Lazos humanos

Lazos humanos: Impresionante opera prima

El di­rec­tor de La ley del silencio, uno de los grandes del ci­ne ame­ricano de los 50 y 60, sorprende a todos con una opera prima que conmueve el alma.

Lazos humanos | La vida no es fácil para los Nolan, una familia de inmigrantes asenta­da en los años 20 del siglo pasado en el ba­rrio neoyorquino de Brooklyn.

Impresionante opera prima del di­rec­tor de La ley del silencio, uno de los verdaderamente grandes del ci­ne ame­ricano de los 50 y 60. El tur­co Ka­zan (1909-2003), cofundador del Actors Studio, adapta la gran novela de Betty Smith (léan­la, la ha edita­do muy bien Lumen) con un vigor y una emoción verdaderamente subyugantes. La fotografía de Leon Sham­roy (18 no­mi­naciones al Oscar, lo ganó cuatro veces) es asombrosa.  A través de los ojos de una niña, la so­ñadora y sensible Francie Nolan, nos acercamos a las miserias y grandezas del populoso barrio neoyorki­no de Brooklyn.

Dorothy McGuire es una de las mejores madres de la historia del ci­ne. Para llevarme la contraria es imprescindible ver Lazos humanos y, lue­go, esa maravilla de William Wy­ler llamada Friendly Persuasion, re­titulada de manera grotesca en Es­paña como La gran prueba. Cinco años después de esta gran película de­butante, Kazan dirigió Pánico en las calles, una cinta adelantada a su tiem­po sobre una epidemia en la ciu­dad de Nueva Orleans. Después, siguieron obras de altísimo nivel co­mo Río salvaje, Esplendor en la hier­ba, La ley del silencio, Al este del Edén y América, América.