Yo confieso: un film brillante
Yo confieso. Obra brillante y sólida, con un complejo dilema moral que se desenvuelve en un guión muy bien construido de tensión progresiva.
La idea de adaptar el drama teatral de Paul Anthelme, Nuestras dos conciencias, al cine rondaba a Hitchcock desde 1930, por tratarse de una obra de género policiaco y porque le permitía desarrollar dos temas que con el tiempo se convertirían en marca de la casa: el remordimiento y el falso culpable. No será hasta más de veinte años después cuando ve la luz, de la mano del guionista William Archibald, y por sugerencia de Alma, su mujer.
Yo confieso pasa bastante desapercibida en la filmografía del director británico, pero no en la memoria de los espectadores, sobre todo de género femenino, aunque más por la presencia de Montgomery Clift en el papel de sacerdote, que por su calidad, cuando es una obra brillante y sólida, con un complejo dilema moral que se desenvuelve en un guión muy bien construido de tensión progresiva.
Es posible que la perspectiva católica del cura que asume la acusación injusta antes que revelar un secreto de confesión no fuera bien entendida en un entorno protestante, como tampoco otros temas de calado -el celibato sacerdotal o la fidelidad matrimonial- que Hitch conocía bien por su condición de católico y desarrolla con una encomiable mezcla de osadía, acierto y delicadeza, que deja entrever la influencia de Chesterton, autor muy leído por el cineasta en su juventud. La película fue rodada en Quebec, única provincia canadiense cuya población es mayoritariamente católica.
Hay muchas razones que justifican el rescate de esta película: su original arranque a partir de la consumación del crimen y el desvelamiento del asesino, que centra la atención en los temas que al director le interesan y traslada la tensión argumental a la resolución de la falsa acusación; los juegos de miradas que expresan mucho más de lo que recoge el texto del guión, es más, que incluso dicen lo contrario de lo que expresan las palabras y, desde luego, las interpretaciones de Baxter y Clift, cuya mirada contiene y refleja toda la bondad, impotencia y sufrimiento interior de su personaje.
Ficha Técnica
- Dirección: Alfred Hitchcock,
- Guion: George Tabori, William Archibald,
- Intérpretes: Karl Malden, Montgomery Clift, Anne Baxter, Brian Aherne, O.E. Hasse, Dolly Haas, Roger Dann, Charles André,
- Fotografía: Robert Burks
- Montaje: Rudi Fehr
- Música: Dimitri Tiomkin
- Título original: I Confess
- País: EE.UU.
- Año: 1953
- Distribuidora DVD: Warner
- Duración: 95 min.
- Público adecuado: +16 años