La Revolución Francesa en Vencer o morir, estreno 15 de septiembre
Dirigida por Paul Mignot y Vincent Mottez (opera prima para ambos), y protagonizada por Hugo Becker (Leonardo, Osmosis, Bajo sospecha), el próximo 15 de septiembre llega a los cines el estreno de Vencer o morir, película francesa sobre la epopeya del Rey de la Vendée, en plena Revolución. La cinta es una producción de Puy Du Fou Films, y llega a España de la mano de Bosco Films.
Vencer o morir traza el destino trágico y grandioso de un héroe convertido en líder de guerra, François-Athanase Charette, un «bandolero» que inventó la guerrilla moderna al servicio de una causa a contracorriente de su época. Esta historia nace con vocación de reconciliación sobre unos hechos históricos que dejaron una enorme huella emocional durante siglos.
La Guerra de Vendée fue una de las contiendas civiles más violentas y mortíferas de la historia de Francia. Estalló en marzo de 1793, más de tres años después del inicio de la Revolución Francesa. Las razones de la ira fueron muchas y graduales. En 1789, la Revolución fue bastante bien recibida en la Vendée (departamento al oeste del país), como en el resto de Francia. El campesinado, que constituía la inmensa mayoría de la población, era relativamente indiferente a las «nuevas ideas», pero éstas encontraban un eco favorable en las ciudades medianas y grandes del oeste, como Nantes. Los «cahiers de doléances» (Cuadernos de quejas) atestiguan la esperanza de reforma en todo el reino. Los de la Vendée muestran incluso grandes expectativas. Pero, poco a poco, estas expectativas dieron paso a las dudas, y la esperanza a la decepción. La Revolución ensombreció la Vendée al tocar un punto sensible: la fe.
La situación se deteriora bruscamente a principios de 1793, el «año del Terror». Comenzó con la ejecución de Luis XVI el 21 de enero. No hizo sino agravar la guerra que la Francia revolucionaria libraba desde abril de 1792 contra una vasta coalición de casi todas las monarquías europeas. Abrumada en todas sus fronteras, la joven república corría el riesgo de ser barrida.
El 2 de marzo de 1793, la Convención Nacional decide unir urgentemente a trescientos mil hombres en masa. Cada departamento de Francia debe aportar voluntarios. Muchos campesinos se negaron a morir en las fronteras por un régimen que rechazaban e iba contra sus creencias e ideales. En un estallido espontáneo y simultáneo, miles de campesinos tomaron las armas para luchar contra la República Francesa. Los dirigentes revolucionarios les llamaron «bandoleros». Los campesinos recurrieron a los nobles locales, la mayoría de los cuales habían servido como oficiales en el ejército real. Estos últimos, conscientes del inmenso peligro, se pusieron a la cabeza de las bandas insurgentes por elección o por la fuerza. Entre ellos se encontraba François-Athanase Charette de la Contrie.
Fue el comienzo de una guerra civil que duró tres años. Se caracterizó por una represión atroz de los vandeanos, que culminó con las tristemente célebres Columnas Infernales del general Turreau, encargado por la Convención Nacional de pasar a cuchillo a los vandeanos para exterminar a la «raza rebelde» de los «bandoleros». En la actualidad, los historiadores estiman en unos 200.000 el número de muertos durante la Guerra de la Vendée, de los cuales unos 170.000 eran vandeanos y 30.000 hombres del bando republicano.
Sinopsis
1793, Revolución Francesa. Desde hace tres años, Charette, un joven retirado de la Marina Real, ha vuelto a casa. En el campo, retumba la ira de los campesinos: llaman al joven «jubilado» a tomar el mando de la rebelión. En pocos meses, el marinero ocioso se convierte en un líder carismático y un astuto estratega, trayendo a su paso campesinos, desertores, mujeres, ancianos y niños, con los que forma un formidable ejército. La lucha por la libertad no ha hecho más que empezar.
Suscríbete a la revista FilaSiete