Entrevista con Satoshi Kon, director de Paprika, detective de los sueños
Paprika es la adaptación de una novela homónima del escritor Yasutaka Tsutsui y, según tengo entendido, es una de las obras de ciencia-ficción más conocidas en Japón. El hecho de revelar en los títulos de créditos que Chiba es Paprika, ¿responde a la fama de la obra en Japón y a que el público ya conoce esta dualidad de antemano?
Satoshi Kon: En la novela original se sabe desde el principio que Chiba es Paprika, con lo cual no hay ningún misterio en este sentido. En la novela hay una escena en la que se descubre cómo ella va cambiando su apariencia hasta convertirse en Paprika. Lo que pasa es que en la película no he hecho este proceso poco a poco porque en animación no tendría sentido, perdería fuerza. La modificación que he hecho es que cambia rápidamente, como Superman, como todo héroe.
Cuando usted crea una película, crea un mundo a disposición del público para que pueda compartirlo. Me pregunto si no existe una pequeña analogía entre el propio Satoshi Kon y el creador Tokita, uno de los personajes de Paprika, que lo que realmente hace lo hace para compartir y no para buscar otro objetivo. ¿Fue eso lo que le atrajo de la novela de Tsutsui?
Satoshi Kon: El personaje de Tokita parte de la historia original. A lo largo del desarrollo de la película descubrí que el personaje me gustaba cada vez más, que me fascinaba. Es un adulto pero con el corazón y la imaginación de un niño. Digamos que es un científico loco, un otaku –friki. No es que esto sea bueno o malo, sino que por un lado tiene un talento pero socialmente no se puede expresar. Es un personaje que no está equilibrado, pero yo creo que es bueno que no todo el mundo tenga este equilibrio. Puede que una persona posea por una parte un gran talento y que otra tenga otra habilididad, y que se puedan encontrar y crear algo nuevo. Yo he desarrollado el personaje de Tokita desde esta concepción.
¿Cuáles son las diferencias y las similitudes con respecto a la novela original?
Satoshi Kon: La mayor diferencia con respecto a la novela original es el volumen. Es mucho más extensa, hay muchos más personajes. Si fuera fiel al libro la película sería interminable. Lo que tampoco quería hacer era compactarla y contarlo todo de forma reducida porque la historia perdería fuerza. Lo que quería expresar era el impacto que sentí la primera vez que leí Paprika. Recreé unos episodios nuevos realizados por mí y respeté la base, lo más representativo de la historia.
El desfile es un elemento muy importante a lo largo de todo el filme. ¿Cuál es su significado? ¿Podría ser una metáfora de la destrucción o de la pérdida de la individualidad?
Satoshi Kon: Es un punto de vista muy interesante pero nunca he imaginado esta metáfora de destrucción. Destrucción podría ser, pero lo que más me sorprende es lo de la pérdida de individualidad. Lo que pensaba mientras creaba este desfile era en hacer que recordara algo que hemos perdido. Por ejemplo, cuando hay un gran desarrollo usamos la política de usar y tirar, desechar para crear nuevamente, rápidamente. Los muebles, los electrodomésticos que allí salen son símbolo de algo que hemos perdido durante años de proceso de desarrollo de la sociedad. También puede hacer referencia a la religión que antes tenía mucha importancia en nuestra vida y ahora no. Con respecto a los sueños, antiguamente la gente percibía el significado de los sueños, a veces actuábamos en función de lo que nos decían los sueños y ahora quizá no hay tanta, entre comillas, expectación ante los sueños. En resumen, esto es más o menos lo que intenté explicar.
Los sueños que aparecen están plagados de muñecas, de referencias a animes o a cuentos populares… ¿Puede este hecho deberse a que en ellos se expresa la parte más infantil de la personalidad o en sus bases se sustenta el inconsciente de dos niños grandes como Himuro y Tokita?
Satoshi Kon: Es exactamente así, expresa inconscientemente lo que hay dentro de cada personaje de niño. Yo quería añadir a esto un símbolo del mundo de los sueños para cada personaje, es decir, cada personaje se convierte en otro símbolo. Himuro era la muñeca japonesa, Tokita el robot, Inui tenía un sentido vegetal y Osanai era una mariposa azul. En realidad nunca será una persona sino un personaje dentro de su sueño. Nosotros hacemos varios personajes que se convierten en cada uno de nosotros pero para la película era más claro hacerlo de esta forma con el fin de que el público entendiera quién representaba ese sueño o quién era ese personaje.
En un momento concreto de la película, Paprika se desdobla y mantiene un diálogo consigo misma: la primera en forma de Son Goku y la segunda como Pinocho. ¿Implica este hecho el inicio de la disociación de la identidad de Chiba y Paprika o una de ellas forma parte de un sueño que a su vez esta dentro de otro sueño?
Satoshi Kon: Es más bien lo segundo. Se trata de penetrar un sueño que se profundizó hasta convertirse en otro sueño. Es como un bis de un sueño a otro sueño, de profundizarlo más allá.
En el sueño del detective Konakawa aparece una serie de escenas de películas, ¿corresponden estas escenas con filmes ya existentes?
