Tempestad sobre Washington: Obra maestra

Tempestad sobre Washington | Preminger dispuso una película coral -deudora de su época de ayudante de dirección de teatro- que se de­sarrolla en interiores, sobre todo en los pasillos del Se­nado.

En 1962, Otto Preminger rodó una obra maestra del género político, Tempestad sobre Washington, basa­da en una novela de Allen Drury que ahondaba en los entresijos de la política parlamentaria norteameri­cana, y que mereció el premio Pulitzer. Hayes, el guio­nista, ya hizo para Preminger la adaptación de la extraordinaria Anatomía de un asesinato (1959).

Acostumbrado a no admitir órdenes sobre su modo de dirigir y a desafiar la censura y el código Hays impe­rante en Hollywood, Preminger no dudó en afrontar en este film dos temas poco usuales: la corrupción política de EE.UU. y la homosexualidad. Tempes­tad sobre Washington es un clásico que trasciende las ba­rreras de tiempo y espacio. En él podemos reconocer las deficiencias de los regímenes parlamentarios ac­tuales de muchos países de Occidente.

El argumento trata la controversia generada cuando el presidente de los Estados Unidos elige a Robert Le­ffingwell (Henry Fonda) como candidato a Se­cre­ta­rio de Estado. Sus ideas pacifistas despiertan suspica­cias entre algunos miembros del Senado que temen la injerencia de doctrinas comunistas. Para evitarlo, se constituye una comisión que investiga su pasado.

Preminger dispuso una película coral -deudora de su época de ayudante de dirección de teatro- que se de­sarrolla en interiores, sobre todo en los pasillos del Se­nado, donde se urden las tramas para echar por tie­rra la candidatura de Leffingwell. Pese a tener un elen­co de grandes actores –Henry Fonda, Walter Pid­geon, Franchot Tone-, no hay un único protagonis­ta. Todos asumen un papel principal en algún momen­to de la película para dejárselo a continuación a otro personaje. Si acaso, destaca el brillante, astuto e im­placable senador que investiga al candidato, un Char­les Laughton, que, aquejado de un cáncer óseo, ce­rraba con esta película su genial carrera artística. Co­mo en otros filmes, Preminger bordó la dirección de actores. Bien es sabido que su genio dificultaba los ro­dajes pero lograba sacar lo mejor de los intérpre­tes.

En Tempestad sobre Washington predominan los diá­logos que transcurren ágilmente e impulsan la acción dramática, sin que en ningún momento resulten len­tos o pesados. Tiene una magnífica puesta en esce­na y largos planos, algo característico en la filmogra­fía de Preminger.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU. (Advise & Consent), 1962
  • Argumento: Novela de Allen Drury
  • Fotografía: Sam Leavitt
  • Montaje: Louis Loeffler
  • Música: Jerry Fielding
  • Distribuidora DVD: Manga
  • Duración: 139 min.
  • Público adecuado: +16 años
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