Álex Pina, director y guionista de Kamikaze
Álex Pina, director y guionista de Kamikaze | Es su opera prima y acaba de presentarla en el Festival de Cine Español de Málaga. Kamikaze pretende competir desde este viernes con pesos pesados de la taquilla como Ocho apellidos vascos y Capitán América 2.
En tu película parece clara la intención de sorprender al espectador con el ingenio de la historia…
En la actualidad hay tantísimas horas de ficción ya vistas que hay que ser original, trabajar en unos parámetros distintos. Hacer una comedia con un terrorista suicida parte de ahí. Intentamos sorprender no sólo en cada película sino en cada escena. Pensamos que ahora mismo el cine norteamericano es muy repetitivo, hay que irse a la televisión de Estados Unidos para ver producciones diferentes.
El diseño de producción luce mucho en la película: las escenas del avión, las localizaciones… Habitualmente este aspecto visual se nota en el presupuesto ¿Cómo ha sido la relación con los productores en este sentido?
En esto también intentamos echar ingenio. Aquí el papel del supervisor de efectos especiales ha sido enorme. De todas formas, sí que se han tomado decisiones para abaratar costes. El espectador no lo va a notar pero hemos tenido que acortar algunas escenas de acción del último tercio para no encarecer el presupuesto. Yo soy también productor y sé lo importante que es el factor financiero, especialmente hoy en día. Evidentemente, la película ha necesitado de un presupuesto un poco alto, porque la historia lo necesitaba, pero aún así, se ha ahorrado bastante en varios aspectos.
En los guiones que escribes hay un problema con la evolución de los personajes. Con tanto giro argumental hay veces que es difícil la credibilidad de lo que cuentas. ¿Te preocupa este aspecto?
Me preocupa muchísimo. Nosotros sabíamos que teníamos un cambio de 180º en el personaje de Slatan, el protagonista, y por esa razón lo que intentamos es contar una fábula que te permitiese unas licencias dramáticas y narrativas. Hay escenas que no tienen sentido más que en una fábula que amplíen el arco de los personajes.
Estrenas en un fin de semana en el que 8 apellidos vascos, una comedia española, está arrasando en la taquilla española…
Escribimos la película pensando en un público amplio. Además de entretener y divertir, hemos querido partir de una premisa actual como es un avión secuestrado, el terrorismo.., pero con un toque amable diferente. Hemos visto ese tono en películas que van desde Full Monty a La vida es bella, que hacen comedia con una tragedia con mucho acierto.
¿Cómo ves el momento del cine español actual?
Hay un salto de calidad desde el punto de vista autoral con películas como Blancanieves de Pablo Berger. Pero también un salto cualitativo ya que se está haciendo un cine que cada vez se vende mejor fuera y eso es importante. Me parece fundamental recuperar la cercanía con el espectador español. Hemos tenido un problema gravísimo diez años atrás, de excomunión entre espectador y películas. Creo que eso se está recuperando en los últimos años.