Entrevista con Audrey Tautou, protagonista de Coco Chanel

"Chanel no fue una persona a la que se pudiera impresionar fácilmente; detectaba con rapidez la hipocresía y la superficialidad"

Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel (2009)
Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel (2009)

Entrevista con Audrey Tautou, protagonista de Coco Chanel

¿Cuál fue su reacción cuando Anne Fontaine le propuso dar vida a la famosa Mademoiselle de la Rue Cambon?

El personaje de Coco Chanel me había estado rondando durante varios años. Anteriormente, se me habían enviado propuestas de proyectos, pero yo no quería hacer una biografía cinematográfica, es decir, tomar parte en una especie de saga interpretando su vida desde su nacimiento hasta su muerte. ¡Imagínese, Chanel vivió 87 años! Hubiera sido inevitable que cayéramos en los tópicos que marcaron su trayectoria, y yo no estaba interesada en eso. Deseaba en secreto recibir una oferta con un punto de vista particular porque me fascina la modernidad de este personaje, su espíritu y la posición que consiguió para las mujeres. Además, cuando Anne Fontaine me explicó cómo pretendía tratar el tema, acepté de inmediato. Anne precisamente quería evitar los tópicos y la interpretación mimética. Todavía no había escrito el guión, pero ya estaba decidida a reflejar exclusivamente los años de su aprendizaje, y yo estaba convencida de que la época en que Coco se estaba creando y desarrollando su personalidad era la época más interesante de su vida. Cuando una persona triunfa totalmente en la vida, la gente tiende a decir, «¡Estaba segura de que triunfaría!» He tenido la suerte de experimentar esto, aunque en menor grado, con «Amélie«, pero antes de esta película, no tenía ni idea de que alcanzaría la fama. Al igual que el resto de la gente, intentaba seguir adelante con mis dudas e incertidumbres.

La trayectoria de esta huérfana que se convierte en la emperatriz de la moda podría ser un ejemplo.

El objetivo principal de esta película no es transmitir un mensaje. Al trabajar este personaje y llegar a conocerla mejor, me di cuenta del alcance y la singularidad de su destino. Realmente, Chanel puede ser un símbolo de éxito y esperanza. Uno puede empezar desde abajo y llegar a la cima, y en el contexto social de la época, nada entonces era mucho peor que hoy en día. Su fama resulta más excepcional a principios del siglo XX, porque Chanel tuvo que enfrentarse a las convenciones
que eran muy paralizadoras para las mujeres. Esta película cuenta el destino de una mujer; no va dirigida únicamente a los amantes de la Haute Couture. Chanel nació con un conocimiento de la vida y de las mujeres que se adelantaba totalmente a su época. Además, su fuerte carácter, su temperamento, su arrogancia, su orgullo y su inteligencia le permitieron crear lo que ha conseguido. Caracterizada por su gran honestidad e integridad, esta mujer nunca se rindió. A Chanel no le preocupaba que los demás reconociesen su éxito; se dedicó a hacerse a sí misma y se negaba a considerar su condición como una tragedia.

¿No le inquietaba interpretar un personaje que existió en la vida real?

Quería ofrecer mi propia interpretación de este personaje, teniendo en cuenta que el espectador tenía que reconocer en dicha interpretación la imagen mítica de Chanel. Incluso aunque el parecido en la pantalla es muy productivo, lo más difícil era evitar mostrarse satisfecha con una interpretación mimética e intentar reflejar su verdadera personalidad. Su personalidad y su temperamento que percibimos a través de las fotografías no ha cambiado con el paso del tiempo. Curiosamente, su evolución me iba a servir de gran ayuda. Por ejemplo, en los años que pasó en Moulins, Coco todavía es una especie de campesina. Descubrimos una mujer con dudas que quiere conseguir algo más en la vida. A pesar de su personalidad y su temperamento, es una mujer muy frágil. Al rodar esta parte, yo no estaba segura de mí misma, tenía dudas. No la estaba controlando; no me estaba controlando. Entonces, todo empezó a ir mejor. En la última parte, me había convertido totalmente en ella. El retrato no residía en el vestuario. Incluso me atrevería a decir que no se trataba del aspecto superficial del personaje, sino de su más íntimo ser. No sé si lo conseguí… Creo que era importante expresar sin artificios hasta qué punto esta mujer, incluso en sus inicios, era diferente y poseía carisma y una especie de aura.

