Es una ventaja porque no todos han visto sus diez largometrajes y el libro puede ser una manera de acercarse a la obra de uno de los grandes cineastas vivos.
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