La dama de Shanghai: Puro Orson Welles
La novela If I Die Before I Wake, de Sherwood King, que inspira La dama de Shanghai, es de 1938. Se trata de un noir canónico que emula el estilo de Chandler, femme fatale y narrador en off en primera persona incluidos. La única razón por la que se recuerda es la película de Orson Welles. Cuenta la historia de Michael O’Hara, marino irlandés, que conoce a una bella y enigmática mujer, es seducido por ella y acaba víctima de sus intrigas. O’Hara ayuda a la dama frente a unos ladronzuelos en Central Park. Como prueba de agradecimiento ella le ofrece trabajo en su yate; sale de crucero por el Caribe con su marido -importante abogado- y unos amigos la semana siguiente. Durante el viaje, O’Hara acabará locamente enamorado de la mujer y asqueado de su entorno. En ese momento estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Exactamente como había sido planeado.
Hay decenas de películas con planteamientos similares, muchas interesantes, algunas excelentes, por ello en su momento esta no llamó excesivamente la atención. Desde entonces su fama no ha dejado de crecer y sus méritos han resultado sobradamente conocidos. En primer lugar se trata de una película escrita, dirigida y protagonizada por Orson Welles, con Rita Hayworth en la cima de su carrera (Gilda es del año anterior), en el papel antagonista. Dice una de las múltiples leyendas acerca de Orson Welles y la película que la génesis está en una deuda que tenía el Mercury Theatre de Welles. Para evitar el embargo hizo una propuesta a Harry Cohn -mítico director de Columbia Pictures-, él haría la película con Rita Hayworth si en veinticuatro horas recibía el anticipo de 50.000 dólares (cantidad que debía el Mercury Theatre). El dinero llegó a tiempo. Es posible que los hechos no fueran exactamente así, pero es verosímil; dice mucho de Welles, de la fama de Rita Hayworth, entonces su mujer, y de la fe de Cohn en el talento de Welles y en el gancho de su estrella. Todos estuvieron a la altura.
La dama de Shanghai es una película que destila Orson Welles por todos sus fotogramas, desde la elección de la cabellera de la protagonista, corta y rubia, pasando por la manera de rodar algunas secuencias como el paseo en coche de punto, la “excursión”, la fuerza que tiene cada plano, hasta la antológica secuencia final. Hay muchas imágenes complicadas -a Welles le gusta lo barroco- y planos innovadores que nunca son gratuitos, siempre llevan información y anticipan el genial plano secuencia que da inicio a Sed de mal.
Otra de sus cualidades es la concisión: película muy compleja, rica en acontecimientos y llena de giros y sorpresas. Está perfectamente acabada y solo dura 83 minutos. En cuanto a los diálogos, no tienen desperdicio y admiten múltiples interpretaciones, la más evidente es, sin duda, falsa.
Orson Welles rueda una historia en la que la víctima inocente es un ingenuo marino, mientras que la víctima aparente, la desvalida Elsa, a quien él quiere proteger, está a punto de destruirlo con su fragilidad y belleza. Elsa vuelve locos a los hombres, es inestable, es frágil y también es dura. La realidad es que O’Hara querría ayudarla, pero -ya lo sabemos- termina provocando su ruina. Sabiendo que Welles se había casado con Hayworth, los dos sinceramente enamorados, y no había sabido tratarla, la había llevado “por la calle de la amargura” y se divorció de ella poco después de concluir esta película, uno no puede evitar la sensación de que todos los diálogos son dichos desde el corazón, de que es una despedida consciente y de que Welles dice desde su personaje cosas que no se atrevió a decir a la cara, en casa. Singularmente expresiva es la conversación final, una trágica confesión. Rita Hayworth consigue una interpretación antológica, a la altura de la célebre Gilda.
Verdadero o falso, el espectador queda atrapado por el magnetismo de los personajes, casi siempre anticipa los acontecimientos, y perdona de buena gana las exageraciones de la narración que no deja de ser el relato de un marino, embellecido por el tiempo y la memoria, también en el espectador cada vez que recuerda o vuelve a ver la película.

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Ficha Técnica
- Dirección: Orson Welles,
- Guion: Orson Welles,
- Intérpretes: Orson Welles, Rita Hayworth, Everett Sloane, Glenn Anders, Ted de Corsia, Erskine Sanford, Gus Schilling, Carl Frank,
- Fotografía: Charles Lawton Jr.
- Montaje: Viola Lawrence
- Música: Heinz Roemheld
- País: EE.UU. (The Lady from Shanghai), 1947
- Duración: 83 min.
- Distribuidora en España: Rakuten
- Público adecuado: +14 años