Se ha dicho mucho de Coco Chanel. Ella ocultaba constantemente sus orígenes. ¿Cómo se la imaginaba?

El problema es que es imposible imaginarse este personaje, porque Chanel siempre disfrazaba la realidad. Para prepararme el papel, leí a Paul Morand, después la biografía escrita por Edmonde Charles-Roux, «L’Irrégulière; el retrato de Colett e»; y, por supuesto, todas las biografías que CHANEL había autorizado. Me di cuenta de que ella confundía a las personas, tal vez sin pudor, una característica típica de los campesinos. En cualquier caso, hace falta algo de ingenio para
saber quien era Chanel realmente. Y no estoy segura, sin ofender a nadie, de que todo lo que se ha dicho y escrito sobre ella -algunos aspectos, contradictorios- se ajuste a su verdadera personalidad. Todo el material y los vídeos sobre ella acabaron confundiéndome. Por lo tanto, decidí mirar únicamente las fotografías y dar rienda suelta a mi imaginación.

La película cuenta las relaciones que Coco mantuvo con dos hombres pertenecientes a la sociedad superficial que estaba descubriendo en Royallieu, quienes ejercieron una gran influencia sobre ella en su época de formación.

Sí, pero ella es muy ingeniosa en el modo en que se impone o hace ostentación de ella misma en su propio beneficio, poco a poco, en esta sociedad superficial de Royallieu que comienza a descubrir. Aguanta las humillaciones de manera ingeniosa, en cualquier caso obstinadamente y con arrogancia, sabiendo que no permanecerá allí y que nunca se rendirá. Es inconmensurablemente arrogante. Le dice a su hermana, «Un día, se pelearán por cenar con nosotras en la misma mesa». Siempre mantiene una especie de desprecio o, como mínimo, una distancia respecto al círculo de Balsan. No quiere convertirse en una mujer de sociedad, o lo que es peor, en una mujer de poca virtud. Quiere ser como los hombres -una mujer que gozase de la misma libertad que los hombres. Coco se da cuenta en seguida de que no está enamorada de Balsan, pero se entabla una amistad entre ellos. Ella se refiere a él como su benefactor. Es muy consciente de que la opinión que Balsan tiene de ellas es que es una extravagancia que le divierte, pero ella sabe cómo utilizarle. El le abre las puertas pero, sobre todo, es gracias a él que puede ir a París. Siempre resulta extraordinario para una joven de provincias descubrir París, incluso en nuestros días. La primera vez que visité París -¡ah, París!- ¡es impresionante, es maravilloso, es un sueño, es la posibilidad de llegar a ser alguien!

Coco se enamora locamente de Boy Capel. Son muy parecidos; ambos sienten el mismo deseo de prosperar en la vida, pero, sobre todo, él cree en ella.

La confi anza y el modo en que Boy Chapel la miraba la reconfortaba y tranquilizaba. Él sabe que Chanel tiene el futuro en sus manos y que el espíritu de libertad de esta mujer encarna la modernidad. Boy Capel ha comprendido su asombrosa personalidad y le hace comprender que sus diferencias no constituyen un obstáculo, sino que por el contrario, se tornarán en su fortaleza. Serán las desencadenantes del cambio de su destino. Lo que tienen en común es, precisamente, esta modernidad.

Sin embargo, Coco desconfiaba de los sentimientos. Solía decir: «Una mujer enamorada está perdida… permanece en ese estado como un perro sumiso, nada más».

