Superman

Esta versión de Richard Donner marca un antes y un después en las adaptaciones a la pantalla grande de este superhéroe y de todos en general

Superman (1978)
Superman (1978)

Superman: Dinamismo y efectos especiales

El tebeo de Superman, obra de Jerry Siegel y Joe Shuster, apareció en 1938 y se convirtió en el superhéroe más popular de todos los tiempos. Superman nació en el planeta Kripton poco antes de que este fuera destruido. Su padre metió al bebé en una nave y lo envió a la Tierra donde fue encontrado por un matrimonio de granjeros, los Kent, y adoptado. Pronto descubre sus fenomenales capacidades físicas que decide, con la complicidad de sus padres adoptivos, mantener en secreto. De adulto, Clark Kent trabaja de periodista para el Daily Planet, al tiempo que -en secreto- inicia su carrera de superhéroe, al servicio del bien. Para darle gracia a la historia Superman tiene un talón de Aquiles, es vulnerable a una sustancia llamada kriptonita, y hay un malvado inteligentísimo, Lex Luthor, que lo sabe y está empeñado en amargarle la vida.

La versión de Superman de 1978 marca un antes y un después en las adaptaciones a la pantalla grande de este superhéroe y de todos en general. En primer lugar porque marcó una diferencia en lo que a los efectos especiales se refiere. De hecho, se llevó el Oscar a los mejores efectos visuales (y fue candidata a los de sonido, banda sonora y montaje). Tras La guerra de las galaxias fue Superman quien mantuvo el impulso de los efectos. De hecho, buena parte de la publicidad trataba de los efectos que se veían en pantalla. Este Superman volaba de verdad. En segundo lugar porque Christopher Reeve, el protagonista, fue el primer actor que daba «el tipo» de verdad. Finalmente, el guion es un acierto. Está claro que la historia que cuenta Richard Donner es la de siempre. Pero el modo de contarla es magnífico: no se ha dejado deslumbrar por los maravillosos efectos especiales puestos a su disposición y, en buena medida, juega con ellos como un chiquillo al sujetar al avión en el aire, al hacer de rail del tren, al sacar a Louise Lane de ¿paseo?… Juega con todo en realidad porque ha realizado una comedia. Clark Kent emula a Cary Grant en La fiera de mi niña, con su aire tímido y de persona fuera de lugar. El guionista era plenamente consciente de que todo el público conocía la historia y no ha perdido el tiempo en presentaciones o explicaciones. Consigue así dinamismo desde el primer momento. Al mismo tiempo, sabe ser solemne cuando hace falta. Ese prólogo en Kripton, protagonizado por Marlon Brando, es antológico, y no es el único de la película.

Richard Donner estaba iniciando su carrera en la pantalla grande -llevaba quince años en televisión-, había realizado La profecía y su nueva película dejó claro que había nacido un director de éxito.

Ha habido muchas, muchísimas versiones de este cómic, en todos los medios, y se harán más. Los efectos especiales y digitales han seguido mejorando. Pero esta película tiene algo que la distingue y que hace que siga siendo el mejor Superman rodado.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Geoffrey Unsworth
  • Montaje: Stuart Baird
  • Música: James E. Myers, John Williams
  • País: EE.UU., Reino Unido (Superman: The Movie), 1978
  • Duración: 151 min.
  • Distribuidora: Warner
  • Público adecuado: Todos
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