Plácido

Plácido: Disparatada y certera comedia

Plácido, dueño de un carromato, está deseando pagar la primera letra de su automóvil pero, envuelto como está en la campaña de navidad “cene con un pobre”, le será imposible.

Berlanga (Valencia, 1921), volvió a la carga con Plácido después del éxito de Bienvenido Mr.Marshall. Coescrita con su inseparable Rafael Azcona, con José Luis Colina y con José Luis Font,  pone en el punto de mira la supuesta caridad cristiana de la época, promovida por el régimen franquista, que disfrazaba realmente el afán de limpiar las conciencias. Refleja así la sociedad burguesa, como retrograda y egoísta, filón que explotará en otras obras posteriores.

Interpretada de forma genial por Cassen y José Luis López Vázquez, esta disparatada comedia estuvo nominada al Oscar por mejor película de habla no inglesa, que finalmente obtuvo Como en un espejo de Ingmar Bergman.

Se ha de mencionar que Plácido fue la primera colaboración entre Berlanga y el antes citado Rafael Azcona, naciendo de esta película una fructífera relación gracias a la cual vieron la luz innumerables obras.  Una de las razones por las que esta colaboración fue tan fértil es porque Berlanga encontró en Azcona un gran aliado para hacer cine de humor negro y tratar así de superar el neorrealismo imperante del momento.

Una vez más Berlanga nos muestra su gran maestría al burlar la censura, en lo cual se volvió un experto. Durante la gestación de la obra, Berlanga visitó Roma para conocer la obra de Zavattini, pues ya por aquel entonces trabajaba con numerosos directores italianos.

Gracias a la ayuda de la fotografía de Francisco Sempere y al montaje de José Antonio Rojo, la obra se convierte en una sucesión de estampas esperpénticas, sin dejar de ser hilarantes en ningún momento. El público quedó sorprendido con la película y la crítica la acogió con énfasis, considerándola una de las mejores obras del director, junto con El verdugo, que estrenó dos años más tarde.