No quiere depender de un hombre. Vio sufrir a su madre porque estaba sometida al control económico y emocional de su inconstante marido, que solía abandonarla con frecuencia. Creo que Coco alcanzó un pacto con ella misma, «Nunca dependeré de nadie». Por otro lado, resulta interesante imaginar si el destino de Chanel hubiera sido diferente si Boy Capel le hubiera pedido matrimonio. Le amaba de verdad… podría haber sido lo que necesitaba para ser feliz. Realmente, Chanel es una persona muy complicada. Morand dijo que la soledad fue la compañera de Chanel. Esta proximidad a la soledad ha sido una de las claves de mi enfoque del papel. En la secuencia final, sola en la escalera, mientras su desfi le de modelos recibe los aplausos del público, y ella se encuentra en la cúspide de la gloria, triunfante, esta soledad se refleja en su rostro.

Asistimos a la transformación de Coco Chanel a medida que van transcurriendo los años de formación. ¿Cómo quiso destacar esta evolución de su personalidad?

Observando las fotografías, me di cuenta de cómo Chanel sostenía la cabeza de manera altiva, muy derecha, como si una cuerda tirase hacia arriba de su cabeza. Era imposible detectar sus orígenes provincianos en la elegancia de su modo de andar, o en sus elegantes gestos, el modo en que sostenía su cigarro, por ejemplo. Su transformación meramente física no resulta evidente durante aquellos años, pero adquiere porte y autoridad a medida que va ganando confi anza en sí misma. También se reflejaba cuando permanecía sentada, pero eso no quería decir que tuviera que interpretarla como si fuese una persona autoritaria; era más como si sus dudas fuesen desapareciendo poco a poco. También quería transmitir la profundidad que encerraba su mirada desde el principio. Chanel era muy observadora y extremadamente lúcida. Esa es también la razón por la que la esperaba este destino y esta creatividad.

Usted reconoce sin reparos tener un fuerte temperamento. Se trata de un punto común entre Chanel y usted. ¿Qué otros aspectos de Chanel coinciden en Tautou?

También podría haber una lucidez similar respecto al mundo que nos rodea, con un sentido de la atención y la observación. Una confi anza en el propio instinto. La capacidad de descifrar rápidamente la verdadera personalidad de los demás, su psicología y sus intenciones. Esta es la razón por la que creo que Chanel no fue una persona a la que se pudiera impresionar fácilmente; detectaba con rapidez la hipocresía y la superficialidad. El punto común puede que principalmente sea mi manera de actuar, siempre fi el a mi personalidad, a mis convicciones y a mi naturaleza. Espero ser, al igual que ella, una persona muy honrada, honesta, que no vende su alma.

Sus dos compañeros masculinos en el reparto son actores muy diferentes. ¿Cómo le ha resultado trabajar con ellos?

Me alegró mucho poder trabajar con Benoît Poelvoorde. Admiro a este actor, y sin tratarse de adulación, creo que su talento roza el genio. En la película, Benoît es extremadamente serio y accesible. Una vez que fui capaz de deshacerme de la intimidación que me provocó durante las primeras escenas, surgió una gran complicidad entre nosotros. Alessandro Nivola ha sido todo un modelo. Es estadounidense, y sé lo difícil que resulta sentirse cómodo rodando en un idioma diferente al tuyo. Me dejó totalmente anonadada con su capacidad de adaptación y con la sinceridad de su interpretación. Además, es un gran profesional y, como hombre, es adorable.

Los actores que trabajan con Anne Fontaine suelen admirar su calidad a la hora de dirigir a los actores.

Por supuesto, Anne me ha permitido desarrollar el carácter de Chanel buscando diferentes aspectos con los que dotar a este personaje, matizando las emociones, mostrándome frágil y dulce y, al mismo tiempo, autoritaria y orgullosa. El hecho de que fuera una mujer la directora de esta película supone ya una gran ventaja a la hora de expresar la difi cultad que encerraba pertenecer al «sexo débil» en aquella época. La inteligencia de Anne Fontaine, su delicadeza, su visión global del personaje y de la historia han tenido una gran importancia a la hora de dirigir la película.

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