Satoshi Kon: Efectivamente son películas que ya existían, como Vacaciones en Roma, Tarzán, El Mayor Espectáculo del Mundo. Esto en la novela original también sucede con el personaje de Konakawa, que siempre está soñando con escenas de películas, aunque no concretamente con estos largometrajes. Podría haber inventado otro tipo de sueños para Konakawa pero yo utilicé este recurso para que el público enseguida conectara y supiera de quién era el sueño y de qué tipo era.
Tanto en Millennium actress, con el personaje de la bruja que hace referencia a La fortaleza escondida, como en Paprika en el momento en que explica el panfocus, existe una referencia explícita al director Akira Kurosawa, ¿hay alguna otra alusión oculta en el resto de su filmografía?
Satoshi Kon: En Millennium actress hay una parte inspirada en la película de Kurosawa y el personaje de Konakawa se siente como Kurosawa en esa escena, actúa como él. Esto lo hago porque aprendí mucho a través de sus películas y siento mucho respeto por él. Es una parte de homenaje en mi estilo. Quería hacerle un homenaje de alguna manera a este gran director.
¿Por qué le atrae tanto la idea del cine dentro del cine?
Satoshi Kon: Me atrae mucho el mundo que tiene profundidad. Hay un mundo y dentro de éste hay otro que va más allá y va abriendo más mundos. Es decir, si un mundo es muy grande seguramente te permitirá llegar a mundos más pequeños y llegarás a otro mundo detrás del cual seguramente habrá más; son como capas que se superponen. Esto es algo que me atrae mucho. En el budismo hay una rama de pensamiento que se llama Kegon, está basada en esta filosofía, el concepto me atrae mucho.
El diseño del personaje de Chiba difiere mucho de los modelos que habitualmente podemos ver en sus películas y se aproxima a la estética visual de Yoshiaki Kawajiri -director de Ninja scroll– ¿se trata de una mera coincidencia o ha sido una decisión deliberada?
Satoshi Kon: No he tenido en cuenta a Kawajiri a la hora de diseñar el personaje. Es cierto que hemos trabajado al mismo tiempo en el estudio, pero nunca he imaginado esa conexión. Lo que pasa es que Chiba es una persona muy decidida, muy fría mientras que Paprika es más mona, tiene una personalidad más tierna. Para diferenciar entre estos dos personajes se diseñó a Chiba como es y por oposición a Paprika, para que fueran dos personajes completamente distintos.
A lo largo de su filmografía la disolución de la realidad y la ficción está muy presente. ¿Qué papel juegan los recuerdos en esa progresiva fusión?
Satoshi Kon: Los recuerdos tienen tanta importancia como realidad y sueño. Estos tres temas salen mezclados en Millennium actress, en donde la protagonista recuerda su vida y la fusiona con sueño y realidad. Para mí el hecho es que no sólo está pasando lo que se ve en la realidad física sino que los recuerdos y todo lo que está pasando por la mente de la protagonista también es una experiencia. Para mí, por lo tanto, es una realidad diferente tanto esa realidad como la que pasa dentro de la mente y los recuerdos tienen mucha importancia dentro de ella.
¿Cuál será su siguiente proyecto?
Satoshi Kon: Lo que tengo claro es que no quiero hacer lo mismo que en mi último proyecto. En cada ocasión hay un intento de superación, que sea más divertido, que sea más interesante. Por ejemplo, Paprika es un mundo en el que ya no existen las reglas, en el que no hay ninguna moral, y en el que vale todo, cualquier tipo de realidad. Entonces está claro que allí sale reflejado mi mundo personal y tengo que compartir mi universo de sueños con otra persona, con el público. Mientras creábamos tenía que luchar por poder compartir mis ideas con todo el equipo de la película. Como no hay reglas, yo tenía que convencerles y mostrarles mi mundo. En este sentido, este trabajo ha sido más duro que nunca: tenía que usar mi imaginación constantemente, tenía que encajarlo todo.
Para el próximo proyecto estoy desarrollando algo muy diferente con respecto a mis películas anteriores. La verdad es que querría cerrar el círculo de la temática de realidad y sueños – sueños y realidad, algo muy característico en mi obra, con la serie Paranoia agent. Lo que pasa es que después tuve la ocasión de conocer al novelista Tsutsui y él me dijo que le encantaría que hiciera la adaptación de Paprika. Por un lado me resistía porque era volver al mismo tema pero también sentí como si fuera mi destino, porque después de Perfect blue yo quería hacer la adaptación de Paprika, pero en ese momento no lo hice. Cuando Tsutsui me hizo la propuesta me sentí muy agradecido y lo hice, dejando otra idea que tenía y volví al mismo tema. Por lo tanto el próximo proyecto no abordará la misma temática.
Hasta ahora mis películas iban dirigidas a un público adulto y los niños, es probable, que no las entendieran. Lo que quiero hacer para mi siguiente película es que también sea para un público infantil, pero no sólo quiero hacer animación para niños; con lo cual quiero hacer una historia que pudiera destinarse a adultos y a niños y que ambos pudieran disfrutar. Por lo tanto seguirá habiendo dos realidades, pero no como en la temática de realidad – sueño sino para este doble público en el que cada uno descubre otra realidad desde la misma historia. Sería una película para toda la familia.
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